viernes, 13 de noviembre de 2009

Norman Hogue plays Louis Prima, la música, el humor y mucho mas

Norman Hogue plays Louis Prima. 11-11-2009, Club Populart (Madrid)

Cuando Angela Cervantes, a quien me encontré nada mas llegar al Populart, me preguntó “¿Pero tu sabes lo que vienes a ver?”, tuve que reconocerle que no tenia una idea muy definida. Si que había tenido la precaución de mirar esa misma tarde el Myspace de Norman Hogue, (http://www.myspace.com/normanhogue) y tenia una vaga idea de que era algo, cuando menos, singular.

Pero no, no sabia muy bien de que iba eso de “Norman Hogue plays Louis Prima”. Para empezar, habría que echar la vista atrás y hacer un poco de historia, para saber quien era este tal Prima. La única referencia que yo tenia de el proviene de un intento de incorporar al repertorio del “Diego Cruz Quartet” el tema Just a Gigoló. Mi amigo Chipo me insistió “tienes que escuchar exclusivamente la versión de Louis Prima”.

Asi que, como todo el mundo habrá escuchado ese famoso tema, que sepáis que su versión mas conocida es la que de él hizo este curioso cantante y trompetista norteamericano.

El caso es que varios fueron los motivos que hicieron que esa noche me encaminase a un muy buen club de Madrid - el Populart – al que no suelo acudir mas a menudo por culpa de su horario (las actuaciones suelen comenzar bien pasadas las 23:00 horas) .

El primer motivo era la cantante que figuraba en el cartel: Angela Cervantes. Una de las mejores voces que circulan por nuestro país en la actualidad, sin lugar a dudas. Además, tengo que reconocer que así como encima del escenario se transforma una verdadera diva, cuando está “a ras de suelo” es una persona encantadora, y la otra noche me lo demostró una vez mas, invitándome a sentarme con ella y sus amigos – esa noche acudían a verla unos cuantos alumnos suyos – y haciendo que pasase un entretenido rato previo a la actuación.

También me llamaba la atención la presencia de la pianista Marta Sánchez – si , si…ya se…curiosa coincidencia, pero…que voy a decir yo…que al llamarme Ramón García, todo el mundo me hace la broma de “vas a presentar este año también las campanadas?”. El caso es que esta chica se va haciendo un hueco en la escena jazzistica madrileña, y cada vez toca mejor.

Y por supuesto, también tenia ganas de ver en directo al trombonista Norman Hogue, al que solo conocía de pasada en una noche de “zarra” madrileña, allá por el 2007, cuando los del cuarteto de Diego Cruz recalamos por el Berlin Cafe, y decidimos “beber un poco de mas” en El Junco. Esa noche me presentaron a este magnífico trombonista, pero supongo que él nunca lo recordará…y yo lo recuerdo porque tengo una foto (ver http://www.diegocruzquartet.com/20070501berlin_off.htm) que si no…tampoco. Nuestro nivel de “sangre en el alcohol” era bastante bajo en ese momento.

El caso es que ya eran muchas las motivaciones como para enfilar hacia el Populart, aunque solo fuese para ver el primer pase, ya que aguantar hasta el final podría ser una hazaña que pagase muy cara al día siguiente.

Pues bien, lo que importa que es la música, fue espectacular, siempre y cuando, tal y como me advirtió Ángela, se supiese lo que se iba a ver. Realmente lo que Norman ha querido es recrear el sonido de esa época, el ambiente y el tono humorístico con el que este personaje encaraba todas sus interpretaciones. De hecho, el papel que Angela Cervantes representaba era el de Keely Smith, la estática cantante de su formación y además su mujer. Claro que, con esa marcha en el escenario, Ángela nos reconoció después que ella es incapaz de permanecer quieta mas de unos breves segundos.

Tocaron temas de su repertorio como “Buona sera”, “On the sunny side of the street”, “Angelina”, “Robin Hood”, “A foggy day - cantado espectacularmente por Ángela – o "That old black magic".

En el minúsculo escenario del Populart y haciendo verdaderos esfuerzos para no darse codazos – demasiados músicos en tan poco espacio - se las apañaron para que todo sonase bien, y que el humor y el buen rollo se contagiase a toda la sala. Jazz de los años 30 y 40, muy bien recreado y con unos músicos que posiblemente superan en técnica a los originales.

Me encantaron los solos de Norman – aunque a veces llegue a temer que me diese con la vara de su trombón – y también los de Marta, que adaptó su lenguaje perfectamente al estilo que estaban tocando. No recuerdo muy bien el nombre del resto de músicos, porque además creo que el saxofonista sustituía esa noche al titular, así que ruego que me perdonen si en algún momento de desorientación internauta leen esta humilde crónica.

Tal y como me prometí a mi mismo, y muy a mi pesar, decidí marcharme al acabar el primer pase, ya que pasaban ya bastantes minutos de la media noche, y no podía permitirme esas alegrías, pero abandoné ese clásico local madrileño con una euforia y satisfacción que solo la buena música puede conseguir.

Natalia Dicenta, mucho mas que tablas

Natalia Dicenta y Vicente Borland Quintet. 10-11-2009, Café Central (Madrid)

Como siempre, aprovechando mis visitas de trabajo a Madrid, todos los que perdéis vuestro valioso tiempo leyéndome sabéis que no desaprovecho la ocasión. Esta vez no iba a ser menos. Mientras por la mañana aprendía áridas y tediosas técnicas de cómo construir y/o atacar

servicios web con mediante java - se trataba de un curso de informática, y no de unas maniobras de carácter bélico, como por la descripción podría parecer – por las noches intentaba olvidarme de tan aburridas – en esta ocasión, especialmente – mañanas, y disfrutar de la maravillosa noche madrileña, que siempre ofrece de todo.

En primer lugar, decidí acudir a mi club favorito, el Café Central, donde me llamó la atención que su cartel estaba liderado por alguien que me sonaba mas como actriz que como cantante: Natalia Dicenta.

La hija de Lola Herrera – es lo malo de tener una madre tan buena actriz, y tan conocida, que siempre serás “la hija de” – se presentaba una semana en el Central, con un quinteto, el del pianista Vicente Borland del que, para ser sincero, tampoco había oído hablar.

Reconozco que iba sin demasiadas esperanzas, puesto que no tenia ninguna referencia de ellos, mas que el hecho de que la Dicenta es conocida en el mundo de la farándula teatral, y eso en el mundo de la música no es suficiente.

Sin embargo reconozco que en cuando escuché a Natalia cantar, me di cuenta de que había hecho muy bien en ir. Realmente me sorprendió su voz: potente, afinada y tirando a “negra”, algo sorprendente en esta chica rubia y de ojos azules que, pese a que los años van pasando, tiene una presencia magnífica.

Sobre el escenario se le notaban también las tablas, y eso supongo que se lo da el haberse dedicado al oficio de actriz desde muy joven, y le dio al espectáculo un aire digamos…teatral y hasta cabaretero en ocasiones, que hizo la noche muy amena. La chica sabe que canta bien, y que gusta, y se regodea, llegando a veces a exagerar los gestos y las sonrisas – claro, con esa dentadura blanquita y perfecta, también sabe que puede – pero se le perdonaba cada vez que cantaba, porque tengo que reconocer que lo hace muy bien.

El repertorio también influyó para el éxito de la noche, ya que fue cambiando de estilo con estudiada sabiduría, haciendo temas de Aretha Franklin (“Ain´t no way”), de Billy Joel (“Just the way you are”), de los mismísimos Beatles – o mas bien de McCartney – con una animada versión de “Blackbird”, de Marvin Gaye o standards como el “Summertime” , el famoso “Over the rainbow”, e incluso un popurri de temas de Cole Porter al final del concierto.

Como no puede ser de otra manera, dediqué también mi atención a todos los músicos que la acompañaban y arropaban. El principal, por ser el líder del quinteto, y además el arreglista de todos los temas, era el pianista panameño Vicente Borland. Como pianista no me pareció nada del otro mundo – tocaba muy bien, pero sus improvisaciones no eran nada originales- pero como arreglista me pareció magnífico. Todos los temas tenían un toque especial, y se notaba que estaban muy trabajados. El resto de la banda lo formaban el veterano guitarrista Santiago Reyes, que a pesar de tener algunos problemas de digitación (no se si fue solo esa noche) me pareció un correcto guitarrista, y si que hizo algún solo realmente expresivo, además de un precioso acompañamiento a dúo con Natalia en un tema al comienzo del segundo pase. En el saxo estaba Marcelo Peralta, quien realizó a la perfección su trabajo de acompañante de cantante, dándole la réplica con arreglos muy estudiados, y quien también hizo algún solo de interés. Y en la sección rítmica Christian Perez en el contrabajo y Antonio Calero en la batería, que se mantuvieron en un discreto segundo plano, que para mi es la postura correcta.

Por tanto una nueva noche de disfrute en el Central, esta vez inesperada y quizás por ello mucho mejor saboreada.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Noemí Pérez Quartet, la elegancia hecha cuarteto.

Noemí Pérez Quartet, sábado 7 de noviembre de 2009 (Studiocafé, Almería)

Siempre se me hace complicado comentar un concierto donde participa algún amigo, luego en esta ocasión me temo que la complicación va a ser máxima, dado que considero que cuento con un poquito de la amistad de los cuatro músicos que estaban en el Studiocafé, e incluso tengo la suerte de compartir escenario con dos de ellos en ocasiones.

Pero como ese acuerdo que tengo conmigo mismo me obliga a escribir algo parecido a una crítica - aunque no me gusta esa palabra - cuando asisto a un concierto que no me deja indiferente, no llevaban interpretados ni tres temas, y ya había decidido que tendría que hacerlo en esta ocasión.

La formación era "Noemí Perez Quartet", un nuevo proyecto de la música almeriense y que yo tenia muchas ganas de ver en directo. Tras un primer intento, en su concierto de presentación el 12 de septiembre en el club Clasijazz, que se tradujo en fallido, ya que debido a la masiva asistencia de publico y a mi falta de previsión - todo se hubiese arreglado llegando antes al concierto – hizo que tuviese que fastidiarme y aguantar mi ganas de oírlos, ya que yo quería disfrutar de ellos con tranquilidad y no rodeado de gente, ruido y humo, seguro como estaba de que la música que iban a ofrecer lo merecería.

Los miembros de esta formación son bien conocidos para todos los aficionados a la música - y a jazz, en particular - de nuestra ciudad:

Noemí Pérez es una cantante fabulosa, a la que yo solo había escuchado en directo en una ocasión. Hace unos años, en el curso que la UAL organizó sobre los Beatles, ella, junto con su marido, el querido y añorado por todos Luís Gazquez, nos deleitaron con unos cuantos temas de Lennon y McCartney, arreglados por Luis, y que nos dejaron boquiabiertos.

También había visto algún video del espectáculo "Elvis Rules", en el que Noemí participa como cantante, y ya me habia dejado bastante impresionado (por ejemplo, un "Amazing Grace" que corta la respiración). Pero en el ámbito del jazz aún no la había disfrutado, y ese era uno de los motivos principales de mi interés.

El otro motivo era la sección rítmica. Precisamente la misma que durante algunos años acompañó a uno de nuestros mejores saxofonistas, Pepe Viciana. Me refiero al pianista Pablo Mazuecos, el bajista Javier Dominguez (a quien todos en Almería conocemos más familiarmente como "El vecino", y al batería Eduardo Mortensen. Tres sólidos músicos de los que siempre se puede esperar algo bueno y de calidad, junto a una voz privilegiada. La propuesta no podía ser mas interesante, y como comprobé anoche, no defrauda en absoluto.

Un cuarteto de jazz vocal puede plantearse de muchas formas, pero en general estamos acostumbrados con bastante asiduidad a la "formula fácil", esto es: Se juntan cuatro músicos, eligen unos cuantos "standards" bien sobaditos, se arreglan mínimamente - alguna que otra intro de piano, unos finales previsibles y poco trabajados, y se intercalan 4 o 5 baladas con 4 o 5 temas swing, a tempo medio o rápido, y ya tenemos un cuarteto listo para tocar en cualquier boda, bautizo, comunión o festival, según se tercie.

Esa no es la fórmula del "Noemí Perez Quartet", para nada. Estos cuatro han querido aportar algo, hacer una música diferente y arriesgando. No es este un cuarteto típico, no es un grupo montado "para cumplir". Trabajo, buen gusto e imaginación son cualidades que me invadieron anoche desde el primer tema.

Cada tema lo abordan desde una perspectiva, intentando darle un carácter personal, creando infinidad de ambientes de soporte a la vocalista, con Pablo Mazuecos aportando unas armonías nada sencillas, muy en su su linea de gusto por el jazz norte-europeo, y con un sólido Javier Domínguez dando un perfecto soporte con su bajo eléctrico, que permitía que Eduardo Mortensen experimentase con los ritmos, e imprimiéndole todos una enorme personalidad a su sonido. Todo ello complementado con unos cuidados arreglos, sin caer en tópicos fáciles, ni en finales improvisados, sino todo lo contrario. Equilibrio entre el buen trabajo previo y la improvisación sobre el escenario, pero en los lugares en lo que debe estar. Para mí, lo que debe ser un buen grupo de jazz.

El repertorio que nos presentaron también huía de lo previsible, lo que no quiere decir que fuesen temas totalmente desconocidos. El cancionero americano es muy amplio y hay temas maravillosos que siempre es un placer descubrir o re-descubrir, según sea el caso. Sonaron desde standards como "Darn that dream" , "Tenderly" - con un arreglo tremendamente original, o el siempre bien recibido “My funny Valentine”, hasta temas tan recientes como el "I know you know" del último CD de la bajista y vocalista Esperanza Spalding.

Sublime el "Nature boy", basado en una versión de ese genio del piano que es Stefano Bollani, pero solo basado porque estos cuatro lo hicieron suyo desde el primer compás.

Y otra impresionante balada, "Ghost of a chance", donde además de la demostración de sabiduría vocal de Noemí, el pianista Pablo Mazuecos nos regaló el mejor solo de piano de la noche, de una sencillez y con un sentido impresionante, sabiendo siempre a donde quería llegar. Yo, como pianista, paso muchísima envidia sana en momentos como esos, pero los disfruto al máximo y trato de aprender (que es algo que me ha inculcado desde hace años mi amigo y maestro Chipo Martinez, que de esto sabe un rato largo).

El concierto casi terminó – que cortito se me hizo, de verdad - con un recuerdo a ese gran pianista y persona que fué - y seguro que lo sigue siendo en alguna parte - Luís Gazquez, con un tema - "I miss you old friends" - que Noemí cantó de maravilla, a pesar del nudo que debía tener en su garganta en ese momento y de la lagrimas que no pudo impedir le bajasen por sus mejillas.

Un par de bises - y por que no quisieron seguir, porque se les pedía mas - pusieron punto final a la noche: "Body and soul", según Noemí uno de los temas preferidos de su Luís (bueno, y de alguno mas, porque hay temas que son verdaderas bendiciones), y con el standard "We´ll be together again", maravillosa balada que ya en su día "bordaron" los maravillosos Bill Evans y Tony Bennett, y que anoche nos dejó con la boca abierta tras la maravillosa interpretación de este cuarteto.

Resumiendo, una maravillosa velada de jazz, con un grupo que nos va a dar muchas satisfacciones a los aficionados a la buena música en Almería, y espero que también las den por el resto del territorio nacional, pues tienen calidad como para ello.

Y, por último, gracias también a la iniciativa que está teniendo el actual gerente de Studiocafé, Alberto, que está apostando mucho por la música en la capital, haciendo un gran esfuerzo, ya que no es fácil mantener la continuidad en este tipo de actividades como el lo está haciendo.

lunes, 20 de julio de 2009

Lionel Loueke, Allen Toussaint y Wynton Marsalis JALCO con Chano Dominguez: el final de una intensa semana

Lionel Loueke Trio (Teatro Principal) , Allen Toussaint y Wynton Marsalis JALCO con Chano Dominguez (Polideportivo de Mendizorrotza), Vitoria-Gasteiz, 18-07-2009


Y casi sin darme cuenta, llegó el último dia del festival. Lógicamente ya estoy escribiendo esto desde casa, de vuelta en mi Almería, ya que el día siguiente tuve que emplearlo en el viaje de vuelta, y no pude permitirme el lujo diario de escribir mis impresiones nada mas despertarme cada mañana. (De hecho comencé a escribir esto el lúnes, y estoy terminándolo el jueves, lo cual indica claramente que se me acabaron las vacaciones, al menos por ahora).

Como ya he comentado mas de una vez, y los desocupados que lean este blog lo sabrán, no me impongo ninguna norma al escribirlo, ninguna obligación. Por tanto, como el concierto de la tarde, el del trio de Lionel Loueke me dejó bastante frió, y realmente no se si fue por ellos...o por mi, voy a tomarme la libertad que mi propio blog me da, y no voy a hacer reseña de dicho concierto.

Así que me paso directamente, como si la tarde la hubiese pasado en una larga siesta - bueno, algo parecido quizás me ocurrió - y directamente aparecí en Mendizorrotza.

El primero de la noche era Allen Touissant. Voy a ser sincero, según todo lo que he leido sobre él, debe tratarse de una leyenda viva de la música de Nueva Orleans, pero yo ni me habia enterado. Lo cual me demuestra que cuanta mas música conozco y escucho, mas inabarcable me parece este mundo.
Dicho esto, este buen hombre, todo un venerable y elegante hombre de color - de color negro, vamos - se sentó ante un piano de cola, y el solito nos brindó un amable concierto, donde hubo mucho sabor a blues, a dixieland, a rithm´n´blues, a country, en fin a muchas de esas raíces que poco a poco han ido formando a todos los músicos norteamericanos, en primer lugar, y del resto del mundo despues, y que han dado lugar a esto que llamamos jazz.
Lo que Touissant hizo no puede decirse que fuese jazz, aunque tuvo sus improvisaciones, pero realmente demostró ser un buen artista, notable pianista y no muy destacado cantante, pero bastante soportable en esas lides. Supongo que es mas compositor para otros músicos que para él mismo. Da igual, a mi me agradó, sin entusiasmarme, y aplaudí con gusto cada una de sus interpretaciones. Y hubo momentos realmente brillantes con el piano, en donde enlazaba, a modo de mega-meddley cantidad de melodías conocidas, procedentes de todo tipo de composiciones - clásica, blues, pop, etc - con una maestria realmente notable.
Como el hombre tampoco debe estar para muchos trotes, su concierto duró unos 60 minutos, no creo que mas.
Tras el descanso, me preparé - ya bastante cansado físicamente - para el último concierto: La Jazz at Lincoln Center Orchestra, dirigida por Wynton Marsalis.
El repertorio a escuchar no era una sorpresa: ibamos a escuchar la versión completa de la Suite Vitoria, composición de Marsalis, para orquesta - de jazz, entiendase - totalmente dedicada a la ciudad de Vitoria. Todo un lujo para los vitorianos, la verdad.
En su día, hace 3 años, presentó una primera versión de la suite, pero justo ese día yo no pude estar en ese concierto.
Pero, el destino ha hecho que si que haya podido escucharla, y ademas al parecer mejorada, y con un invitado muy especial. Como dijo Wynton, su "brother" Chano Dominguez estaba ahi para tocar en un par de movimientos de la suite, en la que ha colaborado ayudando a Marsalis en las partes mas flamencas - estilo musical en el que el norteamericano, como es lógico, no es un experto.
¿Que me pareció la suite?. En conjunto, me gustó, pero al ser bastante larga, lógicamente hubo movimientos que me gustaron mas que otros. En general no soy muy aficionado a las Big Bands, salvo casos excepcionales como la de Duke Ellington, que me gusta mucho. Entiendo que la composición para este tipo de orquesta es un reto para cualquier músico, trabajar los arreglos para todos los metales tiene que ser muy bonito y muy gratificante para un compositor. Pero, después, a mi para escucharlo, no suele emocionarme demasiado.
Si a eso le sumamos que la composición de Marsalis, que es bastante tradicional - y no lo digo de forma peyorativa - no sorprendía demasiado, pues reconozco que tuve mis ratitos de sopor.
El movimiento que mas me gustó, pues claramente el llamado "Buleria", en el que salió Chano al piano, junto con su mini-grupo flamenco: El piraña al cajón, un cantaor - olvide el nombre - y el bailaor Tomasito, que es todo un espectáculo.
Para terminar el concierto, una composición de Chano Dominguez, llamada "De Cadiz a Nueva Orleans", que no estuvo nada mal.
Y así llegó a su fin una intensa semana, unos días en los que puedo garantizar que logré olvidarme de la rutina y problemas diarios, y centrarme en lo que mas me gusta: la música. Es una terapia que recomiendo a cualquier melómano, músico..y me atrevería a hacerlo extensivo a cualquier persona con sensibilidad. Todo un placer estar en Vitoria en su semana de festival de jazz. Espero seguir repitiendo mientras el cuerpo - y la economía - aguante.

sábado, 18 de julio de 2009

Madeleine Peyroux y Dee Dee Bridgewater, recordando a Lady Dayd

Madeleine Peyroux y Dee Dee Bridgewater, Polideportivo de Mendizorrotza (Vitoria), 17 de julio de 2009.

Y llegó la noche de las cantantes. La que yo temía, porque sobre el papel no me apetecia nada de nada.
Sobre todo por Madeleine Peyroux, que me perdone la chica, que no tengo nada contra ella. Pero es que me aburre soberanamente. Y además, parece que me persigue, porque es la tercera vez que la veo. La primera fué aqui mismo, en Vitoria, en el 2005, precediendo al loco de Jamie Cullum. En aquella ocasión no me aburrió tanto, el concierto fué corto, era la primera vez que la eschaba, y ademas despues me lo pasé tan bien con Cullum, que la olvidé rapido. La segunda fué en mi ciudad, Almería, hace un par de años en el festival de jazz, y ahí si que me aburrió bastante, aunque a su favor diré que de ese concierto salí con la idea de comprarme una melódica - cosa que hice - porque me gustó mucho ese sonido, que en pequeños momentos introducia su teclista.
Pero anoche, reconozco que no me apetecia nada tragarme otro concierto de ella.
Además, no se porque se empeñan en meter a esta chica en los festivales de jazz: con todos los respetos, ella canta canciones, pero no es cantante de jazz. Y canta bien, afina, tiene un timbre de voz que a veces se asemeja al de Billie Holliday...todo lo que se quiera, y sus músicos tocan instrumentos típicos del jazz, pero la unión de todo eso no es jazz. Bueno, desde que Jethro Tull ganaron un grammy por uno de sus discos como mejor banda de Heavy Metal, uno ya se lo espera todo.
Pues, efectivamente, no nos decepcionó - hablo en plural porque anoche tambien pudo venir mi mujer, que ya es mala suerte justo venir solo a este concierto - y nos volvió a aburrir un ratito.
Hizo muchas canciones de su ultimo CD, "Bare Bones", incluida la versión del famoso tema de Leonard Cohen "Dance me to the end of love". Al final de concierto se acercó un poco al jazz, haciendo un par de temas del repertorio de Billie Holliday, a quien, por cierto, estaba dedicada la noche.
Para colmo, cosa bastante inusual en el festival de Vitoria, hubo problemas con el sonido. O cierto sector del público parecia tenerlos, ya que ademas así lo manifestaron dirigiendose directamente a la artista, quejandose al parecer por un excesivo volumen del bajista. Debia de ser un problema existente en la parte derecha del pabellón, porque nosotros que estabajos situados en la zona izquierda no notamos nada raro. Pero vamos, que practicamente tuvo que interrumpirse el concierto, y hacer una "mini prueba" de sonido improvisada, para ajustar ese problemilla. En fin, pasa hasta en las mejores casas.

Tras el bocata, venía el plato fuerte de la noche: Dee Dee Bridgewater.
Esta si, es una verdadera cantante de jazz, y esta si que venia presentando su disco homenaje a la Holliday. Particularmente - vaya noche que llevaba - no me gusta mucho su voz, pero reconozco que es una cantante excelente. Su repertorio estuvo totalmente basado en temas de Billie Holliday, bien compuestos por ella o que eran típicos de su repertorio, como el estremecedor "Strange fruit", un animado "God bless the child" donde su saxofonista hizo las delicias del respetable o los clásicos standards "All of me", "Lady sings the blues" y "Lover man".
Sus músicos eran solventes. Me gustó muchisimo el pianista, Edsel Gomez, portorriqueño creo, que demostró virtuosismo y buen gusto en sus solos. La sección ritmica muy correcta, como debe ser cuando se acompaña a un cantante, y el saxofonista me gustó con el tenor, cuando cogia el alto, demasiadas estridencias para mi gusto.
Tambien hubo algun buen momento de "scat" por parte de la Bridgewater, ya casi al final del concierto. Lo que si que hizo fué no parar de hablar durante todo el concierto, cosa que se agradece. El problema es que los que no pillamos el 100% del ingles, nos perdemos algunas bromitas. Muy simpatica, muy entregada, y muy buena cantante y músico. Finalmente, reconozco que salí con buen sabor de boca del concierto. Si el caso es disfrutar, que para eso venimos a estas cosas. Aunque a veces me pongo algo crítico, eso no quiere decir que sufra durante el concierto - para eso...no iria - son cosas del dia siguiente, en el que uno tiende a racionalizar, pero en el momento de la música en directo, la magia que produce suele curarlo todo. Bueno, todo...menos el aburrimiento de la Peyroux :-)

Hadrien Féraud & Rumeurs, frio frio frio

Hadrien Féraud & Rumeurs, Teatro Principal (Vitoria), 17 de julio de 2009

Penúltimo día de festival, y mirando el cartel quizás, para mi gusto, no el que mas esperaba. Y en cierto modo se confirmó, como ahora contaré.
El concierto de la tarde era para mi una incógnita, porque no había conseguido casi material de este bajista. En la publicidad del festival lo anuncian como una especie de heredero de Jaco Pastorius, y eso son palabras mayores.
El concierto comenzó con muy buena pinta, con una introducción muy trabajada del teclista - Michael Lecoq, que portaba dos Clavia de los que a mi me gustan, abajo el NordStage 88 y arriba el Nord Lead II, si no me equivoco - y al que se fueron sumando sutilmente el resto de músicos.
El líder, Hadrien Féraud, ya desde el principio dejó claro que era un virtuoso del bajo, de ello quiso dejar constancia durante todo el concierto, quizás en exceso. El resto de la banda, todos bastante jóvenes en apariencia, también tocaban a cierto nivel.
¿Donde estuvo el problema para que terminase aburriéndome bastante? Pues en la monotonía de lo que interpretaron. Temas muy largos, muy similares - a veces no se distinguía si habían terminado uno o empezado el siguiente - con melodía muy poco definidas, solos bastante complejos pero siempre repitiendo una estructura ascendente que llega a cansar si se abusa de ese efecto.
Mas problemas, esta vez supongo que del técnico de sonido: la batería se comía casi todo, sobre todo al teclista, de tal forma que algunos de sus solos no llegaban ni a escucharse. Se le veía ahí, afanado y voluntarioso, pero al patio de butacas no llegaban mas que los tremendos golpes de Yohann Shmidth, que supongo que estaba ajeno al problema, que si no estoy seguro de que se hubiese contenido un poco.
El guitarrista, Jim Grandcamp, tuvo alguna intervención interesante, pero el sonido de su guitarra, con los efectos correspondientes, era a veces casi idéntico al del Nordlead del teclista, con lo cual, en ocasiones, no se distinguía bien cual de los dos era el que estaba improvisando.
Y que decir del quinto músico?. Freddy Jay - o tal y como suena FreDJ - con sus dos platos, haciendo todo tipo de ruiditos. Tengo que decirlo: para mi sobró en el 90% del tiempo. En algún solo del teclista, llegue a pensar que había un problema de interferencias, y resultó ser el DJ haciendo todo tipo de extraños sonidos, que yo entiendo no venían a cuento. Hadrien comentó - en una de sus pocas y escuetas intervenciones - que era el primer concierto con ellos. Quizás debería de plantearse si no sería mejor que también fuese el último, con todos mis respetos al tal Freddy. Pero es que se cargó algunos de los momentos buenos, que los hubo. He visto a otros músicos que integran este tipo de experimentos con su música - como es el caso de Jorge Drexler - y que lo hacen de forma mas acertada.
Solo reconocí un tema - el resto debían de ser originales - que fue una versión del "Message in a bottle" de Police, muy propio para ser adaptado por otro bajista.
Hadrien Feraud toca bien, muy bien, diria yo, y supongo que con los años irá poniendo algo mas de alma a su música, y no se quedará en mero exibicionismo, porque creo que reune buenas condiciones y tiene buen gusto. De ahi... a compararlo con Jaco, me parece un despropósito. Siempre se tiende a etiquetar, y a nombrar herederos de los grandes con demasiada ligereza, como esos críticos musicales que se empeñan en mantener que esos macarras estúpidos y maleducados de Oasis son los herederos de los Beatles. Pues no les falta clase y talento a los famosillos hermanos Gallager, que no le llegan a Lennon-McCartney ni a la suela del zapato. Pero son cosas de la mercadotecnia y del periodismo de masas, que con ese tipo de cosas venden. Yo, desde mi solitario blog, como puedo opinar lo que me parezca, sin la presión de nadie - que para eso hago esto sin cobrar, por el mero gusto de contar mis experiencias - , digo las cosas como las siento, y no como es políticamente correcto decirlas.
En resumen, que me aburrí un poquito con el Sr. Féraud, pero bueno, en un festival de este calibre, como en una buena feria taurina, una mala tarde la tiene cualquiera.


viernes, 17 de julio de 2009

SMV (Stanley Clarke, Marcus Miller y Victor Wooten) y Stefano Di Battista Quartet, o cuando el buen jazz gana al espectáculo

SMV (Stanley Clarke, Marcus Miller y Victor Wooten) y Stefano Di Battista Quartet, Polideportivo de Mendizorrotza (Vitoria-Gasteiz), 16 de Julio de 2009

Y llegamos a la noche del jueves - ya van pesando los conciertos, que el cuerpo aguanta hasta un límite - en la que el menú era, cuando menos, dispar. Por un lado, jazz eléctrico y por otro un cuarteto acústico.
Tal y como estaba anunciado en el programa, primero actuaría el cuarteto de Stefano Di Battista y despues los espectaculares SMV, pero no fué así. Sin explicaciones - estas cosas deberian de cuidarse mas en el festival - el segundo plato pasó a ser el primero. Cosas de horarios de aviones y otros compromisos, supongo, por parte de cualquiera de los 2 grupos.

El caso es que al entrar al polideportivo ya se adivinaba que los primeros serían los super-bajistas, porque el tinglado que estaba alli montado así lo indicaba.
En primer lugar, y para no repetirme, os remito a la primera crónica que hice de este concierto, allá por noviembre de 2008, porque pasaron por mi ciudad, Almería. Podeis leerla pinchando aqui.
Pues bien, ahora es mas fácil, porque solo tengo que contar las diferencias, que las hubo.
En primer lugar, se nota cuando unos músicos tocan en un festival grande, como es este, porque salen al escenario mucho mas motivados, con mas ganas de meterse al publico en el bolsillo, o de quedar bien para las cámaras. Es normal, y hasta humano.
El teclista, Federico Peña, con quien comparto alguna charla a traves de myspace, ya me aseguró que aqui intentarían que el show fuese mas espectacular y mas participativo que el de Almería.
La estructura del espectaculo fué basicamente la misma:
Primero, presentación del grupo, con un par de temas en el que los tres bajistas hacen "de todo" a su instrumento, acompañados de forma mu potente y efectista por batería y teclados.
Despues, cada músico tiene su pequeño espacio, empezando por Wooten, que sigue alucinandome con esa técnica de tapping que tiene. No se sabe de donde salen tantas notas, porque parece increible que todo lo esté tocando el.
Tras Victor, le toca el turno a Marcus Miller, y reconozco que anoche fué el que mas me gustó. Su técnica de slap es simplemente espectacular. Y cuando deja el bajo, y agarra el clarinete bajo tambien vuelve a sorprender. Con este instrumento hizo "meddley" con algunos temas conocidos, alguna melodia-homenaje a Michael Jackson, jugueteo con el ya clásico del Miles de los 90 "Time after time" , sonó tambien algo de "My one and only love", y como fin de fiesta, un super-funky "Tutú", que nunca puede faltar.
El que quizas no tuvo su noche fué el mas veterano, Stanley Clarke. Posiblemente andaba desganado, pero el caso es que no me sorprendió mucho lo que hizo. Con el contrabajo intentó deslumbrar, pero lo ví falto de ideas, repitiendo clichés, y como con ganas de terminar.
Y, efectivamente, tras su solo de contrabajo, anunciaron que el concierto se acababa. Un final algo abrupto, y que debió de estar motivado por las prisas por marcharse, porque si no...no se entiende.
Eso si, dejaron el tiempo justo para un "bis" que estaba cantado que se les pediría, y cuando yo pensaba que terminarian, como en Almeria, con el "School days", resulta que volvieron a la carga con el difunto de moda, Michael Jackson, e hicieron una versión algo descafeinada y oportunista del "Billy Jean", que denotaba no estar muy trabajada.
Asi que, aunque no puedo decir que no disfrutase, porque es superespectacular un concierto de ese tipo, reconozco que no me dejaron totalmente satisfecho.
Y para colmo, despues de ese vendaval, llegaba un cuarteto acústico totalmente distinto. No sabia como mis oidos iban a encajar ese cambio tan drástico.
Me comí el bocata viendo como cambiaban milagrosamente el escenario, que en unos 15 minutos pasó de estar lleno de amplis enormes, y resto de parafernalia, a contener los elementos mínimos, eso si...con un precioso organo Hammond B3 autentico como protagonista central.
Y ocurrió el milagro!!. En cuanto esos 4 pedazo de músicos empezaron a tocar, se le olvidaron los bajistas y la madre que los parió!!!.
Que super concierto de jazz bien facturado nos dieron los chicos de Stefano Di Batista!!!. Haciendo un jazz tambien bastante moderno, super original (Stefano insistia siempre "composizione originale", con su acento italiano), me dejaron maravillado.
No se si podria destacar a algún musico, porque todos me parecieron magníficos en su instrumento. El trompetista Fabrizio Bosso, italiano, combinaba un fraseo perfecto con una velocidad endiablada, y usando de forma muy original la sordina. El organista (que suele ser pianista) Baptiste Trotignon tambien dejó clara su calidad, tienendo ademas la doble tarea de ser el bajista - hacia los bajos con la mano izquierda, en lugar de con el pie, como suele ser habitual en otros - y el organista. Y nos regaló improvisaciones muy bien construidas. Ademas de acompañar muy bien, y de crear esos climas que solo un hammond puede conseguir.
Y el bateria, el americano Eric Harland, tambien me pareció espectacular.
El repertorio, como decia antes, "tuto compozicione originale", casi todas de Stefano, pero que, en un tono de broma que hizo las delicias del público, siempre preguntaba su título al trompetista. Según el, aunque el componia los temas, era Fabrizio quien les ponia el título. Casi todos eran temas de su disco "Trouble Shooting", grabado con estos mismos músicos, mas Russell Malone en la guitarra (ojalá hubiese podido venir tambien), con titulos como "I will love you", dedicado a su mujer o "Weather or not". No recuerdo mas titulos.
Cortisimo se me hizo este concierto, me hubiese quedado una hora mas escuchando a estos cuatro, y eso que, como decia al principio, ya el cuerpo va notando estos dias de febril actividad musical, y mi espalda se resiente de tanta butaca.
A la salida, me pasé por el "World Music", donde volvia a estar tocando mi amigo Adrian, y despues nos pasamos tambien por otro club clásico de Vitoria, el "Rio", donde tocaba un grupo funky-dance muy potente. Ahí, tras escuchar entre el gentío varios temas...mi organismo decidió por mi que "ya estaba bien", y no tuve mas remedio que retirarme al hotel.
Otro buen dia de música en Vitoria, que le vamos a hacer!!!

Triphasic, la música, la electrónica y el descaro

Triphasic (Llibert Fortuny, Gary Willis y David Gomez) , Teatro Principal (Vitoria), 16 de julio de 2009.

Acudí por la tarde al Principal con ganas y con expectación. La noche anterior ya había tenido un adelanto de los Triphasic, con el mejor invitado que podian tener: Pat Metheny, y me dejaron sorprendido y contando las horas para su propio concierto.
Cuando me enteré de que venían a Vitoria rápidamente me hice del disco "Shaman", y decidí tras su escucha que si había algún concierto de los del Teatro Principal que no quería perderme, ese era el de este alocado trio.
Ya tenia mis referencias, porque desde que lo escuché por primera vez me llamó mucho la atención el saxofonista Llibert Fortuny. Es uno de esos tipos que uno intuye que va a triunfar, porque tiene algo especial. No se de que forma me enteré de la existencia de su disco "Un circo sin leones", grabado en el 2004, creo, y me gustó mucho lo que hacía.
Ahora ha montado, con la ayuda de otros dos grandes músicos - Gary Willis al bajo y David Gomez en la batería, este trio super-electrico, demencialmente eléctrico, diría yo.
Sobre el escenario, además de los instrumentos esperados (saxo, bajo y batería), dos mesas de trabajo en las que destacaban sendos Macintosh, como si fuesen - y lo fueron - dos instrumentos mas.
No me suele gustar la música hecha con ordenadores, cuando se trata de experimentos de laboratorio, en los que gente que no son verdaderamente músicos se dedican a tontear con las maquinas, con un software que alguien ha diseñado para genera música "a lo tonto". Pero lo que hacen estos es otra cosa: usan los ordenadores como otro instrumento, sacándole el máximo partido, y todo ello con el mérito de hacerlo en directo y mientras ademas tocan de forma magistral su propio instrumento.
Nos presentaron en directo el material de su disco "Shaman" (el bromista de Llibert aseguraba que Willis le llamó así tras su estancia en Argentina, debido a las muchas llamadas de telefono recibidas "che...the shaman al teléfono!!!"). Según el propio Fortuny, solo debías creer un 2% de las cosas que decía, asi que...intuyo que el título debió de venir por otra cosa.
Precisamente ese tema - "Shaman" - fue uno de los que hicieron la noche anterior con Pat, y a él se lo dedicaron por la tarde.
El resto de temas, todos muy potentes y trepidantes, salvo una preciosa balada llamada "Invisible", del maestro Willis, cuyo dominio del bajo apabulla.
Si no recuerdo mal, tocaron "Eye Candy", "A dog´s life" - con Llibert bromeando con el público, haciendo de ventrilocuo con un perrito de trapo que llevaba en su particular "atrezzo" - "Diarrea", tema que según el hace referencia exactamente a eso, incluido el ruido de tripas inicial y "Sugus", que tuvo el detalle de dedicar a su dentista, al que no puede pagar ni con lo que cobra en un festival como Vitoria, y todo ello por culpa de su afición a esos ricos caramelos en su infancia.
Algún tema mas, que debía de ser el próximo disco que tienen en preparación, y que no recuerdo su nombre, completó un fantástico concierto en el que hubo buena música, mucha marcha - menudo batería este David Gómez - y muy buen humor en el escenario, porque Fortuny es todo un showman, al que se le nota de lejos que disfruta mucho con lo que hace.
Eso si, concierto no apto para ortodoxos - no de esos de barba larga y de negro que hay en Israel, sino de los que, si por ellos fuese, todo se habría acabado después de Charlie Parker. De hecho, un par de espectadores que yo tenia a mi lado, abandonaron la sala antes de llegar a la mitad del concierto. Bueno, sobre gustos...ya se sabe.

jueves, 16 de julio de 2009

Pat Metheny & Charlie Haden / Diego Amador Cuarteto, la noche de las colaboraciones

Pat Metheny & Chalie Haden, Diego Amador Cuarteto (con Javier Colina), y...mas sorpresas, Polideportivo Medizorrotza (Vitoria-Gasteiz), miércoles 15 de julio de 2009

Vamos a ver como os cuento yo todo lo que pasó anoche en Mendizorrotza. Por hacer un simil, podria decir que el concierto de ayer es comparable a esos partidos Barcelona-Atletico de Madrid, con muchos goles, buen futbol a ratos, pero sobre todo emoción y sorpresas. Vamos...un concierto de los que crean afición.
El primer responsable de estas cosas suele ser Iñaki, el organizador del festival, que suele gustar de embarcar a músicos de diferentes procedencias y ver que sale de la mezcla.
Y el segundo, en este caso, el guitarrista Pat Metheny, que pese a ser una figura mundial, parece que no se le ha subido "el pavo" y es capaz de pasarse casi 4 horas en un escenario, tocando con todos y de todo, y disfrutando con todo lo que hace. Pero vayamos por partes.

La noche comenzó con el esperado duo Metheny-Haden, en el que dieron un repasito a su precioso disco del 97 "Beyond the Missouri Sky". Temas intimistas y preciosistas, como esa fabulosa versión del clásico de Mancini "Two for the road" que tanto le gusta a mi amigo Antonio Gómez, sonaron maravillosamente en directo. Al principio de la noche Metheny estuvo algo "torpón" pisando cuerdas, pero...no se lo t
engamos en cuenta. El sonido del contrabajo de Haden - ya me lo dice siempre mi amigo Chipo - no es precisamente elegante, pero sus solos suelen ser preciosos.
Tocaron temas como "Waltz for Ruth", "Our spanish love song", "Message to a friend", "First song" y "the precious jewel", con Haden haciendo la melodia al contrabajo mientras Pat rasgaba freneticamente su acústica. Eché en falta uno de mis favoritos del disco, "The moon song", o el precioso "Spiritual" que lo cierra, pero...no podian tocarlo todo. Para compensar, tocaron uno de mis favoritos de Metheny, "Farmer´s Trust", un tema que aparecia en el mitico album en directo "Travels". Así transcurrió la primera parte, con ese ambiente íntimo, y con lo que probablemente Haden (parafraseando una opinión suya en un anterior concierto) denominaría como "beautiful music" , sin mas.
El bis, tambien muy acertado: "Blue in green", supongo que como particular homenaje al aniversario del "Kind of blue" al que tanto bombo se le está dando en este festival.

Tras el pertinente bocata, el escenario estaba preparado para el flamenco-jazz del Diego
Amador.
Reconozco que no conocia bien a este particular pianista, y al principio pensé que no iba a gustarme, porque ya se sabe que eso de fusionar el flamenco con el jazz...o sabes hacerlo o suena a feria de pueblo.
Pero cuando Amador se metió en materia, resulto demostrarme que se trata de un pianista, cuando menos, original y fresco. Es cierto que salpica de flamenco todo lo que toca, y que, por lo que veia en las pantallas de video gigantes, su técnica al piano es cuando menos curiosa, pero el resultado, que es lo que cuenta, es espectacular. Imprime una fuerza al piano que pocas veces tiene uno la ocasión de presenciar. Su sonido es muy guitarristico, ya que supongo que habra estudiado el piano desde el punto de vista de los guitarristas flamencos, y ciertamente suena muy bien. Tiene un sentido del ritmo fabuloso, y en ocasiones...cuando no sonaba tan aflamencado, se acercaba con muy buenas formas al blues.
El grupo que lo acompañaba, con su hijo - Diego Amador Jr.- en el cajón, un bateria increible - Israel Valera - y un contrabajista - no me acuerdo de su nombre - le daban perfectamente la réplica, y en cuanto mis oidos se acomodaron al cambio de sonido (recordad que unos minutos antes sonaban las suaves melodias de Metheny y Haden), empecé a disfrutar de lo que sonaba.
Como invitado especial - el primero - tenian al experimentado contrabajista Javier Colina, todo un veterano del jazz español. Su ultimo trabajo sonado fué el de acompañar a Bebo Valdes y el Cigala en su famoso "Lagrimas Negras". Pero lo que llevamos años escuchando jazz sabemos que Colina es toda una institución en este pais.
Como es normal, su interveción fue fabulosa, adaptandose perfectamente a los aires flamencos que reinaban en el escenario.
Cuando el concierto llegaba a su fin, la verdad es que creo que todos esperabamos que Metheny se marcase una colaboración, y así fue: el "monstruo", como lo presento Diego Amador, se sumó a la fiesta, y tocó un par de temas con el grupo de Amador. El primero creo que era un tema del propio Metheny, y hubo momentos en que Diego Amador casi se transformo en Lyle Mays (de perfil y con las melenas, casi podia dar el pego), y todo sonaba al Pat Metheny Group, pero...con aires flamencos.
Muy curioso. El 2º tema fué otra composicion de Diego Amador, y en esta ocasión fué Pat el que tuvo que adaptarse a ese sonido, sin perder su personalidad en la improvisación. Gran ovación y ya todos dispuestos a marcharnos tan felices...pero no!!!
Por megafonia se anuncia que en unos minutos estarian en el escenario el joven saxofonista Llibert Fortuny con su trio - Gary Willis al bajo y David Gomez en la bateria, y mas tarde el músico vasco Kepa Junquera, para todos ellos colaborar con Metheny.
Hubo gente que...con las prisas...probablemente ya se habia marchado, pues no se esperaba semejante reunión. Los mas prudentes, esperamos, y obtuvimos recompensa.
El Llibert Fortuny Trio - que esta tarde nos deleitará en el Teatro Principal - salio al escenario, y Metheny con ellos, y el cambio fué brutal. Jazz-rock potente, totalmente electrico, con Fortuny jugando con su saxo sintetizado, y como es normal, Metheny tambien con su synth-guitar marroncita, haciendo las delicias de los q
ue, como a mi, tambien nos encantan esos sonidos eléctricos. Se marcaron un par de temas que nos dejaron sin respiración, y ademas con unas ganas horribles de ir a verlos esta tarde.
Otros minutillos de espera, y van sacando al escenario un instrumento que ya tenia yo ganas de escuchar en directo: la "Txalaparta". Instrumento tipico vasco, como una especie de marimba gigante que se toca golpeado con un par de troncos, por parejas.
Aparece Kepa Junquera, con otro músico - al que no presentó, y por eso no puedo decir su nombre- , y Metheny con su guitarra electrica de caja. La mezcla de ese instrumento, mitad percusivo y mitad armónico, con las melodias que Pat iba construyendo con la guitarra, resultaba de lo mas estimulante. Pat improvisó básicamente, aunque entremezclaba melodias y armonias de algunos de sus temas del PMG mas conocidos.
Tambien tocaron otro instrumento, cuyo nombre desconozco, con unos palos mas largos que golpeaban sobre una superficie que parecia de goma, tambien con un sonido de lo mas curioso.
Y tras la percusión, Kepa cogió su acordeón (creo que se llama triki ) y demostró su virtuosismo con ese instrumento. Gran ovación para todos, y ya...por fin se acababa el espectáculo.
Casi en la puerta de salido...escucho otra gran ovación y vuelvo la vista atras: En el escenario, y con sus instrumentos, todos los músicos de la noche reunidos, dispuestos a volver a hacernoslo pasar bien - ya eran casi las 1 de la madru
gada - y aquello no tenia fin.
Volví a mi asiento, y de nuevo a disfrutar con toda esa "maquinaria" de hacer música. Un tema sencillo (probablemente propuesto por Kepa) para que todos improvisasen "de lo lindo".
Un fin de fiesta magistral, porque aunque habia...calculo yo...unos 9 o 10 músicos en el escenario (entre ellos, 3 bajistas-contrabajistas), todo sonaba limpio y claro.
Cuando el concierto se acabó, todos nos mirabamos de reojo como pensando "¿nos vamos...o nos quedamos? A ver si esto sigue....".
Pero no, tenia que terminar....pero fué bueno mientras duró. Probablemente algún purista podria decir que lo de anoche no fué jazz, vale. Pero...y ¿lo bien que lo pasamos?.
Por cierto, una mención muy especial para los técnicos de sonido del festival. Menuda noche complicada debieron de tener, y todo sonó a la perfección. Al Cesar lo que es del Cesar: mi felicitación desde aqui, porque deben ser muy buenos profesionales.
Seguire contando...pero ya mañana, que voy a tomar un rato el aire.




Raynald Colom, calidad y elegancia

Raynald Colom, Teatro Principal (Vitoria), miércoles 15 de julio de 2009

Otra buena tarde de jazz en el teatro Principal. Y esta vez a cargo de un trompetista que promete. Yo ya habia escuchado su mas reciente grabación "Sketches of goove" (está a punto de editar otro CD, por lo que comentó ayer desde el escenario), y me había gustado lo que escuchaba.
Pero la "prueba del algodón" se pasa en directo, y Raynald - para mi gusto - la pasó ayer con creces.
Para ello también se ayudó, como es normal, de un sólido grupo de acompañantes. Empezando por el pianista, el uruguayo afincado en España Jose Reinoso, que es uno de mis pianistas favoritos en la actualidad. Tuve la ocasión de verlo y charlar con el en Almeria, cuando estuvo tocando con el cuarteto de Carlos Carli (Cuarteto Arguy), haciendo una fusión entre el jazz y las melodías y ritmos uruguayos, y me encantó su forma de tocar. Después he escuchado también un disco en solitario que tiene editado, y me confirmó que es un pianista con personalidad. Su papel en la banda de Colom es determinante, haciendo su trabajo de acompañante cuando debía, combinando el piano acústico con un precioso Rhodes que creaba esos ambientes que la música necesitaba, y ejecutando varias improvisaciones excelentes.
Otro músico a destacar - todos eran muy buenos, pero siempre te impresionan unos mas que otros - fue el percusionista de la banda, Roger Blavia. Manejó con soltura todo el completo "set" de percusión que llevaba, pero sin exageraciones. Me gustan los percusionistas sutiles, los que complementan bien al batería, y no intentan meterse en su espacio, y este sabia hacerlo muy bien, adornando cada tema sabiamente. El batería, Marc Aiza, tambien magnífico. Nos regaló un par de solos increibles, y sabia mantener el tempo de maravilla. Y ya me queda el contrabajista, Tom Warburton, que no por comentarlo el último hizo peor trabajo. Quizas no tan espectacular, pero muy efectivo, y combinandose perfectamente con bateria-percusion, cosa que no debe ser nada fácil.
Ah, bueno, me queda precisamente el lider, Raynald Colom. Creo que tiene un gran futuro en el jazz. Su sonido es limpio y afinado, sus solos son originales, y tambien sus composiciones, haciendo un jazz moderno, creando muchos ambientes - pero sin ser musica ambiental, que no es igual - y aunque creo que es bastante joven, parece ya tener muchisimas tablas. Según comentó su mentor ha sido Horacio Fumero - el segundo tema de la tarde "Horacio" estaba dedicado a él - y un contrabajista de esa solera no suele equivocarse.
El repertorio en su mayoria estuvo compuesto por temas del disco que he nombrado "Sketckes of groove", alguno de su anterior CD, y un par de temas del que va a editar próximamente. Como no recuerdo bien los títulos, antes que equivocarme, pues prefiero no decirlos. El que si recuerdo muy bien es una versión espectacular del ya clásico de Paco de Lucia, "Zyryab", que nos dejó a todos boquiabiertos.
Aunque Raynald intentó estar comunicativo con el público, hablando 2 o 3 veces, la verdad es que probablemente se le dá mejor la trompeta que los monólogos. Y que siga así.
Nueva tarde satisfactoria en el Principal, y de ahi al hotel a descansar una horita, una ducha, y para Mendizorrotza, que la noche prometía.


miércoles, 15 de julio de 2009

Mehldau-Haden-Rossi y Cobb, bienvenidos al JAZZ verdadero

Brad Mehldau, Charlie Haden y Jorge Rossi / Jimmy Cobb All Stars, Polideportivo Mendizorrotza, Vitoria, 14 de julio de 2009

Dice el refrán popular que no hay mal que por bien no venga. Y aunque nunca hay que alegrarse por la desgracia de otros - bueno, según quienes sean "los otros", claro - y mucho menos cuando se trata de un buen músico, resulta que una inoportuna neumonia ha dejado "fuera de
combate" al gran saxofonista Lee Konitz. ¿Quiere decir esto que yo no queria escuchar a Lee Konitz? Para nada. Me gusta muchisimo, y es toda una leyenda, y lamento mucho su ausencia. Peroooo...resulta que la primera actuación de la noche quedó reducida de cuarteto a trio, y ¡¡¡ que trio !!!. Desde hace muchos años yo tenia verdadero interés por ver en directo a uno de mis ídolos pianisticos, Brad Mehldau. Y, los que conocen la musica de este soberbio pianista, saben perfectamente que la formación ideal para escucharlo es el trio. Así que anoche, por fin, pude ver al trio de Brad Mehldau. Con el aliciente de que el contrabajista era Charlie Haden - a quien volveré a disfrutar esta noche con Pat Metheny a duo - y el batería Jorge Rossi, su batería de la primera época, y el que, a mi juicio, mejor sabe entender la forma de tocar de Brad.
Un trio de ases, de maestros. Ahora entendereis porque no eché de menos a Lee Konitz, aunque estoy seguro de que si el hubiese estado, el concierto habría sido otro, pero igual de bueno.
¿Que tocaron? Pues poca importancia tiene, porque en estos músicos el tema es una pequeña excusa, un comienzo para empezar a diseccionarlo con cariño, detalle y virtuosismo. Creo que pude distinguir un par de temas de Parker (totalmente irreconocibles), y el tema que mas me impresionó de la noche: una estremecedora versión del "Cry me a river", donde Mehldau mostró al 100% su lado sensible, que no sensiblero, y que me dejó literalmente pegado a mi asiento.
No entiendo tanto de música como para desmenuzar lo que hace Brad Mehldau con el piano, pero sinceramente creo que no hay nada que no pueda hacer con el. Tiene dos manos derechas, o dos izquierdas...o quizas cuatro manos, por lo que es capaz de extraer al instrumento. Fugas, "voicings" maravillosos, escalas sorprendentes y sobre todo mucha, mucha sensibilidad.
A la par, que no acompañando, estaban Haden y Rossi. Charlie Haden es un contrabajista tambien imaginativo al máximo, y lo demostró anoche con todos sus solos. Y que decir de Jorge Rossy. Es el batería perfecto para Mehldau, con un sentido del tempo increible. Sus solos tambien me emocionaron. Cada vez valoro mas a los buenos baterías, creo que son la base fundamental para que todo funcione en un combo.
Fué una hora y pico de ensueño, de disfrute total y por fin cumplí mi deseo de ver en directo a uno de los mejores trios de todos los tiempos, con permiso del de Bill Evans, claro, pero ese trio...lamentablemente nunca podré verlo.

Y tras ese torrente desbocado de música y sensibilidad, uno piensa si lo mas adecuado no sería levantarse e irse para el hotel, y no escuchar nada mas por esa noche.
Pero quedaba otra actuación que tambien prometía mucho, la de los All Stars de Jimmy Cobb.
Realmente tuvo que influir el estado catatónico en que me habian dejado los chicos de Melhdau, porque aunque todo los musicos de la banda de Jimmy Cobb eran realmente buenos, y el repertorio mucho mas, reconozco que mi mente estaba todavia en el concierto anterior.
Esta superbanda acudia con un objetivo muy definido: la interpretación íntegra de los famosos temas del no menos famoso album de Miles Davis "Kind of blue", del que ahora se celebra el 50 aniversario de su grabación.
Este disco, que yo recomiendo a todo el mundo, supuso una revolución en los conceptos musicales y jazzisticos de la época, y los músicos de aquella grabación - de los que Cobb es el único que aun sigue vivo - eran todos de otra galaxia. Miles Davis, en la trompeta, y dirigiendolo todo, John Coltrane y Cannonball Adderley en los saxos, Bill Evans en el piano, Paul Chambers al contrabajo y el propio Cobb en la batería. Los que entiendan un poquito de jazz sabrán que una reunión de talentos como esa es realmente irrepetible e inimitable.
Tampoco creo que quisiesen imitarlos, pero si lo pretendian, no lo consiguieron anoche. Los músicos en el escenario eran bastante diferentes a los de la grabación, mucho mas viscerales, menos "cool" , mas descontrolados. Quizas porque no estaba ahi Miles para atarlos en corto.
Eso si, buenos...eran buenisimos todos, a ver si me acuerdo: al piano estaba Larry Willis, en los saxos Javon Jackson y Vicent Herring, al contrabajo Buster Williams, en la trompeta, con la dificil tarea de sonar como Miles, estaba Wallace Roney y Cobb en la bateria.
Tocaron íntegramente el "Kind of blue": So what, Freddie Freeloader, Blue in Green, All blues y Flamenco Sketches. Sonaron bien, pero para mi gusto...demasiado acelerados. El "Kind of blue" es un disco que rezuma paz y tranquilidad, aun estando ahi Coltrane y Adderley, y anoche a veces parecia aquello una big band, en la que cada instrumentista hace su "descarga" de solo, sin demasiado control ni sentido.
Puede que mi estado mental y sensorial no fuese el adecuado para escucharlos, tras el trio de Mehldau, pero tengo que reconocer que hubo momentos en que me aburrieron un poquito, solo un poquito. Probablemente se debia de haber respetado el orden del programa (no se porque, cambiaron en el último momento, porque Mehldau debia de ser el segundo), y quizas así hubiese saboreado mejor los dos conciertos. De todas formas, salí de Mendizorrotza totalmente satisfecho tras una noche del mejor jazz que pueda escucharse en el planeta.
Por cierto, solo hay fotos de Jimmy Cobb All Stars, porque el Sr. Mehldau parece que empieza a parecerse a su colega Keith Jarrett en lo que se refiere a manias, y prohibieron tajantemente que se sacase una sola foto. Vale, se lo perdono.

Lyambiko, imagen africana...frialdad germana

Lyambiko and Band, Teatro Principal (Vitoria), 14 de julio de 2009

Si algo puedo destacar de la cantante Lyambiko es que, simplemente, no me emocionó en ningún momento.
Eso no quiere decir que no me gustase el concierto en su conjunto, pero con la música a veces uno espera momentos en los que se olvide de todo, que no sepa ni donde está, porque el o los artistas que hay en el escenario te hagan alcanzar esa especie de éxtasis al que otros llegan de otras formas mucho mas caras para el bolsillo y costosas para la salud. Mi amigo Paco Clares - a quien desde aquí quiero dedicar todo lo que escriba estos dias, porque se encuentra convaleciente de una intervención quirurgica algo complicadilla que, para alivio de todos, parece que ha salido bien - y yo decíamos en nuestra adolescencia, que estuvo llena de música por todas partes, que no entendíamos porque la gente tenia que drogarse para sentir placer, cuando nosotros lo obteníamos mucho mas de la escucha de un buen disco - de vinilo, eran otros tiempos - o de un buen concierto.
Pues bien, Lyambico tiene una voz maravillosa, aterciopelada, sin alardes ni estridencias, tiene elegancia en el escenario, y estaba acompañada de 3 buenos músico. Pero...no me emocionó. Eso es algo que pasa o no pasa.
Su espectáculo se apoya mucho en la creación de ambientes, temas que van progresando desde su voz "a capella" hasta lograr un cierto climax. De sus acompañantes destacaré al pianista, Marque Lowental, que hizo algunos solos verdaderamente trabajados, tambien en linea ascendente, tal y como estaba todo orientado, y algunas introducciones a piano solo realmente imaginativas. Además, es un verdadero placer escuchar el piano de cola que tienen en el teatro principal. Cada vez valoro mas un piano bien afinado y bien sonorizado, porque es algo poco común en este pais.
El contrabajista - Robin Draganic - y el bateria - Heinrich Koberling - hicieron su trabajo con pulcritud, totalmente al servicio de la cantante.
El repertorio estuvo basado practicamente en su último CD "Saffronia", y especialmente me gustaron temas como "Feeling good", "Don´t smoke in bed", el famoso "Don´t let me be misunderstood", o uno de los últimos "Malaika", que yo recordaba por una versión de los años 80 del grupo Boney M, aunque supongo que será una melodia de origen africano mas antigua.
En definitiva, un concierto agradable de escuchar, y de ver - porque hay que reconocer que Lyambico tiene una belleza exótica impresionante- pero al que le faltó un puntito de emoción. En fin, tampoco es cuestión de quejarse tanto, porque realmente lo que allí sonó fue música muy bien facturada, y eso hoy en día...escasea.
Ahora bien, lo que me esperaba por la noche, eso si que fué Música con Mayúsculas.

martes, 14 de julio de 2009

John Scofield y Blind boys of Alabama, la noche del Gospel y del espectaculo

John Scofield and Piety Street Band y The Blind Boys of Alabama, Polideportivo de Mendizorrotza, Vitoria, Lunes 13 de julio

La primera noche en Mendizorrotza tenia como título "Concierto de Gospel", y bueno, posiblemente la organización exageró un poco. No se exactamente como podria definir lo que se escuchó anoche, pero quien acudiese buscando gospel, posiblemente no lo encontró exactamente, y quien acudiese buscando jazz, pues probablemente tampoco.

Eso no quiere decir que no hubiese buena música. Sobre todo en la primera parte.

Estando el maestro Scofield en un escenario, es raro no disfrutar. En esta ocasión presentaba su disco "Piety Street", en el que versiona y recrea, a su manera "scofieldiana" temas cercanos a la música de Nueva Orleans y al gospel.



El problema de estos experimentos es que...si no se hacen bien, le explotan a uno en la cara. A mi el CD me gusta como suena, sin embargo el directo no me gustó tanto. La banda que llevaba Scofield, a mi juicio, no le hacia justicia, exceptuando al teclista y cantante, que reconozco que lo hacía muy bien, y lógicamente, al propio John Scofield, que haga lo que haga con la guitarra suena a gloria bendita (por mucho que mi mujer siga empeñandose en que a veces suena "como si se le pisa el rabo a un gato"). Quizas, para mi gusto, Scofield jugueteo demasiado con sus pedales, no siempre con buenos resultados. Hace unos años lo vi a duo con John Medeski en el Teatro principal, y estuvo mas acertado en esas lides. Quizas este no era el contexto donde hacer ese tipo de cosas.

El concierto comenzó como el disco, con el tema "That´s enough", y fué desgranando practicamente la totalidad del CD. Hubo temas super clásicos, como el "Sometimes I feel like a motherless child", o "Somethings got a hold on me". Particularmente estremecedor fué un tema llamado "The Angel of death", y el concierto terminó, tempranito ya que habia empezado a las 20:30, tal y como acaba el disco: con "I´ll fly away", con un sonido verdaderamente country.

El mismo Scofield recomendó lo que venia despues, y así nos fuimos al descanso - el clásico bocadillo de Mendizorrotza - que yo aproveche para saludar a un buen amigo del pasado año, el pianista burgales Adrian Royo, que andaba por las gradas viendo el concierto.

Tras el descanso, aparecieron en escena los famosos "Blind boys of Alabama". Los que me conoceis, sabreis que yo preparo mis conciertos, y no podia ser menos en este caso, asi que hace unas semanas yo ya tenia algun material en mi poder de estos cantantes, a los que solo conocia hasta ese momento por haberlos visto haciendo coros en un concierto de Peter Gabriel (el de su ultima gira, que os recomiendo a todos). El caso es que vi un concierto de Ben Harper, en el que estos "chicos ciegos" le hacian coros, que me dejó encantado, de forma que tenia ganas de ver como sonaban en directo.
Pues bien, me decepcionaron un poco. Ellos solos, como banda, no son gran cosa. Si, tienen una voces sensacionales, y dan espectáculo, pero musicalmente me dejaron bastante frio. De hecho aguante hasta el final, porque habia quedado a la salida, que si no posiblemente me hubiese ido antes, porque llegaron a aburrirme.



Es un tipo de música que divierte - al menos a mi - durante las 2 o 3 primeras canciones, pero despues todo vuelve a repetirse. Para colmo, llegando al final de concierto, el cantante principal - Jimmy Carter, creo que se llama, pero no es el de los cacahuetes - decidió montar su particular "pollo", y de la mano del guitarrista - que no debia estar tan ciego como el - bajo del escenario y se paseo por entre el público, haciendo las delicias del respetable, pero invirtiendo en semejante operación calculo que unos 20 minutos, mientras el resto repetian un cansino riff desde el escenario.

El concierto de anoche creo que es de los que la organización del festival se apunta un tanto, porque obtiene mucho éxito popular. Otra cuestión es la calidad musical. Pero yo comprendo que para hacer un festival tan grande como este, hay que hacer algunas concesiones. Y...bueno, la verdad es que el paseito del ciego fué divertido. De hecho , yo me harté de sacar fotos.

Total, que por fin se acabó el show de los de Alabama, y me encontré al salir con una buena tormenta de verano, de esas del norte. Menos mal que un amigo de mi amigo Adrian (que ya tambien es amigo mio, claro) tenia coche, y nos fuimos los 3 para el centro de Vitoria.

Los que han estado por aqui sabrán que en los clubs del centro, con la excusa del festival, se programan algunos conciertos. Nos fuimos para el World Music, en la Calle San Prudencio, donde tocaba el cuarteto del muy buen saxofonista Kike Guzman, con el que Adrian ya habia quedado.

Resultó que tenia un teclado preparado para que mi amigo Adrian Royo se tocase unos temas con ellos, así que no podia desaprovechar la ocasión de escucharle, y...me zampé el 4º concierto del dia :-). Y por cierto, tocó pero que muy bien, dejando sorprendidos a los clientes del local, por su habilidad y su buen gusto con las teclas.



Al final de la noche reconozco que llegue al hotel bastante cansado, pero...total, tengo las mañanas para descansar, asi que no pienso privarme de nada.

Dentro de un rato me voy al teatro Principal a ver a la cantante Lyambiko, y despues a Mendizorrotza a una de las noches fuertes para los jazzistas: Jimmy Cobb y su banda, haciendo un homenaje al "Kind of blue", y Lee Konitz, Brad Melhdau, Charlie Haden y Jorge Rossy, en la segunda parte. Unos grupos de ensueño. Estos...no pueden decepcionarme.
Pero eso...lo contaré mañana.

Gonzalo Tejada Trio, con Ingrid Jensen

Gonzalo Tejada Trio, con Ingrid Jensen, Teatro Principal (Vitoria-Gasteiz), lunes 13 de julio de 2009

Magnifico comienzo del festival de este año. Me encanta comenzar con esta frase, porque indica que la cosa promete. La verdad es que pocas veces me ha decepcionado alguna de las actuaciones programadas por el festival en el Teatro Principal. Suele ser el lugar donde arriesgan, donde se ve el jazz que se cuece en este momento, dejando el polideportivo de Mendizorroza para las grandes estrellas consagradas, e incluso para otros estilos musicales...digamos...cercanos al jazz. pero en el pequeño teatro, no, ahí se escucha lo que un buen aficionado a esta música quiere oir.


Esta primera tarde la dedicaron a un ciclo que llevan repitiendo unos años, en el que tratan de unir a algún músico foráneo con artistas de la tierra.

Los "de la tierra" eran el buen contrabajista vasco Gonzalo Tejada, y los catalanes Roger Mas en el piano y David Xirgú en la batería. Y como invitada, la fabulosa trompetista canadiense Ingrid Jensen, a quien, si no recuerdo mal, ya pude ver el pasado año con la big band de Maria Shneider, y con la que nos regaló un solo fantástico.

El concierto fue una verdadera delicia. Comenzó con una introducción al contrabajo solo, por parte de Gonzalo. Totalmente afeada por los ruidos estruendosos de las máquinas fotográficas. Desde aqui (y probablemente no lo leerá nadie de la organización, pero por si acaso) querria denunciar este hecho. Los fotógrafos profesionales merecen todo mi respeto, y se que están haciendo su trabajo, pero...por hacer su trabajo no pueden literalmente "cargarse el trabajo de otros." Durante toda la introducción, en la que el teatro parecia vacio por el silencio reinante, solo sonaban las preciosas notas del contrabajo, y las machaconas cámaras fotográficas, arruinando totalmente una fantástica intruducción. Tuvo que acercarse alguien del público a recriminarles, y aún así...todavia se escucharon algunas mas. Lamentable, y si algún fotográfo lee esto y se siente aludido, que no dude en contestarme...o en darme alguna explicación, aunque sinceramente creo que no hay justificación alguna.


Pasado este trago, el concierto comenzó en trio, con un tema del pianista, que creo se titulaba "Lluvia en Vitoria", y tras el presentaron a Ingrid. El grueso del repertorio fuerón temas de la trompetista, que dejó constancia de una enorme calidad como compositora, y como solista sobre todo.

En un par de temas, apareció como invitada sorpresa la cantante Carmé Canela. El primer tema fué un instrumental, en el que la melodía sonó al unisono con la voz y la trompeta, con un efecto muy cercano a lo brasileño. Y el segundo, una preciosa balada compuesta por el batería David Xirgú, e interpretada en catalán por Carmé.

Tambien hubo tiempo para una composición del propio contrabajista, llamada 3 y 4:34, y quizás el momento mas mágico de la tarde: un duo trompeta-contrabajo, con una interpretación muy íntimista del clásico "All blues" de Miles Davis.

En definitiva, que salí del teatro con la moral por las nubes, pensando en que ademas...aun queda el resto de la semana para seguir disfrutando de horas y horas de la mejor música del planeta.

Y por la noche: Scofield y los Blind Boys of Alabama. A ver que tal lo hacian.






lunes, 13 de julio de 2009

Javier Vercher 4to, maestria y juventud


Javier Vercher Cuarteto, Cafe Central (Madrid), domingo , 12 de julio de 2009
Retomo mis humildes crónicas musicales, desde la capital de jazz en este momento en nuestro pais: Vitoria-Gasteiz.

El año pasado tuve que interrumpirlas porque practicamente no tenia ni un minuto libre al dia - me matriculé en el seminario de la Julliard, y ademas asistia a todos los conciertos - pero este año creo que va a ser todo lo contrario, ya que voy a disponer de toda la mañana libre, aunque...algo de turismo haré, pero habrá tiempo para todo.

Ahora, tras un estupendo desayuno y antes de echarme a la calle, querria dejar constancia estos
últimos dias.

Puede decirse que estoy teniendo unas verdaderas vacaciones musicales. La pasada semana tuve la suerte de acudir al III Curso de Jazz de Granada, en el conservatorio "Angel Barrios", y me pase unos dias verdaderamente fantásticos, con un pianista de altura como profesor: el americano David Lenker. En el cuadro de profesores habia muchos mas músicos de gran calidad, como mi buen amigo Pancho Brañas (a quien agradezco que me recomendase el seminario), el saxofonista Antonio Gonzalez, el flautista Fernando Wilhelmi y el guitarrista flamenco Miguel Angel Parra "Parrita", que nos deleitó a todos con unas estupendas clases de iniciación al flamenco.

Pues, una vez pasada esa semana totalmente rodeado de música y músicos, y haciendo lo que realmente me gusta, llegue a casa y casi cambié una maleta por otra ,para venirme a Vitoria.

El caso es que, como teniamos unas gestiones que hacer en Madrid el lunes por la mañana, dividimos el viaje en 2 partes, que ademas es muy recomendable para no hacer tantos kilómetros seguidos, e hicimos noche en Madrid. Y reconozco que en los últimos años me pasa como al "meapilas" que pasa por al lado de una iglesia y es incapaz de no entrar y echarse unos rezos: si estoy en Madrid...me cuesta mucho no darme una vuelta por el Café Central, a ver que se cuece por alli.
Y menudo cocido habia el domingo!!!!. El señor Javier Vercher, con su cuarteto. Jazz de mucha calidad, y ejecutado con una maestria sensacional. Ya tuve la suerte de ver a Vercher aqui, en Vitoria, hace algunos años, en el Teatro Principal, y me dejó impresionado. Tiene una técnica y una inventiva con el saxo, que si uno no lo estuviese viendo, pensaría que tiene mucha mas edad. Pero es un joven valenciano, que lleva ya algunos años pisando muchos escenarios de los mejores clubs de Nueva York.

El domingo, que era su ultimo dia en el Central, tocaba con una banda que no se si será la suya habitual, o si la montó para venir por aqui, pero igual daba, porque sonaban totalmente cohesionados. En el piano estaba el italiano Andrea Pozza, en el contrabajo, y como invitado por indisposicion del titular, Pablo Martin, y en la bateria el cubano Francisco Mela.

Entre los cuatro dieron un buen repaso a la historia del jazz, porque aunque gran parte del repertorio se compuso de temas propios, que rezumaban una modernidad increible - por cierto, uno de los temas que mas me gustaron fué uno del batería, Francisco Mela - , rozando el free...pero sin llegar, por otra parte, y como para demostrar de donde viene todo esto, interpretaron tambien un par de temas de Thelonious Monk (ask me now y Misterioso), y otro que creo que era de Ornette Coleman (aunque creo que no llegó a decir el título).

Me gustó especialmente el pianista (o quizas es que - por deformación - es en quien mas me suelo fijar). Sus solos no eran nada comunes, los construia con muchisima imaginación, y sus recursos pianisticos eran muy originales. El contrabajista tambien dio muestras de su calidad, sobre todo hubo un solo, en el tema de Coleman creo recordar, que me dejó alucinado.

Y el bateria, como buen cubano, poseia una energia inagotable, aunque cuando debia pasar a segundo plano sabia hacerlo a la perfección. Magnificos acompañantes para el lider, Javier Vercher, que nos dió todo un recital de "como se toca el saxo".


Para completar la fiesta, minutos antes del segundo pase apareció por alli el amigo Jorge Pardo, con su flauta. Tengo constancia de la gran admiración que Vercher profesa hacia el gran maestro Pardo. De hecho, en uno de los últimos conciertos del Bogui (cerrado por la incompetencia municipal madrileña) en el que estaba tocando Jorge, pude charlar un momento con Javier Vercher y me comentaba que admiraba a Pardo desde su niñez, y que siempre que podia iba a escucharlo. Pues bien, como Jorge es todo un caballero, y ademas supongo que tambien disfruta de ver y oir a las nuevas generaciones, alli que se presentó. Y como no podia ser menos, fué invitado al escenario, tocando el último tema, un clásico de Parker "Moose the mooche", que nos dejo a todos con un estupendo sabor de boca.

En definitiva, que como aperitivo al festival de Vitoria, no estuvo nada mal, y no tendré mas remedio que seguir peregrinando por el Central cada vez que pise Madrid. Esto ya es como una promesa.


jueves, 21 de mayo de 2009

Tiromancino, Sala Heineken (Madrid), 19-05-2009

Tiromancino, Sala Heineken (Madrid), 19-05-2009
Aunque lo que a mi siempre me tira es el jazz, mis gustos van mas allá, y nunca desprecio la ocasión de escuchar otros tipos de música, y si es en directo mucho mejor.
Aprovechando la gentileza de Ivan, amigo de mi hermana y a la sazón técnico de iluminación de dicha sala, allí que acudimos a ver a un grupo desconocido para mi - Tiromancino - pero que en la vecina Italia deben ser "lo mas de lo mas".
Como me gusta estar bien documentado, ya había escuchado algunos temas suyos, e incluso había visto algunos videos por internet, y lo que vi me gustó.
La sala Heineken, en la que nunca habia estado, me agradó tambien. Sin tener nada especial, porque todas las salas de conciertos se parecen bastante - o quizás no, pero como siempre las ve uno a oscuras...da esa sensación - me resulto agradable estar alli
Hubo un par de decepciones, que no enturbiaron la noche, pero...la hicieron mas larga y no tan divertida como esperaba: la primera, que había un telonero. Con el respeto que me merecen siempre todos los músicos, la verdad es que no me apeteció nada escucharlo. El chico no lo hizo mal, y además...solo con su guitarra y su voz, ante un publico que pasaba de el, pues tiene un mérito. Pero me aburrió su música.
La segunda, que los Tiromancino que se presentaban en la sala...eran una versión acústica y reducida: 2 músicos solamente, el cantante, guitarrista y lider de la banda, Federico Zampaglione, y un teclista que lo acompañó "suavemente", casi siempre con sonidos de piano eléctrico (eso si, el piano que llevaba era mi querido Nord Stage, que cada vez se está extendiendo mas).
No obstante, reconozco que con tan sobria instrumentación, los temas sonaron muy bien. También, tanto mi hermana como yo, teníamos el handicap de no entender "ni papa " de italiano, lo cual hacía que perdiésemos el mensaje de las canciones, y es que al parecer tienen unas letras muy interesantes.
No conozco demasiado la discografia de Tiromancino, pero si que me sonaron algunos temas, como el que yo creo debe ser su mayor éxito: "Casi 40", o una preciosa balada llamada "Felicitá".
Lo curioso es que la sala estaba totalmente invadida por lo que supongo será la colonia italiana residente en Madrid, cosa que además el sr. Zampaglione debía de saber, porque no tuvo el detalle de soltar ni una sola palabra en castellano. Teníamos la sensación de habernos colado en un concierto privado para italianos en España. Un "gracias por venir" en español no hubiese estado mal, Federico.
En definitiva, no me arrepentí de ir porque he descubierto una nueva banda interesante, pero alguna vez me gustaría verlos al completo, y no en su versión reducida.

martes, 19 de mayo de 2009

Joshua Edelman Trio, Café Central (Madrid), 18-05-2009

Joshua Edelman Trio, Café Central (Madrid), 18-05-2009
Y llegó el lunes, cuya mañana tuve que dedicar, ya sin mas remedio, a lo que a Madrid me ha traído, es decir, en esta ocasión concreta, aprender un poco mas sobre Linux y otras herramientas, y sumergirme en ese misterioso mundo de siglas y palabras extrañas y frías que configuran el mundo de la informática (que son la teclas que yo toco...para ganarme la vida). Una vez pasado el "trago" obligatorio (tampoco es para tanto, a veces casi me gusta y todo), dedique la tarde al descanso, con vistas a volver al Central por la noche, en esta ocasión para ver la primera actuación de la semana en ese local de un pianista, compositor y arreglista por el que tengo especial admiración: Joshua Edelman.
Hace algún tiempo, por circunstancias que creo haber contado en este mismo blog (así que no voy a repetirme) tuve la ocasión de comprobar que Joshua, además de buen músico, es también una persona con gran calidad humana, así que mi admiración por el aún subió mas enteros.
El caso es que tenia yo ganas de verlo en directo y con tranquilidad. Y resulta que hace unas semanas compruebo - con alegría - que durante toda la semana que yo iba a pasar en Madrid él iba a estar tocando en trio, y en mi club favorito .¿se puede pedir mas?.
Pues si, pidiendo un poco mas, hasta la compañía fue estupenda, porque me acompañó mi hermana pequeña, que vive aquí en Madrid, y que...aunque no es "especialmente aficionada al jazz" (no le gusta que diga que no le gusta el jazz, y puede que con razón, porque creo que un poquito ya le va gustando), por tal de pasar un ratito conmigo, se aviene siempre que puede a acompañarme.
El maestro Edelman apareció por allí poco antes de las diez, así como los 2 fabulosos músicos cubanos que lo iban a acompañar: Moises Porro, en la batería y percusión, y Yelsy Heredia en el contrabajo.
Con la puntualidad habitual del Central - una de las cosas que me encantan del local - comenzaron el concierto con "Juicy Lucy" un tema de Horace Silver, puro hard bop neoyorquino, sentando las bases de lo que alli iba a ocurrir.
Joshua viene dedicándose desde hace años a investigar en las raices de la música latina, y fusionarla con sus propias raices de su Nueva York natal, son las del mas puro bop, y para ello además casi siempre está arropado por musicos de esas latitudes, pero con la peculiaridad de que todos comparten como residencia nuestro país, y concretamente Madrid.
Así que, en lugar de tener el típico repertorio de "standards" americanos, Edelman incorpora también temas mas tradicionales latinos, o arregla temas del cancionero americano "a lo latino", con unos resultados excelentes.
El segundo tema, por ejemplo, fue "Almendra", típicamente cubano.
Como es lógico, gran parte del concierto lo dedicó a desgranar muchos demás de su ultimo CD "Calle del Rosario", disco que recomiendo a todo el mundo, y en el que cuenta con unos músicos de excepción como Steve Turre, Manuel Machado, Edith Salazar, y los presentes Heredia y Porro.
De ese disco, si no recuerdo mal, nos ofreció un simpático blues dedicado a su perro "Zortzi´s Dance", otra composición suya llamada "Refugio" y un precioso arreglo con ritmos cubanos de una pieza de Carl Emmanuel Bach, llamado "Solfeggietto" (con el que cerró el concierto, por cierto).
En el apartado de baladas, preciosa también su composición "Mas vale tarde que nunca", título indicativo del tiempo que tardo en componerla, tras la petición de una amiga aficionada a las baladas de jazz.
Sobre el standard "Laura" también nos deleitó con un arreglo del pianista cubano Peruchin, muy original, y como es lógico, muy latino tambien.
Genial tambien sonó la versión del "My one and only love", uno de mis standards favoritos.
Y otro tema de una belleza excepcional fue una también balada de Michel Legrand titulada "Do you keep the music playing".
Una gran variedad de estilos, de compositores y de arreglos, por los cuales el trio pasaba sin problemas, dominándolos todos. El contrabajista Yelsy Heredia nos ofreció -y nos cantó también - algún solo verdaderamente espectacular, derrochando originalidad y simpatía. Y Moises Porro hizo un trabajo impresionante, sobrio cuando se requería, sobre todo en las baladas, usando las escobillas con gran sensibilidad, y potente en los temas de sabor mas latino. También nos ofreció algún solo de percusión, con un fondo de tumbao, de los que Joshua Edelman es un maestro.
Cuando ya se despedían, tras el arreglo cubano-barroco que comentaba antes, ante la insistencia del respetable, nos soltaron así, a bocajarro, un "Round Midnight" de los que ponen "los pelos como escarpias". Con semejante bis, nos fuimos encantados del concierto. Como le dije a Joshua...no me despedia, porque le prometía volver, y así lo hice. Pero eso lo contaré en otro momento.