miércoles, 15 de julio de 2009

Lyambiko, imagen africana...frialdad germana

Lyambiko and Band, Teatro Principal (Vitoria), 14 de julio de 2009

Si algo puedo destacar de la cantante Lyambiko es que, simplemente, no me emocionó en ningún momento.
Eso no quiere decir que no me gustase el concierto en su conjunto, pero con la música a veces uno espera momentos en los que se olvide de todo, que no sepa ni donde está, porque el o los artistas que hay en el escenario te hagan alcanzar esa especie de éxtasis al que otros llegan de otras formas mucho mas caras para el bolsillo y costosas para la salud. Mi amigo Paco Clares - a quien desde aquí quiero dedicar todo lo que escriba estos dias, porque se encuentra convaleciente de una intervención quirurgica algo complicadilla que, para alivio de todos, parece que ha salido bien - y yo decíamos en nuestra adolescencia, que estuvo llena de música por todas partes, que no entendíamos porque la gente tenia que drogarse para sentir placer, cuando nosotros lo obteníamos mucho mas de la escucha de un buen disco - de vinilo, eran otros tiempos - o de un buen concierto.
Pues bien, Lyambico tiene una voz maravillosa, aterciopelada, sin alardes ni estridencias, tiene elegancia en el escenario, y estaba acompañada de 3 buenos músico. Pero...no me emocionó. Eso es algo que pasa o no pasa.
Su espectáculo se apoya mucho en la creación de ambientes, temas que van progresando desde su voz "a capella" hasta lograr un cierto climax. De sus acompañantes destacaré al pianista, Marque Lowental, que hizo algunos solos verdaderamente trabajados, tambien en linea ascendente, tal y como estaba todo orientado, y algunas introducciones a piano solo realmente imaginativas. Además, es un verdadero placer escuchar el piano de cola que tienen en el teatro principal. Cada vez valoro mas un piano bien afinado y bien sonorizado, porque es algo poco común en este pais.
El contrabajista - Robin Draganic - y el bateria - Heinrich Koberling - hicieron su trabajo con pulcritud, totalmente al servicio de la cantante.
El repertorio estuvo basado practicamente en su último CD "Saffronia", y especialmente me gustaron temas como "Feeling good", "Don´t smoke in bed", el famoso "Don´t let me be misunderstood", o uno de los últimos "Malaika", que yo recordaba por una versión de los años 80 del grupo Boney M, aunque supongo que será una melodia de origen africano mas antigua.
En definitiva, un concierto agradable de escuchar, y de ver - porque hay que reconocer que Lyambico tiene una belleza exótica impresionante- pero al que le faltó un puntito de emoción. En fin, tampoco es cuestión de quejarse tanto, porque realmente lo que allí sonó fue música muy bien facturada, y eso hoy en día...escasea.
Ahora bien, lo que me esperaba por la noche, eso si que fué Música con Mayúsculas.

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