domingo, 8 de noviembre de 2009

Noemí Pérez Quartet, la elegancia hecha cuarteto.

Noemí Pérez Quartet, sábado 7 de noviembre de 2009 (Studiocafé, Almería)

Siempre se me hace complicado comentar un concierto donde participa algún amigo, luego en esta ocasión me temo que la complicación va a ser máxima, dado que considero que cuento con un poquito de la amistad de los cuatro músicos que estaban en el Studiocafé, e incluso tengo la suerte de compartir escenario con dos de ellos en ocasiones.

Pero como ese acuerdo que tengo conmigo mismo me obliga a escribir algo parecido a una crítica - aunque no me gusta esa palabra - cuando asisto a un concierto que no me deja indiferente, no llevaban interpretados ni tres temas, y ya había decidido que tendría que hacerlo en esta ocasión.

La formación era "Noemí Perez Quartet", un nuevo proyecto de la música almeriense y que yo tenia muchas ganas de ver en directo. Tras un primer intento, en su concierto de presentación el 12 de septiembre en el club Clasijazz, que se tradujo en fallido, ya que debido a la masiva asistencia de publico y a mi falta de previsión - todo se hubiese arreglado llegando antes al concierto – hizo que tuviese que fastidiarme y aguantar mi ganas de oírlos, ya que yo quería disfrutar de ellos con tranquilidad y no rodeado de gente, ruido y humo, seguro como estaba de que la música que iban a ofrecer lo merecería.

Los miembros de esta formación son bien conocidos para todos los aficionados a la música - y a jazz, en particular - de nuestra ciudad:

Noemí Pérez es una cantante fabulosa, a la que yo solo había escuchado en directo en una ocasión. Hace unos años, en el curso que la UAL organizó sobre los Beatles, ella, junto con su marido, el querido y añorado por todos Luís Gazquez, nos deleitaron con unos cuantos temas de Lennon y McCartney, arreglados por Luis, y que nos dejaron boquiabiertos.

También había visto algún video del espectáculo "Elvis Rules", en el que Noemí participa como cantante, y ya me habia dejado bastante impresionado (por ejemplo, un "Amazing Grace" que corta la respiración). Pero en el ámbito del jazz aún no la había disfrutado, y ese era uno de los motivos principales de mi interés.

El otro motivo era la sección rítmica. Precisamente la misma que durante algunos años acompañó a uno de nuestros mejores saxofonistas, Pepe Viciana. Me refiero al pianista Pablo Mazuecos, el bajista Javier Dominguez (a quien todos en Almería conocemos más familiarmente como "El vecino", y al batería Eduardo Mortensen. Tres sólidos músicos de los que siempre se puede esperar algo bueno y de calidad, junto a una voz privilegiada. La propuesta no podía ser mas interesante, y como comprobé anoche, no defrauda en absoluto.

Un cuarteto de jazz vocal puede plantearse de muchas formas, pero en general estamos acostumbrados con bastante asiduidad a la "formula fácil", esto es: Se juntan cuatro músicos, eligen unos cuantos "standards" bien sobaditos, se arreglan mínimamente - alguna que otra intro de piano, unos finales previsibles y poco trabajados, y se intercalan 4 o 5 baladas con 4 o 5 temas swing, a tempo medio o rápido, y ya tenemos un cuarteto listo para tocar en cualquier boda, bautizo, comunión o festival, según se tercie.

Esa no es la fórmula del "Noemí Perez Quartet", para nada. Estos cuatro han querido aportar algo, hacer una música diferente y arriesgando. No es este un cuarteto típico, no es un grupo montado "para cumplir". Trabajo, buen gusto e imaginación son cualidades que me invadieron anoche desde el primer tema.

Cada tema lo abordan desde una perspectiva, intentando darle un carácter personal, creando infinidad de ambientes de soporte a la vocalista, con Pablo Mazuecos aportando unas armonías nada sencillas, muy en su su linea de gusto por el jazz norte-europeo, y con un sólido Javier Domínguez dando un perfecto soporte con su bajo eléctrico, que permitía que Eduardo Mortensen experimentase con los ritmos, e imprimiéndole todos una enorme personalidad a su sonido. Todo ello complementado con unos cuidados arreglos, sin caer en tópicos fáciles, ni en finales improvisados, sino todo lo contrario. Equilibrio entre el buen trabajo previo y la improvisación sobre el escenario, pero en los lugares en lo que debe estar. Para mí, lo que debe ser un buen grupo de jazz.

El repertorio que nos presentaron también huía de lo previsible, lo que no quiere decir que fuesen temas totalmente desconocidos. El cancionero americano es muy amplio y hay temas maravillosos que siempre es un placer descubrir o re-descubrir, según sea el caso. Sonaron desde standards como "Darn that dream" , "Tenderly" - con un arreglo tremendamente original, o el siempre bien recibido “My funny Valentine”, hasta temas tan recientes como el "I know you know" del último CD de la bajista y vocalista Esperanza Spalding.

Sublime el "Nature boy", basado en una versión de ese genio del piano que es Stefano Bollani, pero solo basado porque estos cuatro lo hicieron suyo desde el primer compás.

Y otra impresionante balada, "Ghost of a chance", donde además de la demostración de sabiduría vocal de Noemí, el pianista Pablo Mazuecos nos regaló el mejor solo de piano de la noche, de una sencillez y con un sentido impresionante, sabiendo siempre a donde quería llegar. Yo, como pianista, paso muchísima envidia sana en momentos como esos, pero los disfruto al máximo y trato de aprender (que es algo que me ha inculcado desde hace años mi amigo y maestro Chipo Martinez, que de esto sabe un rato largo).

El concierto casi terminó – que cortito se me hizo, de verdad - con un recuerdo a ese gran pianista y persona que fué - y seguro que lo sigue siendo en alguna parte - Luís Gazquez, con un tema - "I miss you old friends" - que Noemí cantó de maravilla, a pesar del nudo que debía tener en su garganta en ese momento y de la lagrimas que no pudo impedir le bajasen por sus mejillas.

Un par de bises - y por que no quisieron seguir, porque se les pedía mas - pusieron punto final a la noche: "Body and soul", según Noemí uno de los temas preferidos de su Luís (bueno, y de alguno mas, porque hay temas que son verdaderas bendiciones), y con el standard "We´ll be together again", maravillosa balada que ya en su día "bordaron" los maravillosos Bill Evans y Tony Bennett, y que anoche nos dejó con la boca abierta tras la maravillosa interpretación de este cuarteto.

Resumiendo, una maravillosa velada de jazz, con un grupo que nos va a dar muchas satisfacciones a los aficionados a la buena música en Almería, y espero que también las den por el resto del territorio nacional, pues tienen calidad como para ello.

Y, por último, gracias también a la iniciativa que está teniendo el actual gerente de Studiocafé, Alberto, que está apostando mucho por la música en la capital, haciendo un gran esfuerzo, ya que no es fácil mantener la continuidad en este tipo de actividades como el lo está haciendo.

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