lunes, 22 de diciembre de 2008

Antonio Gómez Grupo, ya llegan los reyes...del jazz

Antonio Gómez Grupo en Clasijazz (Almería), 20-12-2008

Comentar un concierto de mi amigo Antonio Gómez no debería resultarme sencillo, ya que en estas crónicas intento ser objetivo. Pero resulta que Antonio siempre me lo pone fácil, ya
que sus propuestas musicales suelen estar muy cercanas a mis gustos.En este caso nos ofrecía una propuesta muy adecuada a las fechas: sus arreglos y versiones de villancicos, en clave de jazz. Hace ya 11 años que grabó ese original CD llamado "Guitarra de navidad" y aunque por el sonido del mismo se haya notado el paso del tiempo, lo esencial que es la música, los arreglos y las rearmonizaciones de esas melodías que todos hemos cantado de pequeños con nuestras familias cada navidad, eso no ha perdido un ápice de la frescura que tenia cuando lo compuso.

Para la ocasión, este año nos presentaba una banda en clasijazz de autentico lujo. Y por tanto, paso a hablar de cada uno de ellos. En la sección rítmica, estaban sus dos habituales de los últimos tiempos: en la batería, Pancho Brañas, un excelente e imaginativo batería y en el bajo eléctrico ese catalán de nacimiento pero andaluz ya por adopción llamado Joan Masana. Estos dos músicos son el ejemplo perfecto de compenetración y complicidad en la música. Ver la cara de Joan tocando es comprender la satisfacción que siente un músico al tocar lo que le gusta. Cuando juntas tanto talento, y tanto sentimiento lo que suena tiene que ser bueno por fuerza.El mismo Pancho me decía esa misma noche que lo bonito de la música es que le da satisfacción a quien la realiza, sea cual sea su nivel. El nivel de estos dos...desde luego es muy alto, de eso no hay duda.

En el piano, alguien que dará que hablar en breve en el panorama jazzistico nacional, estoy seguro: el malagueño Jose Maria Pedraza. Este músico tiene las dos condiciones mas importantes para el jazz: dominio del instrumento e imaginacion desbordante. Al acabar el concierto, medio en broma, comentaba la dificultad de la armonía de los temas de Antonio (cosa que yo comparto, pero yo...medio en serio), sin embargo no observé ninguna dificultad en el desarrollo de sus solos, que ejecutó a la perfección. Muy percusivos, eso si, seguramente porque - según el - se había pegado un buen atracón de McCoy Tyner en los últimos días. Así es el muchacho. Un solo "pero": una sonrisita mientras se toca...no vendría nada mal. Pero bueno, si "no pué ser", pues nada.

Y por último, Dani Piedra, en la percusión, que se apuntó a la fiesta, y se trajo una combinación de tecnología y tradición: por un lado, levaba su "pad" del que es capaz de sacar increíbles sonidos, y por otro...un cajón peruano, una clave y un cencerro. Un buen añadido a la batería de Pancho, y me consta que ambos disfrutaron complementandose.

Y que decir del maestro: Antonio estuvo sembrao a la guitarra. Vertiginoso...pero con sentimiento. Intercalando en sus solos esas citas que solo el sabe poner ahi...casi sin sentirlas, que lo mismo suena la melodía de "Los Simpson", que la de "Misión imposible". Esa noche nos brindó geniales improvisaciones con sus dos guitarras...la eléctrica y la silent (que el dice que
es de IKEA, porque parece que le sobraron piezas al montarla).

El repertorio, como podéis imaginar, navideño a mas no poder. Temas como "Noche de paz en rio de Janeiro", preciosa versión del noche de paz, pero a ritmo de bossa nova, "Ya vienen los reyes", "Como beben los peces!!!", "25 de diciembre, funk funk funky", "Blanca navidad", "Ande Marimorena", "Adeste Fideles", y puede que alguna mas que no recuerde ahora. Cada una de ellas tenia el sello personal de Antonio, que domina a la perfección el arte de la rearmonización, haciendo que una sencilla melodía se transforme en un bello tema, casi en un "standard", por arte de magia. Hasta hubo momentos de brillante humor, porque a Antonio le encantan los chistes y juegos de palabras, y , entre otras ocurrencias, tuvo la de re-bautizar el tema "Dime niño de quien eres" como "El villancico del ADN". No tiene bastante con hacernos disfrutar con la música, además sino que además nos saca una sonrisa. Este hombre es de lo mas completo. Por no faltar ni un detalle, hasta el escenario estaba decorado con motivos navideños, corona de rey mago incluida.
Pues lo dicho, ese mal trago que supone comentar el trabajo de un amigo, este guitarrista me lo pone facilón.
Y, como yo mismo le dije al acabar el concierto, que tenga la seguridad de que "tiene el cielo ganado".

domingo, 21 de diciembre de 2008

Tequila, nostalgia y rock´n´roll

Tequila, Auditorio Maestro Padilla (Almería), 19-12-2008

Yo debía andar por los 13 años en aquel 1979 en que se publicó el después archiconocido "Rock´n´roll" de Tequila. 
Aquella navidad  en la fiesta del colegio, como todos los años, se nos "invitaba" por parte del director a participar de forma activa en la fiesta para los padres. Y, si no recuerdo mal, mis amigos de entonces (y de ahora...aunque no los vea demasiado) Paco, Pedro, Franchesco y Pepe, y yo, decidimos que ya que teníamos que "salir a la palestra" a hacer un poco el ridículo ante nuestros progenitores, profesores y...lo que era peor, nuestras compañeras de clase, lo mejor era elegir algo que estuviese de moda. Y ahí estuvimos, haciendo un bonito playback de "Me vuelvo loco" de Tequila, que en esa época sonaba por la radio sin parar. Y debidamente disfrazados. Ahora pagaría lo que fuese por una foto nuestra, porque recuerdo que nos estuvimos fijando en aquellos 5 muchachitos que miraban desde la portada del disco con chulesca actitud, muy al estilo "stones", e intentamos vestirnos como ellos. No recuerdo el resultado, pero si se que al final lo pasamos bien y ...sobre todo...no hicimos el ridículo, que a los 13 años es lo que uno mas teme.
Ese fue mi primer contacto con los Tequila. Después fui dejándolos de lado, ya que mis gustos se fueron decantando mas por el rock britanico, y sobre todo el progresivo, y mas tarde el jazz, así que reconozco que no fui un fiel seguidor de estos chicos en su momento. Después, con los años llegaron "Los Rodriguez", donde estaban 2 de ellos, pero tampoco les presté la debida atención, lo reconozco.
Sin embargo hace unos años, Ariel Rot recaló por Almería, y ofreció un concierto acústico que tuve la suerte de presenciar, gracias a la insistencia de mi amigo José Ramón, que estaba al tanto de la genialidad de este hispano-argentino.
Y entonces tuve que hacer un "flashback" musical, y escuché de nuevo a Los Rodriguez y a Tequila con atención, y lamentando lo que me había perdido.
Así que cuando escuché que Tequila volvían a reunirse me sorprendió agradablemente y decidí que haría lo posible por verlos. Y me lo han puesto fácil, porque el pasado 19 de diciembre pasaron por Almería, y allí estuve yo.
No se muy bien las razones para esta resurrección, aunque imagino que simplemente se ha tratado de un acuerdo entre Ariel y Alejo para pasárselo bien y a la vez ganar "una pasta gansa", y yo me alegro porque probablemente estén consiguiendo ambas cosas. No le doy mucho tiempo a los nuevos Tequila, simplemente porque cada uno de los 2 supervivientes (solo quedan 3, pero al parecer Felipe Lipe se retiró antes de empezar la gira) tiene su carrera ya montada, y no creo que esto sea mas que un "divertimento"pasajero.
Pero hay que reconocer que sonaron muy bien en directo. Alejo Stivell está con ganas. Probablemente tantos años fuera de los escenarios hacen que "se coma al público" literalmente. Su voz no es gran cosa, pero...es la voz de los Tequila originales, y está bien para el rock´n´roll. Ariel es otra cosa. Lo vi algo serio, no se si le estará apasionando esto, aunque como gran profesional que es, cumplió a la perfección, e hizo de "segundo de abordo" perfectamente, demostrando que es un roquero de la cabeza a los pies, y que toca la guitarra como los ángeles.
Los otros músicos eran desconocidos para mi, y destacaria al otro guitarrista y al batería, un americano de Chicago, bastante solvente a los tambores.
El repertorio que hicieron fué el que esperábamos. Comenzaron con el clásico "Rock´n´roll en la plaza del pueblo", y después nos ametrallaron todos sus grandes éxitos, cosa que fue de agradecer. Temas como "El rock del ascensor", "Mister Jones", "El barco", "Quiero besarte", "Necesito un trago", "El ahorcado", "Las cosas que pasan hoy", "Ring ring", "Dime que me quieres", "Nena"  y "Me vuelvo loco" (ahí fue cuando me tocaron la fibra sensible, lo reconozco). Se despidieron con el clásico "Salta", con un Alejo mezclado entre el público del patio de butacas y todo el público bailando y saltando. Realmente, nos levantaron de los asientos desde el segundo tema. Y es que los teatros no son buen sitio para el rock´n´roll.
En definitiva, un buen concierto de rock, divertido y con buenos músicos, un buen ejercicio de nostalgia para muchos, y un descubrimiento de ese rock en español de los 70 y 80 para los más jovenes que acudieron a ver a estos ya maduritos roqueros.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Jaume Vilaseca Quartet: cumpliendo el juramento hipocrático del músico

Jaume Vilaseca Quartet (Jazznesis), 28 de noviembre de 2008, Teatro Apolo (Almería)

Hace poco leia en una revista de jazz una entrevista al legendario pianista Hank Jones, y se me quedó grabada una frase suya "el juramento hipocrático del músico deberia ser: si no puedes mejorar algo, no lo cambies". Cuando hace ya algunas semanas me informé sobre lo que nos presentaban en nuestro festival de jazz de Almería el cuarteto de Jaume Vilaseca, y antes de escucharlos, pensé que puede que estuviesen infringiendo el juramento mencionado por Hank Jones. Se atrevian a arreglar y versionar llevandose al terreno del jazz algunos temas de uno de mis grupos favoritos del rock progresivo: Genesis. Y ademas, retrotrayendose a la época mas gloriosa de esta banda, donde contaban con su formación estelar, a saber: Banks, Rutherford, Hackett, Collins y el genial Peter Gabriel. De hecho, el título de su disco era "Jazznesis: The music of Genesis 1970-1974". "Que descaro" - pensé - "para mi que estos cuatro catalanes se han pasao de la raya".

Busque su página de MySpace y escuché algunos fragmentos de la música que hacian y si, efectivamente, se pasaban...pero de buenos, de originales y de respetuosos con la música que estaban versionando.

Gracias al amigo Germán, que trabaja en Cultura de nuestra corporación local, pude conseguir el disco en cuestión y escucharlo con atención, y quedé totalmente "prendado" de lo que llegaba a mis oidos. Como comprendereis, en ese momento me prometí a mi mismo que si habia un concierto que no queria perderme de este festival, era precisamente el de esos - para mi -desconocidos "Jaume Vilaseca Quartet".

Y anoche llegó el momento. Y es que, como todo músico y/o melómano sabe, donde se demuestra lo que se vale, o se estrellan los talentos, es en el escenario. y ahí queria ver yo a estos cuatro.

La formación, como supondreis por su denominación, se presentaba en cuarteto, y con unos instrumentos totalmente identificados con el jazz y no con la instrumentación original de los Genesis de los 70. Para nada penseis que el pianista, Jaume, iba pertrechado de Mini-moogs, Mellotron, organos hammond o sintetizadores varios. Nada de eso. Un piano de cola, solamente. Le bastaba y le sobraba, dicho sea de paso.

En los vientos, el bilbaino Victor de Diego, con saxo tenor, soprano y flauta travesera, el tambien catalán Dick Them al bajo electrico y Ramón Díaz en la bateria. Una combinación de instrumentos muy habitual en el jazz, pero muy arriesgada para abordar esta música.

Y comenzó el concierto, como lo comenzaban los Genesis en aquella época, con el maravilloso tema "Watcher of the skies", que tambien es el comienzo del que se considera obra cumbre del grupo: "Foxtrot". En lugar del mellotron inicial del original, lo comenzaron con unos solemnes acordes de piano. A partir de ahí, tengo que reconocer que me sumergí en la maravillosa música que sonaba en el escenario del Teatro Apolo, y cuando llegó el final me parecieron 5 minutos en lugar de los creo que 90 aproximadamente que duró el concierto.

Tras el espectacular comienzo, porque ese tema es sobrecogedor, atacaron el "Seven Stones" una maravillosa melodia que Gabriel cantaba en esa obra maestra que es el disco "Nursery Crime", pero que milagrosamente se transformó en una balada con la sensación de estar escrita para ser tocada por cualquier tenor del universo jazzistico, en un pequeño club.

Tras este tema hicieron 3 mas de su disco "Jazznesis":
El maravilloso "White mountain" con el que abren el CD (originalmente en el "Trespass" de Genesis), cuya melodia transformaron en una mezcla entre "bossa" y flamenco, con aires "chickcoreanos", con un buen gusto que no es ni normal.
Del disco "Selling england by the pound", dos de sus joyas: "Firth of fifht" y "After the ordeal". El primero, con unos arreglos cuidadisimos, en muchas partes casi rozando el original, sobre todo en las partes del solo central de teclado (con piano en este caso), pero tambien con espacios para la improvisación, perfectamente encajados en el desarrollo del tema.

Y magnífico tambien el arreglo flamenco de "After the ordeal", que ya me sorprendió en el disco, al incorporar cajón peruano como percusión. En directo lo hicieron con batería, pero sonó igual de bien. Y preciosa la melodia hecha con el bajo en la parte central del tema.

Tengo que reconocer que los arreglos de todos los temas me parecen muy originales, y sobre todo muy trabajados. Y se nota que están hechos con cariño, por alguien que ama la música en general, y no se empecina en rechazar este o aquel estilo. Pero además, para abordar esta música, hay que ser muy buenos instrumentistas, tal y como lo eran los Genesis originales, y estos lo son, y van sobrados.

Tras la primera parte dedicada a su nuevo disco, nos interpretaron tambien un par de temas de sus anteriores grabaciones, con los que tambien demostraron su gran calidad como instrumentistas, y su versatilidad. El primero se titulaba "Alma bayana", y era un "funky" muy animado, donde tanto Victor de Diego como Jaume Vilaseca hicieron 2 improvisaciones fantásticas. Hay que pensar que en los temas de Genesis, al tratarse de arreglos que provienen del rock, no dejan tanto espacio a la improvisación, asi que aprovecharon sus temas propios para dejarse llevar.

El otro tema creo se llamaba "Cañitas", con un aire mas flamenco, y me encantó tambien.

Para terminar el concierto, volvieron a "Jazznesis" y atacaron uno de los temas mas complejos del rock progresivo, a mi entender: "The return of the giant Hogweed", tambien del disco "Nursery crime". Aqui ya me quedé pegado a mi butaca , casi sin respirar - de hecho, hasta me olvidé de sacar alguna foto, cosa que siempre hago en todos los conciertos - hasta el espectacular final con solo de batería incluido.

Pero aún había mas. Como no estabamos dispuestos a que se fuesen tan temprano, nos regalaron 2 bises. El primero...un verdadero lujazo: "In the cage" a piano solo, por un Jaume Vilaseca , que a esas alturas de la noche, estaba tocando de una forma espléndida. La parte central, que en el disco esta reforzada por el violin de Ewa Pyrek, aqui tuvo que asumirla él solo, pero no importó nada. Cada nota estaba en su sitio, y era mágico escuchar ese enfoque del maravilloso tema originariamente grabado en el "The lamb lies down on Broadway", que entremezclaba jazz, rock y clásica, y solo con un piano. Claro que un piano, es como una orquesta al alcance de los 10 dedos de un buen pianista, y este lo es.

Y como colofón, un tema mas sencillo y adecuado para terminar con una sonrisa en la cara: "I know what I like" en versión semi-funky y con un sonido muy "sesentero", con la flauta travesera haciendo la preciosa melodia que nos evocaba la voz de Gabriel.

Y asi llegamos al final, aunque yo hubiese estado ahi toda la noche, y me quedé con las ganas de oir en directo las versions que faltaron del disco -"The musical box" y "The lamia" - pero comprendo que estos chicos tenian que descansar. No era poco lo que acababan de hacer en el escenario.

Tuve la suerte de poder charlar con Jaume y con Dick tras el concierto, y hasta tuvieron el detalle de regalarme el disco "Jazznesis". Tambien ellos acabaron felices por la música que acababan de ofrecernos y satisfechos con la reacción del público, según ellos mucho mas alegre que el que encuentran en otro lugares.

Creo que si cualquiera de los Genesis originales han escuchado lo que estos cuatro músicos han hecho - me consta que le han mandado una copia, pero solo han tenido contestación de sus managers agradeciendoles el envio - , no tendrian mas remedio que aceptar que cumple con el juramento del que hablaba Hank Jones, porque han logrado mejorar - o...enriquecer, como quiera entenderse - lo que parecia inmejorable.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Martin Taylor Quartet: Jazz de cámara

Martin Taylor Quartet, 19 de Noviembre de 2008, Teatro Apolo (Almería)

Como jazz de cámara definiria yo el concierto que tuvimos la suerte de escuchar en nuestro teatro Apolo, el mejor recinto para escuchar jazz del que disponemos en Almería en la actualidad.
Nos visitaba el guitarrista británico Martin Taylor, que aunque para mi no era muy conocido (no puedo "estar en todas"), para algunos amigos guitarristas es todo un referente. La historia de este guitarrista, que me fue relatada hace unas semanas por mi amigo Jose Granados mientras viajábamos hacia Huercal Overa para hacer un "bolo" con nuestro grupo "Color brasil", es de lo mas conmovedora.

Durante algunos años fue la mano derecha del ilustre violinista Stephan Grapelli, y se centró bastante en el estilo de jazz que este practicaba, swing con muchas reminiscencias del famoso Django Reindhart. Cuando Grapelli falleció, Taylor se sumió en una depresión, y decidió dejar de tocar, al menos en público. Se recluyó en su casa, y se dedico a tocar y estudiar, desarrollando una nueva forma de entender su instrumento. Por fin decidió salir de ese autoencierro, y volvió a la vida pública y, visto lo visto en este concierto, ganamos todos.
Lo que nos ofreció me recordó mucho a una frase que hace años le escuché a Charlie Haden en Vitoria, cuando presentaba su concierto: "Lo que vamos a hacer esta noche no es jazz...es 'beautiful music' ". Y eso hicieron los 4 magníficos músicos del cuarteto de Martin Taylor. Mención aparte, ya que en mi condición de pianista no puedo evitar prestar mas atención, para David Newton. Me pareció que tenia una forma bellisima de tocar, elegante, atrevida a veces, rozando el blues en otras, lírica y sin dar ni una nota en falso. Probablemente no pasará a la historia como innovador del piano, pero que gustazo daba escucharlo tocar.

El contrabajista, que no logré retener el nombre, hizo también un magnífico trabajo, teniendo en cuenta que en la ausencia de batería gran parte del peso rítmico recaía sobre el.
¿Y que decir de la cantante Alison Burns?. Es de esas voces que te dejan pegado al asiento, con una afinación perfecta, sin estridencias y también muy elegante. Lo que sobraba por todas partes en ese escenario era elegancia. La versión que nos ofreció del "Sophisticated Lady" de Ellington, me puso la carne de gallina.

El repertorio fue muy variado, comenzando por un tema de swing medio llamado "Making the move", compuesto por el David Newton, y seguido por una super-balada: "Skylark", de Carmichael. Por poner un "pero", faltó algo mas de comunicación con el público, al menos para presentar todos los temas que interpretaron, así que no puedo precisar exactamente sus títulos, salvo los comentados, aunque intuyo que algunos formaban parte del ultimo disco de Taylor, llamado Freternity. Martin además nos regalo 2 preciosos temas en solitario, con los que nos demostró su increíble técnica con la guitarra.
En definitiva, cuando salí del teatro de nuevo pensé en lo afortunados que somos los aficionados a la música por contar con interpretes como los que acabábamos de escuchar.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Arturo Sandoval: Varias y variadas variaciones

Arturo Sandoval, Auditorio Maestro Padilla (Almería), 13-11-2008

Menuda mezcla de estilos nos regaló anoche el señor Sandoval, Don Arturo. Yo siempre lo he tenido por el típico trompetista "caliente" a caballo entre la calidez de la música cubana y el mas puro bop al estilo "gillespie". Sin embargo anoche, el espectáculo que nos ofreció iba un poco mas alla de esos dos conceptos de hacer música, y prácticamente cada número de los que se
interpretaban en el escenario significaba un cambio de estilo.Comenzó con un "standard" (y que no me acuerde yo del nombre!!!) a trompeta y piano solos, pasó por algunos temas muy "boppers", de los cuales el que mas me gustó fue el maravilloso "Joy Spring" de Clifford Brown, hizo algún bolero (pésimamente cantado por él mismo, la verdad), y algún tema eléctrico-funky, como la versión de "Tutu" en la que casi hizo una imitación del sonido del Miles Davis de los 80-90, pero que emocionó al personal. Como demostración del multi-instrumentista que es, ademas de hacer percusión adicional y de algunas improvisaciones con el sintetizador francamente logradas, nos interpretó un tema suyo - "Sureña" - al piano, que sinceramente me dejó asombrado. Muy curiosa tambien la intervención durante ese tema de su percusionista Philbert Armenteros haciendo un solo de maracas. 

Como trompetista - aunque alguno que no lo conociese anoche no lo tuviese muy claro, Arturo Sandoval es, básicamente, trompetista - , hay que reconocer que es un hombre que impacta. Saca lo que quiere de su trompeta, desde las notas mas graves a las mas altas, y tiene un dominio absoluto del lenguaje del bop, y cuando se lanza a ello, no hay quien lo siga.Sus músicos estaban a la altura de las circunstancias, sabiendo todos arropar a la estrella - que indiscutiblemente era Sandoval - y destacando algunos de ellos cuando el maestro les dejaba su lugar y momento para hacerlo.

El pianista, Manuel Valera, me pareció muy técnico y nos regaló algunas improvisaciones muy imaginativas, y además sabia combinar muy bien el sonido del piano acústico con los sonidos eléctricos y/o sintetizados del Yamaha Motif que llevaba como complemento.La sección rítmica, con Mani Patiño en el bajo - que no destacó especialmente, y además se escuchaba muy bajito - Alexis Arce (o algo asi) en la bateria, y el mencionado Armenteros, estuvieron muy bien, consiguiendo tejer esos complejos y endiablados ritmos que a veces requerian los temas tipo "cuban-bop". Y el saxofonista, Daniel Jordan, también muy correcto, aunque a mi personalmente no me gusté su estilo, demasiado explosivo de principio a fin. Normalmente sus improvisaciones eran un torrente de notas, a las que yo no encontré demasiado sentido. Eso si, era una gozada verlo disfrutar de los solos del maestro; se le quedaba mirando embelesado y creo que a veces intuí alguna reverencia hacia su jefe (merecidisima, seguro).

En resumen, un buen concierto, muy divertido - ¿no es la música para divertirse? - con magníficos músicos, con un repertorio un tanto deslabazado, pero siendo positivo podriamos decir que no faltó variación.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Archie Shepp Quartet, mal en la forma y bien en el fondo.

Archie Shepp Quartet, 6 de noviembre de 2008, Auditorio Maestro Padilla (Almería)

Buena noche de jazz la de ayer, aunque con sensaciones muy contrapuestas. Por un lado la música que intepretó el cuarteto de Archie Shepp, de gran calidad y que luego comentaré con algo mas de detalle, y por otro lado el lamentable sonido en la sala.

Empezare por lo malo, para así acabar con buen sabor de boca. No se quien tuvo la culpa, pero nada mas comenzar el concierto el Sr. Shepp ya estaba haciendo indicaciones para que ajustaran el sonido, haciendo ostensibles gestos que yo interpreté sobre todo en el sentido de que le subiesen el volumen del piano en sus monitores. No parecían entenderlo asi los técnicos, porque durante el primer tema (y fue un tema de mas de 10 o 15 minutos) no dejó de hacer los mismos gestos, que reiteradamente "caían en saco roto".
Si los problemas existían en el sonido de escenario, no quiero ni contar los resultados en la sala. Durante gran parte del concierto, el piano casi no se escuchaba, y cuando se escuchó fue de forma lamentable, y no creo que fuese debido a la calidad del instrumento (y mucho menos del instrumentista, que era magnífico), sino a la sonorización, posiblemente no eran los micrófonos adecuados, no lo se.
El contrabajo también sonó muy mal, y como a mitad del concierto dejo de escucharse, haciendo que gran parte de ese tema el pianista tuviese que hacer el acompañamiento de bajos, mientras el contrabajista y después uno de los técnicos "hurgaban" en el amplificador y cables adyacentes, hasta que lograron que sonase de nuevo, pero con mucha peor calidad, si cabe, que al principio. Yo realmente no puedo decir si el contrabajista me gustó o no, porque lo que escuchaba de él me llegaba con un pésimo sonido y casi preferia desviar mi atención y no escucharlo.
La batería sonaba de forma estruendosa, y tampoco se si fue culpa de los técnicos, o si era la forma de tocar del músico, pero el caso es que se "comía a los demás". Y el saxo tampoco sonaba demasiado bien, con un efecto de reverberación exageradisimo, que no se si fue petición del líder de la banda, o de la cosecha del equipo técnico.
En definitiva, lamentable a ese nivel, y muy penoso que algo así ocurra en el auditorio Maestro Padilla. Lo único que se me ocurre para disculpar a los técnicos de sonido es que los músicos no hubiesen hecho la prueba de sonido pertinente, pero me extraña en un concierto de esta categoría.
Ahora vamos a lo bueno: la música, o lo que se dejó oír. Archie Shepp se ha rodeado de 3 muy buenos músicos, y nos ofrecieron un repertorio sobre todo muy variado, por la cantidad de estilos diferentes que acometieron.
Comenzaron con un tema del poco conocido pianista Elmo Hope, cuyo título ahora no recuerdo, con una improvisación muy larga del saxofonista, y en la que, por los motivos que explique antes, no estaba muy centrado.
Después, cambiaron de estilo, y recurrieron a un standard muy conocido, de Red Garland, llamado They Can't Take That Away From Me, en el que ya, al final, Archie dejó el saxo para coger el micrófono y cantar la melodía, con su particular estilo vocal.
Los que menos me gustaron fueron los temas mas cercanos al Rhythm´n´blues, como el tercero de la noche, llamado "Trippin", y no por que no estuviesen perfectamente interpretados, sino porque personalmente es un estilo que no me gusta demasiado.
No quiero olvidarme de mencionar al pianista de la banda, un tal Tom McCann (no se si lo escribo bien, y eso que Shepp lo repitio mil veces, porque tras cada tema presentaba completamente a la banda). Me pareció el mejor músico sobre el escenario, superando en técnica e imaginación incluso al histórico Shepp. Y sobre todo me asombraba la capacidad para adaptarse a los diferentes estilos, ya que tocaron temas modales muy al estilo "coltraniano" o casi free, standards mas clásicos, blues y rhythm´n´blues, y en cada uno de ellos cambiaba en su modo de acompañar y de improvisar, pasando de un estilo muy a lo McCoy Tyner al del Errol Garner, de un tema a otro, y en el siguiente se transformaba en un experimentado pianista de rhythm´n´blues. Ademas, se incluyó en el repertorio un tema de su cosecha - "Burning bright", creo que se llamaba - , y que fué muy de mi agrado. Para mi gusto, lo mejor de la noche, sin duda.
La sección rítmica me pareció buena, obviando los problemas del contrabajista y obviando también la potencia en exceso del batería, que no me pareció muy adecuada para la música que se estaba interpretando.
Hubo momentos hasta para algo parecido al "rap", con un acompañamiento jazzistico, algo que al parecer es habitual en Shepp desde hace mucho tiempo. También nos sorprendió un breve pero gracioso solo de percusión del batería, para el que solo usó su propio cuerpo.
El concierto no se hizo largo - quizas porque no lo fue -, y nos despidieron con un bonito bis: "In a sentimental mood" de Duke Ellington.
Tras la espectacular noche del pasado fin de semana, con los 3 bajistas, en la que las caras a la finalización del concierto en todo el público eran de satisfacción y felicidad, aquí el ambiente fue algo mas frío a la salida, pero casi todos los viejos conocidos jazzisticos - en la habitual e informal tertulia post-concierto - coincidimos en que aunque la forma - el sonido- fue lamentable, el fondo - o sea, la música - estuvo muy bien.

sábado, 1 de noviembre de 2008

SMV (Stanley Clarke, Marcus Miller y Victor Wooten) o cuando dios decidió tocar el bajo

SMV (Stanley Clarke, Marcus Miller y Victor Wooten), 31 de octubre de 2008, Auditorio Maestro Padilla (Almería)

Hay ocasiones en las que mi ciudad, Almería, es sede de acontecimientos de importancia a nivel nacional. Pero para los almerienses, esos momentos casi siempre han sido amargos, pues lamentablemente si saltamos "a la palestra" suele ser debido a noticias que nos sonrojan mas que enorgullernos; sucesos de tinte racista, asesinatos y demás lindezas, que desde que Lorca escribió su "Bodas de sangre" parece que nos persiguen. 
Pero en raras ocasiones, nuestra ciudad acoge acontecimientos grandiosos y sin embargo agradables y para que algo tenga estas características, normalmente debe estar relacionado con la cultura y con el arte, que es quizás de las pocas cosas buenas que ha inventado el ser humano. En esta ocasión, ser la ciudad que cerraba la gira mundial de Stanley Clarke, Marcus Miller y Victor Wooten, y ademas compartir con Madrid y Barcelona ser la sede de los 3 únicos conciertos en nuestro país, hace que alguien como yo "saque pecho" y disfrute de ese honor.
Muchos en Almería cuando durante estos días yo comentaba algo sobre el inminente concierto, me preguntaban "¿y quienes son esos?". "Esos" son 3 de los bajistas mas reconocidos a nivel mundial, sobre todo en el mundo del jazz  en el que, cada uno con su estilo, han sentado cátedra con su instrumento.
Al mas maduro, Stanley Clarke, todos los aficionados al jazz lo tenemos presente desde su época con los Return to Forever, ese "super grupo" que montó Chick Corea en los 70, y con el que revolucionó  - ¿o inventó? - el jazz fussion. El señor Clarke comenzó tocando el contrabajo, pero cuando Corea le dio el giro eléctrico al grupo, el se colgó el bajo eléctrico, e hizo las delicias de todos. Hasta la fecha ha seguido con una exitosa carrera, y es uno de los bajistas-contrabajistas mas respetados del jazz contemporaneo.
Marcus Miller tiene en su haber el colaborar directamente con la creación del sonido del último Miles Davis, el de los 80 y 90.
Y el mas joven, Victor Wooten, ya lleva desde principios de los noventa dejando su maestría por los escenarios, desde su participación en el grupo de Bela Fleck and the fleckstones hasta su carrera actual en solitario, o con colaboraciones como la de este concierto.
Total que, sobre el papel, el espectáculo estaba servido. Pero yo acudo siempre a este tipo de "mezclas" con algo de escepticismo, porque nunca se sabe si es algo que se ha formado de manera natural, por una afinidad y admiración entre buenos músicos, o alguna "componenda" comercial, organizada por algún avispado manager. 
No puedo asegurar como surgió esta unión, pero...si no es por afinidad y admiración entre ellos, entonces es que estos 3 son magníficos actores, porque se respiraba un buen ambiente en el escenario, y una alegría tocando que se transmitía a toda la sala.
El repertorio con el que nos obsequiaron fue muy variado, sobre todo desarrollando algunos de los temas del disco que han grabado - llamado "Thunder" - y si no me equivoco con temas como "Maestros de las frecuencias bajas", "Thunder" o "Milano". 
Pero el repertorio fue lo de menos, porque lo que mas me llamó la atención fue el magistral desarrollo del show, porque de eso se trataba: de un verdadero show. Cada uno tuvo su espacio, empezando por el mas joven, Wooten, que nos deleitó sacando de su bajo sonidos increíbles que yo desconocía que podían salir de ese instrumento.
Marcus nos dio una lección magistral de la técnica de "slap", en la que es un verdadero maestro.
Y Stanley se explayó con el contrabajo, haciendo un solo espectacular.
No puedo olvidarme de los músicos que los acompañaban, porque en todo momento dejaron claro que aquello era una banda de 5 músicos. El batería, Derico Watson, demostró su maestría y su potencia - a última hora destrozó alguna baqueta...y repartió otras - y el teclista Federico Peña me dejó asombrado. Su solo de piano, en el que el resto de músicos le dejaron en solitario, fue de un lirismo sublime, y cuando se trataba de usar los sintetizadores, el piano Fender rhodes y resto de teclados que llevaba se las apañaba muy bien, y siempre dando un soporte perfecto a los 3 protagonistas. Papel muy difícil el de un teclista que toca con 3 de los mejores bajistas del mundo, y que Federico hizo a la perfección.
Tambien mención aparte merece la intervención de Marcus Miller con el clarinete bajo, instrumento que - según dicen los que entienden de vientos - es uno de los mas complejos de tocar. Alucinante la versión que nos regalaron - con Marcus en este instrumento haciendo la melodia principal - del famoso "Tutu", tema de Miller que inmortalizó Miles Davis.
Y así, paso a paso, solo a solo, con diálogos maravillosos entre ellos, con momentos de gran contundencia y de un funky salvaje, y otros de una belleza excepcional, casi sin darnos cuenta se acabo el concierto.
Un solo bis nos regalaron, pero que bis!!!!. El ya standard "School days", de Stanley Clarke, y en el que los 3 monstruos nos convocaron a pie de escenario, bajando ellos las escaleras para acercarse a su público. En el apoteósico final del tema, pude ver como Marcus dejaba que algunos con suerte que estaban delante hiciesen vibrar las cuerdas de su bajo. Vamos...que les dejó tocar. Todo un fin de fiesta, con Federico jaleando en castellano (creo que es uruguayo) a todos, y recordándonos que era su último concierto como banda. 
Sencillamente, inolvidable. Y ocurrió en Almería, ya ve usted que cosas!!!

domingo, 26 de octubre de 2008

Bunbury, la medida provocación

Bunbury, Palacio de los Deportes (Madrid), jueves 23-10-2008

Tenia yo muchas ganas de ver su directo...y no me defraudó. No hace demasiado tiempo (menos de 2 años) que "descubrí" a Bunbury. Entiendaseme: yo ya lo conocia de antes, pero para mi solo era ese insoportable cantante de los Héroes de Silencio, un grupo que en su época nunca me gustó , y ahora...tampoco. Con una estética que no comparto, chulo hasta mas no 
poder (parafraseando a mi hermana "a ver cuando se saca el globo de la boca para hablar!!!"), polémico en sus declaraciones, estrafalario... en fin...un dechado de virtudes. 
Pero de repente un día hice lo que hay que hacer con un artista: escucharlo y dejarme de prejuicios y gilipoyeces. Y me gustó lo que hacia, si, y mucho. 
Descubrí ese fantástico disco llamado "Pequeño" (paradójico titulo, para una obra tan grande), o el "Viaje a ninguna parte", o "Flamingo", y me di cuenta de que me había perdido durante algunos años a un gran creador, y tipo que hace una música diferente y arriesgada. Es cierto que me recuerda un poquito a Bowie, y que yo tengo debilidad por el "duque blanco", pero Bunbury tiene personalidad en la música que hace, y la prueba está en que puede gustar o no, pero sus canciones con reconocibles de inmediato. El caso es que después de ver esos preciosos shows que montó en la época del "Pequeño cabaret ambulante" y el "Freak Show" en video, tenia muchas ganas de estar en uno de sus conciertos.

Así que, casualidades de la vida, resulta que descubro que en la semana que voy a estar en Madrid, presenta su nuevo disco "Hellville deluxe" en el Pabellón de Deportes, y decidí que allí debía estar yo. Bueno, yo y mi sufrida hermana, a la que también embarqué en esta empresa, aunque ella no es demasiado "fan" de Enriquito.

Aunque las entradas las sacamos de grada, nada mas asomarme tuve de nuevo la sensacion de "para que venir a un concierto para verlo desde aquí",  e inmediatamente nos bajamos a pie de pista, para ver el concierto "como debe ser".

Bastante puntual comenzó a sonar su "Club de los imposibles", y se iluminó un escenario muy espectacular, de corte algo futurista. El sonido era bastante bueno, aunque a ratos - y casualmente justo en los temas del nuevo disco - a los técnicos parecía irseles un poco de las manos el equilibrio entre instrumentos, y sobre todo aumentaban de volumen al bajista haciendo que el conjunto de sonido resultase algo desagradable.

Bunbury dio un buen repaso a su repertorio, lógicamente intercalando de forma muy hábil los temas de su nuevo CD, del que tocó temas como el polémico (por el posible plagio del que le han acusado) "El hombre delgado que no flaqueará jamas", "Porque las cosas cambian", "Bujías para el dolor", la potentisima "Si no fuera por ti", "Hay muy poca gente", "Doscientos huesos y un collar de calaveras" o "Canción cruel", un precioso acústico que dejo para casi el final.
De sus temas anteriores, nos ofreció prácticamente todos los que yo esperaba: el electrizante "La señorita hermafrodita", una versión muy rockera (casi todo el concierto lo fué) de "Lady blue", una sentida versión de "El rescate". Me encantaron personalmente "El extranjero" e "Infinito" (esa que comienza con "me calaste hondo...").
La banda de Bunbury, renovada casi al completo (el único que permanece creo que es el batería Ramón Gacías), es ahora mucho mas rockera, a diferencia de las anteriores que tenían un carácter mas mediterraneo y porteño. Ya no lleva sección de metales ni a la violinista, sino batería, bajo, 2 guitarristas y un teclista. Me encantó que llevasen un verdadero órgano Hammond (al menos eso me pareció desde la distancia). Sonaba de maravilla. Y los 2 guitarristas lo hacian francamente bien. 
Seguro que me faltarán algunos, pero haciendo memoria, también interpretó "Si" (de su disco "Flamingo"), "Apuesta por el rock´n´roll", "Que tengas suertecita" y "Solo si me perdonas". Y ya casi al final, una de mis favoritas: "El viento a favor". Eso si, se saltó otra de mis predilectas: "De mayor", pero se lo perdonaré por esta vez.
Para los bises se guardó algunas joyitas como "No me llames cariño", "Canción cruel", "Canto", "Al final" o  "Desmejorado".
La puesta en escena del concierto estuvo bastante trabajada, con un cambio del escenario inicial, que después de un pequeño solo de guitarra en la oscuridad, reapareció transformado en otro mucho mas cabaretero, con una gigantesca cortina roja y una gran lámpara colgada de alguna parte. Tras algunos temas, volvió a reaparecer el escenario anterior, pero con algunos cambios en la iluminación.
Hay que reconocer que este Bunbury "se lo curra" y hace que el concierto sea ameno, haciendo su particular show, apareciendo con su sombrero y gafas, y vestido de "jinete eléctrico", y luego cambiando a sus camisas rojas, chaqueta sin camisa, chaleco sin camisa...y finalmente para delirio de sus "fans" femeninas...con el torso desnudo. Sus bailes, sus contorsiones...y, por supuesto, su "buenas noches cabrones!!!!" del comienzo de concierto. Todo un provocador espectáculo, muy bien pensado y bien ejecutado.
El final, eso sí, fue un poco soso. Él mismo comentó que un par de amigos suyos le habían recomendado no terminar el concierto así, y como a al muchacho le gusta llevar la contraria, no les hizo caso y les dedicó los 2 últimos temas, acústicos y muy lentos. Yo soy de la opinión de sus amigos, y me gusta que los conciertos acaben con algo mas contundente. De todas formas, esto no empañó un magnífico concierto en general. 
Por mucho que Enrique Bunbury provoque antipatía y hostilidad en mucha gente, por su voz particular y su carácter chulesco y provocador, para mi es uno de los grandes del pop-rock de este país, y esa noche me lo confirmó.
 

sábado, 25 de octubre de 2008

Big Band de Santiago de la Muela: El trabajo bien hecho

Big Band de Santiago de la Muela, Berlín Jazz Café (Madrid), miércoles 22-10-2088

El tercer día en Madrid amaneció lluvioso y desapacible, con una bajada de temperatura considerable, cosa que agradecí, porque los primeros días me encontré con un clima parecido al de Almería, y !!!ya esta bien de calor, que estamos casi en noviembre!!!. Por mucho que diga el gran científico Aznarín, pa mi que si que hay cambio climático. 
Pero claro, cuando llegó la noche, y la lluvia seguía cayendo y el frió arreciaba, empecé a pensarme seriamente si salir del hotel, desde el que escuchaba el agua caer y se presentía la gélida noche. Me aventuré a salir a cenar y dar una vueltecita, y en menos de 15 minutos paseando por la calle Arenal, justo cuando llegue a Opera, decidí que me pillaba una hamburguesa y me la comía en el hotel viendo el partido del Atleti-Liverpool en el plus. Con lo poco futbolero que soy ultimamente, me sorprendí a mi mismo con este plan improvisado, y ya imaginaba que no saldría de la habitación en toda la noche. Pero, cuando acabó el partido mi cuerpo estaba ya cansado de tantas horas de cama de hotel y televisión, que en un alarde de valentía, me vestí y me encaminé al Berlín, sobre todo por una razón poderosisima esa noche: está muy cerca de mi hotel.
Esa noche tocaba la Big Band que dirige el guitarrista Santiago de la Muela. No era la primera que los escuchaba, creo que hace 2 o 3 años ya los estuve escuchando allí mismo, en el Berlin, y en aquella ocasión no me gustó demasiado. Esta noche, sin embargo, tuve que cambiar mi opinión, y es lógico que una formación de este tipo, cuando ya se va rodando es cuando se vean los buenos resultados. Debe ser muy complicado montar, dirigir y mantener una Big Band, y considero que Santiago debe ser, además de buen músico, un tipo muy voluntarioso, muy convencido de que quería meterse en esa empresa. Con lo complicado que es organizarse en pequeñas formaciones musicales (cuartetos, quintetos, etc) no quiero ni pensar en lo que debe ser lidiar con 18 o 20 músicos, cada uno de su padre y de su madre, uffff, para ponerle una estatua en su pueblo al señor De la muela.
La banda comenzó con un par de clásicos de la orquesta de Count Basie ("All of me" y otro que no recuerdo), después hicieron algo de Mingus, y a partir de ahí la mayoria de temas que tocaron fueron composiciones del propio Santiago de la Muela, y realmente fue lo que mas me gustó. Siempre valoro mucho que los grupos (sean cuales sean) aporten sus propias composiciones, aparte de tocar "standards". No recuerdo muy bien los títulos de los temas, pero uno de ellos tenia alguna relación con Tokio, ya que Santiago comentó, con su buen humor característico, que lo compuso cuando se entero de que uno de sus discos se estaba vendiendo allí, y de como le asombró que algo suyo estuviese tan lejos.
Otro de los temas creo recordar que estaba dedicado a la ciudad francesa de Montpelier, por motivos que Santiago no explicó claramente. También hubo otra composición del buen trompetista Jonathan Badicci, que tambien formaba parte de la Big Band.
Entre pase y pase, tuve la oportunidad de charlar con mi colega pianista, Marta (que como podreis imaginar, era la pianista de la Big Band), a la que ya había escuchado en una ocasión anterior, en el Café Central, y que tuvo la amabilidad de sentarse a mi mesa hasta que dio comienzo el segundo pase. Por cierto, os recomiendo su disco "Marta Sanchez Trio: Lunas, Soles y elefantes". He escuchado un par de temas en su MySpace, y suenan pero que muy bien.
Como es lógico, no me acuerdo de los nombres de todos los músicos de la Big Band, ya que eran muchos y en gran parte desconocidos para mi, aunque destacaré que en la batería estaba uno de los legendarios del jazz español: Carlos Gonzalez. Eso, para los conocedores del jazz patrio, os dará una idea de la calidad de la banda.
En resumen, una muy buena noche de jazz que hizo que el frío que reinaba en las calles de Madrid se desvaneciese de inmediato, haciendo que pasase una noche perfecta (al final me dieron las 1 y media de la madrugada allí), en un concierto casi en familia, ya que curiosamente es probable que hubiese mas músicos sobre el escenario que publico en la sala. 
Por cierto, todavia no me explico como cabe tanta gente en el escenario del Berlín :-)

Zezo Ribeiro, brasil ecléctico

Zezo Ribeiro Trio, Café Central (Madrid), 21-10-2008

En mi segunda noche en Madrid decidí que era la buena para mi habitual visita a uno de mis locales favoritos: El Café Central. La posibilidad de cenar allí, cogiendo una buena mesa y la tranquilidad y profesionalidad del local, hace que me sienta allí como en casa, y además habitualmente sus propuestas musicales siempre tienen una gran calidad. Y esa noche no fue una excepción.
Aunque normalmente me muevo solo en estos recorridos nocturnos  (mis gustos musicales no suelen ser compartidos por mis eventuales compañeros de curso por las mañanas, y yo suelo huir de las típicas cervecitas "de empresa" en las que al final seguimos hablando siempre de cuestiones "de empresa") , esa noche tuve la suerte de contar con la compañía de mi hermanica Mari Carmen, que ahora vive en Madrid. Aunque ella no es tan aficionada a la música como yo, cuando estoy por allí siempre se ofrece a acompañarme a alguna actuación y así pasamos un ratito juntos, ahora que nos vemos menos. Yo, por mi parte, que se que hace ese esfuerzo por estar un rato con su hermano, intento elegir actuaciones que puedan gustarle, y esa noche atiné, porque si no me engañó, también salió contenta.
Bueno, a lo que vamos: Zezo Ribeiro, guitarrista. Yo pensé que sería un guitarrista-cantante típico, haciendo las típicas bossa-novas del típico Brasil, pero no. Es un muy buen guitarrista, y mas que bueno...sobre todo muy original. El inicio de ambos pases fueron ejecutados por él solo, tocando una guitarrita que creo que se llama "viola caipira" u "octavino", no lo se con seguridad, o bien una guitarra española normal, y jugando ademas con sonidos pre-grabados, tocando sobre ellos. La música resultante es difícil de definir, porque estaba entre un jazz cercano a Metheny a ratos, y un rock sinfónico tipo Mike Oldfield en otros, pero siempre con un cierto regusto a Brasil, expresivo y "caliente".  Destacaré además la simpatía que Zezo desprendía, casi sin tener que hablar. Es de estos tipos que nada mas verlo, ya te cae bien, con una sonrisa de felicidad mientras toca que te transmite mucho. A mi hermana le encantaban las sonrisas y gestos que hacia mientras tocaba.
Tras su parte en solitario, subieron al escenario los otros componentes de su trio: Denis Sartorato a la segunda guitarra, que hizo un papel de solvente acompañante, pero discreto, y el sorprendente y también simpático percusionista brasileño Fernando Marconi. Su "set" de percusión me encantó: cortinillas, bongos, cajón peruano, caja, y muchos juguetitos para hacer todo tipo de sonidos, como un gran manojo de llaves por ejemplo, o unos tubos de plástico con los que se marcó hasta un solo soplando por uno de ellos y agitando otro mas grande, al estilo vaquero, produciendo un sonido sibilante de lo mas original. 
Los temas del concierto fueron en gran parte originales (de Zezo, supongo), aunque durante el primer pase tocaron la preciosa bossa de Jobim "Triste".
Total, que una agradable y divertida noche en el Central, poco jazzistica eso si, pero muy original. Quizás para ver solo una noche (a veces repito en el Central, pero en esta ocasión pensé que con una noche era suficiente), pero muy interesante. Me encanta descubrir propuestas musicales diferentes, y esta fue una de ellas.

Rebeca Jimenez, rock honesto

Rebeca Jimenez, Sala Moby Dick (Madrid), Lunes 20-10-2008
Doy comienzo a una nueva serie de crónicas de conciertos, como consecuencia de mi viaje de la pasada semana a nuestra "capi", por motivos profesionales. Como ya sabréis los 3 o 4 que han leído todas mis crónicas (que ya hay que tener paciencia), un servidor aprovecha estos desplazamientos para cultivar su mente informática por las mañanas  ya que, al fin y al cabo, a eso me dedico, pero en lugar de pasar las noches tumbado en una cama de hotel, pasando por la interminable lista de canales y tragando bazofia televisiva, que es lo único que al final te ofrecen las aburridas noches de hotel, me dedico también a recorrer las diversas opciones que una gran capital como Madrid me ofrece. Y os puedo asegurar que son muchas, y muy variadas.
Así que, el mismo lunes, para que lo iba a dejar para mas tarde, me encaminé hacia la Sala Moby Dick, para ver a Rebeca Jimenez.  Rebeca es una cantante que descubrí por casualidad hace unos meses viendo un pequeño reportaje en la televisión sobre la grabación de su primer disco "Todo llegará". Me gustó como sonaba y su timbre de voz y ... me hice con el disco (no os diré como lo conseguí, es secreto de sumario). Cuando la semana anterior al curso hice mi tradicional "batida" por internet para ver que se cocía esa semana por la capital, me sorprendió agradablemente descubrir que esta chica iba a tocar por allí.
La Sala Moby Dick, de entrada, me gustó. Buen ambiente (la zona es buena, por el Bernabeu), y un tamaño adecuado, ni muy grande ni muy pequeña. Me apalanqué en un rinconcito de la barra, con mi batido de chocolate (desde que no bebo alcohol, ya no se que pedir en estos sitios para variar) y me dispuse a esperar a que comenzase el concierto.
Al rato llegó una chica con el "merchandising" de Rebeca, y resulta que me había colocado en su rinconcito. Llegamos a un acuerdo, y me dejó quedarme allí, por lo que estuve de lo mas tranquilo, muy cerca del escenario, pero sin el agobio de la gente que poco a poco fue llenando la sala.

El concierto en sí me gustó mucho. De entrada me sorprendió el buen sonido (si, a veces ya...hasta sorprende), salvo un pequeño despiste al inicio con la voz, que fue subsanado inmediatamente pero que deslució el inicio de la primera canción. Rebeca, enfundada en una camiseta con la lengua de los Rolling (toda una declaración de intenciones y de gusto por el rock´n´roll), dió un repaso completo a su disco -el mencionado "Todo llegará"-, y que os recomiendo si os gusta el rock serio y bien ejecutado, sin demasiados adornos. Mucha  guitarra, piano (tocado muy dignamente por ella misma) y unos solventes bajo y batería.
Todos los temas están muy cuidados, y aunque en directo eché de menos esos bonitos órganos tipo hammond que en muchos de ellos suenan en el CD, la interpretación fue bastante fiel al disco, con la fuerza del directo añadida. Sobre todo, muy buen trabajo por parte del guitarrista (ahora mismo no recuerdo su nombre).

Destacaré temas como "Para volar" (con ese "dame caña!!!!" inicial coreado por todos), "Nefertiti Blues" con la colaboración de un saxofonista llamado Fernando Sambuesa, baladas preciosas como "Avión en picado", "Calada hasta los huesos" o la que da titulo al CD "Todo llegará", que nos pusieron los pelos "como escarpias", con esa voz semi-desgarrada pero muy muy afinada de Rebeca. Quizás faltó algo mas de simpatía por su parte durante el concierto, pero puede que el carácter de Rebeca se un poquito áspero, como su preciosa voz.
En resumen, un muy buen concierto de ROCK con mayúsculas, y ojala surjan mas músicos como Rebeca Jimenez, con propuestas tan honestas y de calidad como la suya.

P.D.: Perdón por la poca (o ninguna) calidad de la foto, pero es lo que tiene solo llevar el movil.

miércoles, 1 de octubre de 2008

REM, esperando un poco mas de todo

REM, 30 de septiembre de 2008, Plaza de Toros de Murcia (España)
Como siempre que escribo estas crónicas, intento reflejar mucho mas lo que siento en los conciertos en los que asisto, en lugar de hacer una sesuda y fria crítica del acto, que para eso ya están los críticos musicales al uso, y uno no tiene mas que 
cogerse El Pais o El Mundo, en sus secciones de cultura y leer lo que los "expertos" en música de los diarios de tirada nacional comentan sobre esta o aquella gira mundial que pasa por nuestro pais. Es bastante normal que ni hayan estado en los conciertos que comentan, y a veces se les nota (sobre todo si uno mismo si ha estado). 
Todavia no he leido lo que se esta diciendo por ahi de esta gira de REM, y para no contaminarme, echaré un vistazo despues de escribir y publicar esto.
El concierto me dejó unas sensaciones contrapuestas, y que voy a intentar desmenuzar y analizar esta mañana. En primer lugar, hay que reconocerles la puntualidad. Estaba anunciado para las 22:00 horas, y no pasaron ni 10 minutos cuando los de Athens saltaron al escenario. Los teloneros (unos tal "We are scienthist") debieron tocar antes, pero nosotros llegamos con el tiempo muy justito. Por ese mismo motivo (y por ciertas dolencias en la espalda de mi mujer) decidimos sentarnos en uno de los tendidos de la plaza, para poder ver el concierto mas comodamente. Craso error. Cuando comenzó, me dió la sensación de no formar parte del evento. Es una cuestión de gustos, pero en un concierto de rock estar sentados y alejado es casi peor que verlo en el salón de casa. Es mas, en el sofá de uno, y viéndolo en DVD tiene mas emoción que de esa forma. Yo me siento como desplazado, como si el concierto estuviese siendo ofrecido a los que están frente al escenario, saltando y dandose codazos, y los que están arriba son unos invitados de 2ª clase, unos "voyeurs" a los que se deja mirar pero no tocar.
Así que a la segunda canción, decidimos que lo mejor era bajarse al albero, e intentar mezclarnos con los que verdaderamente estaban disfrutando del concierto, en lugar de permanecer allí sentaditos con los "viejos de espíritu", que los hay de todas las edades.
Desde arriba el sonído era pésimo, y me quedo corto en la descripción. Es algo que suele ocurrir con mucha frecuencia. Solo se piensa en sonorizar bien las zonas que están frente al escenario y a su nivel, y paradojicamente a veces las entradas ahi son mas baratas. 
Cuando nos bajamos a pie de escenario (es un decir, porque no estabamos justo a sus pies), el sonido mejoró un poco, pero solo eso. Fué quizas lo mas decepcionante de la noche. No comprendo como un grupo de esta categoria puede tener tan malos técnicos, porque el sonido era como una "bola" de la que sobresalian la voz cortante de Michael Stipe (que ademas, ya no es lo que era) y la batería. Lo demás no se distinguia nada bien, sobre todo el bajo que, mas que un instrumento era una especie de vibración.
La puesta en escena del grupo no está mal. Stipe es un showman y con poco esfuerzo sabe meterse al público en el bolsillo. Tengo que resaltar que el publico de anoche era bastante soso, y no creo que sea ese el carácter murciano. No se que pasaba, pero a nuestro alrededor la gente no paraba de hablar, de mirar para otro lado, en definitiva parecia no ir con ellos eso que pasaba en el escenario. 63 euros, que es lo que costaba la entrada, es un aliciente bastante fuerte para prestar atención en aquello en lo que te los has gastado, pero ahi parecia estar mucha gente como si les hubiesen dado una invitación, dado el poco entusiasmo y atención que prestaban. ¿Tiene sentido que una pareja se gaste 126 euros para hablar el uno con el otro mientras se toman una cerveza rodeados de gente dandoles codazos, y con música de fondo?. En cualquier bar de copas eso te sale 20 veces mas barato. En fin, alla cada uno, pero...no se nota la crisis, la verdad.
Dejando de un lado el lamentable sonido, el concierto estuvo bien. Solo eso. La verdad es que no lograron emocionarme (y yo soy de lágrima facil, musicalmente hablando). La primera parte, como es normal, la dedicaron a desgranar su último CD, "Accelerate" del que tocaron casi todo: "Man-sized Wreath", el ya conocido "Supernatural, superserious", el tema que abre el album "Living well is the best revenge", "Horse to water", y unas cuantas mas de las que que no me atrevo a decir los títulos, porque reconozco que no me habia escuchado mucho aún su nueva obra. Casi todos los últimos temas son muy potentes, dando la sensación de que no quieren hacerse viejos con esas dulces baladitas que tan bien les salen (todo hay que decirlo). 
De cuando en cuando metian algún tema mas conocido y el público reaccionaba momentaneamente. Si no recuerdo mal, el segundo tema fué el archiconocido "What´s frequency, Kenneth" de su famoso "Monster". Sonaron temas como "Imitation of life" (de su album Reveal), el más acústico "Electrolite", "Walk unafraid" del "Up", y conforme nos ibamos acercando al final ya iban sonando las melodias que los han hecho mundialmente conocidos, o sea temas como "The great beyond" (tan malo era el sonido que me costó reconocerla hasta que llegó el estribillo), o ese fabuloso tema que hicieron dedicado al famoso cómico norteamericano Andy Kauffman "Man in the moon". Como es lógico, el personal se volvió loco cuando sonaron los acordes de mandolina del "Loosing my religion", tema emblemático del grupo. Sinceramente creo que el 80% de los asistentes era el único que conocian, por como reaccionó el respetable. Particularmente buena la versión del "Orange crush" (esa del "follow me....") en la que Michael nos hizo alucinar con su megafono y sus bailes por el escenario, con ese cuerpecillo de marioneta que dios le ha dado. Tambien disfruté mucho con "The one I love", un temazo de su disco "Document" y que sonó realmente bien en directo. El fin de fiesta era de esperar: un electrizante "The end of the world" que al final me dejó con ganas de un poquito mas, supongo que porque mis oidos se fueron acostumbrando al sonido y cada vez lo iba disfrutando un poquito mas. 
Se despidieron amablemente y ni un solo bis concedieron, aunque en su defensa diré que tampoco es que el público se lo pidiese efusiva ni masivamente. Faltaron algunas clásicas como "Daysleeper" o "Everybody hurts", que comprendo que esten un poco "hasta el gorro" de tocar, pero que a mi me gustan bastante, aunque anoche no eran muy apropiadas las baladas, ya que las conversaciones del público se comian el sonido cuando los temas eran suaves.

Asi que de vuelta a casa desde Murcia mientras mi mujer dormia (no tenia la suerte de estar de vacaciones hoy, como yo) me escuché de nuevo su último disco y aunque me sentí satisfecho de haberlos visto en directo, porque un concierto de esas caracteristicas siempre es una buena experiencia,  reconozco que no tuve la emoción de haber visto, como en otras ocasiones, algo inolvidable.


lunes, 25 de agosto de 2008

Perico Sanbeat, Javier Colina y Albert Saz, en Cafe Central (Madrid)

Perico Sanbeat, Javier Colina y Albert Saz, en Cafe Central (Madrid), domingo 24 agosto 2008
A veces las cosas llegan cuando uno no las espera, e incluso ese refrán de "no hay mal que por bien no venga" tiene su razón de ser. El caso es que ayer viajábamos hacia Santander, para una semana de vacaciones en estas tierra cántabras, y cuando llevábamos poco mas de una hora de trayecto, una rueda de nuestro coche estalló. Tras el susto, y dando gracias porque pude controlar el coche, y salirme al arcén, tuvimos que poner la rueda de repuesto, y comenzar a buscar un taller donde pudiesen arreglarnos la rueda. El caso es que, por circunstancias que no voy a relatar, porque serían muy tristes y aburridas (pero en las que las leyes de Murphy tuvieron mucho que ver, y nuestra poca precaución respecto al vehículo, también) tuvimos que cambiar 2 ruedas, mas la de repuesto, que también estaba machacada. Conclusión: en lugar de llegar a Santander ayer domingo, tuvimos que hacer noche en Madrid, para no pasar parte de la noche viajando, que no apetece.
Y claro, en Madrid, y en Agosto, que da gusto salir a dar una vueltecita porque hasta se puede aparcar...mi mujer y yo acabamos en el Café Central. Solo pudimos ver el segundo pase (y no completo), pero mereció la pena: en el saxo estaba Perico Sanbeat, en el piano Albert Sanz (a este no lo conocía) en el contrabajo Javier Colina.
Precioso concierto (al menos la parte que escuché), donde tocaron un par de stardards (uno era de Billy Strayhorn, pero yo no lo conocía), y para terminar, un tema de Sambeat, llamado Bogaloo (o algo así).
Nunca había tenido la ocasión de escuchar en directo a Perico, y me encantó su sonido. Los solos de contrabajo de Colina fueron excelentes, y la labor del pianista, aunque mucho menos brillante que la de sus dos compañeros, muy estimable también.
De forma que...lo que comenzó siendo un día de "mala suerte" (aunque librarse de tener un accidente automovilistico por un reventón de un neumático, habría que pensar que es buena suerte), terminó de forma excelente, con un paseo por la noche madrileña, unas cervecitas en una de las cervecerías de la animadisima plaza de Santa Ana, y un poquito de jazz del bueno en el Café Central.
Ah, y he llegado hoy a Santander sano y salvo, que no es poco.

sábado, 23 de agosto de 2008

Antonio Serrano e Iñaki Salvador, el sueño de una noche de verano...en Mojacar

Antonio Serrano e Iñaki Salvador, Aku Aku (Mojacar, Almería) 22 agosto 2008

Menuda noche de verano en Mojacar nos dieron este duo, una armónica y un piano, ¿para que mas?.
Hablar ya de Antonio Serrano, y no parar de soltar elogios es imposible. Este armonicista sigue dejándome siempre literalmente "con la boca abierta". Una vez me compré una armónica (de cromáticas, con su palanquita) y tuve que dejarlo por imposible, no era capaz de tocar eso. Así que cuando escucho a Antonio, no salgo de mi asombro. Que sonido, que afinación...que de todo!!!. Y cuanto derroche de ideas. Ante todo, Serrano es un músico fantástico.
Y que decir de Iñaki Salvador. A este pianista hacia tiempo que no lo escuchaba, y hace un par de noches emitieron en La 2 (en ese horario infame de los conciertos de calidad...sobre las 3 de la madrugada) una actuación suya en el festival de San Sebastian de este año, haciendo un precioso concierto de versiones de temas de cantautores (Silvio, Serrat, Pedro Guerra, etc) y después de verlo, fue la gota que colmó mi vaso (que se colma facilmente, lo reconozco) para decidir ir al Aku Aku de Mojacar a escuchar a este par de "monstruos".
Y no me defraudaron. En un par de pases, nos dejaron en el cielo. Con el ruido de las olas de fondo, y este par de super-músicos tocando, y tras una buena cena en Aku Aku...¿que mas se podía pedir'. Comenzaron con un tema de Iñaki, fantástico (además, compone bien), y despues nos fueron deleitando con temas como Mañana de Carnaval (con una intro de Antonio evocando a Piazzola), algún tema del folklore vasco (con traducción de la letra por parte de Iñaki), temas puramente bop, como "Confirmation" o "Billie´s bounce", una deliciosa versión de "Days of wine and roses" de Mancini que hizo que en algún momento cerrase los ojos y pensase que estaba ante Bill Evans y Tooth Thielemans (uno de mis discos favoritos es "Affinity" de esta pareja), y hasta se atrevieron a hacer unos arreglos basados en un estudio de Chopin. Seguro que se me olvida algún tema, pero mi memoria no es capaz de retenerlo todo, y a la vez disfrutar como lo hice.
La técnica de este par de músicos es abrumadora, pero aún así es superada por su gran inventiva. Con estos conciertos, uno se anima a seguir estudiando y progresando, para poder llegar a un mínimo porcentaje de lo que escucha tocar por ellos.
Esta noche (23 agosto 2008) se organiza una jam en Aku Aku, con estos dos grandes músicos coordinandola. Lamentablemente tengo otro compromiso musical, y no podré estar, pero el concierto de anoche...ese no me lo quita nadie.

miércoles, 4 de junio de 2008

Polo Ortí-Jorge Pardo Quartet (Madrid "la nuit" parte IV)

JUEVES, 29 DE MAYO DE 2008: Polo Ortí, Jorge Pardo, Victor Merlo y Borja Barrueta en el Bogui

Y llegamos a la última noche de la semana, la del jueves, y en la que volví al Bogui. Ya la noche anterior tuve la oportuna y sensata precaución de reservar mesa para el concierto que estaba anunciado, porque imaginé que dado el personal que iba a estar en el escenario, y además siendo jueves la cosa iba a estar difícil.
Una vez mas reitero el buen servicio del Bogui, que se molestaron el tomar mi teléfono para confirmarme si podían hacer efectiva la reserva. Por la mañana del jueves me llamaron para decirme que no podía ser, al comprobar que tenian todas las reservas hechas desde hacia días, pero por la tarde me dieron la agradable sorpresa de volverme a llamar para comunicarme que (supongo que por alguna anulación) si que podían darme mesa, así que todo se conjuraba para una magnifica noche de jazz como colofón a la semana. Y así fue.
La formación de esa noche, de autentico lujo: Jorge Pardo, saxo y flauta, Polo Ortí al piano, Victor Merlo al contrabajo y Borja Barrueta en la batería.
Cuatro nombres que por si solos ya dicen mucho en el jazz español.:

Jorge, que se codea con los mejores del mundo, como demuestra sus últimas giras con la banda de Chick Corea, pero que a la vez es tan sencillo como para tocar con gente como un servidor cuando esta de vacaciones por mi tierra.

El maestro Polo Ortí, cuyas composiciones gustan tanto al propio Gary Burton que las incluye en sus discos (como ejemplo, escuchad su CD "Reunión", donde hay nada menos que 3 temas de Polo). Un verdadero virtuoso del piano, y con una sensibilidad increíble.

Victor Merlo, que es uno de los mejores bajistas/contrabajistas del pais, se lo rifan para grabaciones y giras (la última...con Sabina y Serrat, por cierto).

Y, por último, un joven pero ya experimentado batería, Borja Barrueta, que asombra por su técnica, por un impecable sentido del ritmo y por como maneja a su antojo los silencios.
Así que el menú estaba servido, y el resultado fue, como era previsible, espectacular.
Desde el principio, con un precioso "Days of wine and roses", fueron atacando varios "standards"...pero que en sus manos sonaban nuevos.

Preciosa la versión que hicieron del "Someday my prince will come", por ejemplo, o un tema solo que hizo Polo (creo que se llamaba "Patricia"). El sentido del humor de Polo (que hasta se contó algun chiste entre tema y tema) hizo que la relación músicos-público fuese aún mas estrecha, y aunque el local estaba "a rebosar", pareciese que estabamos todos en familia.
Entre pase y pase pude saludar a Jorge, que me miró con sorpresa como pensando "que hace este almeriense por aqui?", pase un ratito con mi amiga Yoio Cuesta, fantástica cantante de la "Larry Martin Band", y tambien charlé con nuestro internacional saxofonista Javier Vercher, que me comentó "off record" que estaba grabando en Nueva York su próximo disco, nada menos con con Larry Grenadier, que es el contrabajista habitual de Brad Mehldau, ahi es na!!!.
Tan agusto estaba que no pude resistir la tentación, y durante el segundo pase incumplí mi costumbre reciente de no tomar alcohol, pidiendome un Ballantines con Coca Cola que me supo a gloria, mientras seguía escuchando a estos cuatro "monstruos" del jazz.
Mientras caminaba de regreso al hotel, con las manos en los bolsillos de mi cazadora debido al fresquito de la noche madrileña, pensaba en la suerte que tengo al poder disfrutar de vez en cuando de estas "semanas sabáticas" en las que, además de aprender algo útil para mi trabajo durante las mañanas, disfruto de la música en directo en esos lugares que solo una gran capital como es Madrid puede ofrecer.
Ya estoy contando los días para el próximo viaje que tengo previsto para después del verano. Pero mientras tanto espero escribir mas crónicas de otros conciertos, desde luego.

Para mas información sobre:
Polo Ortí: http://www.myspace.com/poloorti
Jorge Pardo: http://www.flamenco-world.com/magazine/webs/jorgepardo/ejorgepard.htm

Duelo de guitarristas: Sáiz vs Sandoval (Madrid "la nuit" parte III)

MIÉRCOLES, 28 DE MAYO DE 2008: Israel Sandoval y Chema Sáiz en el Bogui

El miércoles estuve en el Bogui, un club que esta en la famosa calle Barquillo. Nunca había estado allí, y tengo que reconocer que el lugar me encantó. Un buen escenario, bien situado respecto a las mesas, y un magnífico servicio, con unos camareros muy profesionales, amables y atentos en todo momento. Tuve la suerte de sentarme en primera fila - y sin tener reserva previa, que ya es decir - y pude asistir a un "mano a mano" entre dos guitarristas fabulosos.

En un lado del cuadrilátero, Chema Saiz, guitarrista de Alcalá de Henares a quien yo conocí a través de aquel añorado programa de TVE llamado "Jazz entre amigos", que le dedicó un programa hace ya unos 15 años. En todo este tiempo Chema ha ido ganando en técnica y sobre todo en seguridad y aplomo, siendo ahora uno de los mejores guitarristas de jazz del panorama nacional. Y en el otro lado, una de las jóvenes promesas, que mas bien ya es realidad, del jazz actual: Israel Sandoval. Yo tuve la suerte de verlo hace un año y pico en el Café Central, presentando su disco "Marzo", y ya me dejó gratamente sorprendido.

Así que podéis imaginar la maravillosa noche de música que nos brindaron semejantes ejecutantes. Los estilos de ambos guitarristas son diferentes, pero no incompatibles (yo creo que entre los buenos músicos no existen incompatibilidades). De hecho yo creo que el encanto de la música que sonaba era precisamente esa diferencia estilística: Sáiz mas clásico y Sandoval mas moderno, aunque a veces...se daba la vuelta a la tortilla y Chema hacia cosas muy arriesgadas también. Son dos maestros, y las 12 cuerdas sonaban perfectamente conjuntadas, sin echarse de menos sección rítmica alguna. Mas bien es que ellos eran también la sección rítmica.

El repertorio fue algo improvisado, con muchos "standards" - si no recuerdo mal, comenzaron con "All the things you are" - aunque incluyeron también algún tema propio, como es el caso de "Marzo" de Sandoval, tema muy "metheniano" que da título al disco que mencionaba antes,y que a mi me recuerda mucho armónicamente a la forma de componer de otro gran guitarrista español llamado Ximo Tebar. Hubo algún tema también de Chema Saiz, cuyo título no logro recordar.

Pero realmente daba un poco lo mismo que temas tocasen, lo importante era la intensidad y la complicidad que había en el escenario. Muchas miradas, sonrisas entre ellos y hacia el no muy abundante pero entregado público que estábamos ahí esa mágica noche. Todo un lujo para mi, un regalo para los sentidos estar en ese lugar y en ese momento.

Tras el concierto, tuve el placer de saludar y felicitar a Chema Sáiz, y de ofrecerme a grabarle una copia del DVD de "Jazz entre amigos" en el que se daba a conocer el comienzo de su andadura jazzistica. Encantado por la propuesta, me dio su dirección y dicho DVD ya debe estar a punto de estar en sus manos.

Nuevamente volví a mi hotel con la mente llena de bellas melodías y dando gracias a mi empresa por enviarme fuera de casa una semanita. Intenté dormirme pronto para estar despejado a la mañana siguiente, que lo de la informática requiere su concentración.

Y por cierto, como esa noche estaba en un lugar perfecto para hacer alguna foto que inmortalizase el evento, se me olvidó la cámara en el hotel. Que le vamos a hacer.
Mas información sobre Chema e Israel en:

Tarde con Joshua Edelman y noche en Berlin Jazz Cafe (Madrid "la nuit", Parte II)

MARTES, 27 DE MAYO DE 2008: En el estudio de Joshua Edelman, y cuarteto en el Berlín Jazz Café

El martes también fue un día muy interesante, aunque no precisamente por el concierto de la noche, sino por mi visita por la tarde al estudio de Joshua Edelman, pianista de Nueva York afincado en nuestro país desde hace ya mas de 20 años.Hace unos meses contacté con el a través del MySpace, y le ofrecí unas grabaciones de TVE que tengo en DVD, en las que aparecía con su cuarteto de esa época, y como pianista del grupo de Abdu Salim. Viejos programas de "Jazz entre amigos" que ahora se saborean con mucho mas placer, con el paso de los años. Sorprendentemente, me reconoció que no había vuelto a ver dichos programas desde el día de su emisión (hace ya unos 16 o 17 años, si no recuerdo mal), y que no disponía de ellos. Como tenia este viaje previsto, quedamos en encontrarnos en Madrid y que yo le llevaría las copias.Una vez allí, le llamé pensando que nos citaríamos en alguna cafetería para hacerle entrega del material y ya está. Sin embargo, Joshua me ofreció quedar en su estudio de la Calle del Rosario, para enseñármelo y allí estuvimos charlando tranquilamente un buen rato esa tarde. Además tuvo el detalle de regalarme su último disco y dvd, llamado "Calle del Rosario", y que está dedicado precisamente a la calle y el barrio donde vive, y que tiene un encanto muy especial. Os recomiendo a todos el disco, porque además de muy buena música, jazz latino de lo mas elaborado, tiene un reportaje en DVD precioso sobre la vida de Joshua y sobre el barrio de las Vistillas (La latina), que es donde vive y tiene el estudio, muy cerca de la basilica de San Pedro el Grande. Un lugar con encanto, os aseguro, donde se mezclan muchas culturas, y donde Joshua, neoyorquino de nacimiento, está encantado en nuestro pais.Una vez mas me queda claro que cuanto mas grande es el músico (o el artista, en general) mas humano y humilde se comporta, y el caso de Joshua es un buen ejemplo.

Tras una agradable cena con mi hermana, que ahora vive en Madrid, que me llevó a un restaurante muy coquetón llamado "Con dos fogones", me fui al Berlin Jazz Café, lugar al que tengo especial cariño por ser el único club de jazz de Madrid donde he tocado, con mi grupo "Diego Cruz Quartet". Esa noche tenia un cuarteto con una chica de vocalista, todos ellos músicos desconocidos para mi, muy jóvenes eso si. Tengo que reconocer que me dejaron bastante frio. Con todos mis respetos, porque no eran malos músicos, se ve que no tenia yo la noche y tampoco ellos no hicieron mucho por animarmela. De forma que solo me quedé al primer pase y después me marché a descansar al hotel, ya que me quedaban aún 2 noches de conciertos y no quería estar demasiado cansado.

Mas información sobre Joshua Edelman en http://www.myspace.com/joshuaedelman