viernes, 13 de noviembre de 2009

Natalia Dicenta, mucho mas que tablas

Natalia Dicenta y Vicente Borland Quintet. 10-11-2009, Café Central (Madrid)

Como siempre, aprovechando mis visitas de trabajo a Madrid, todos los que perdéis vuestro valioso tiempo leyéndome sabéis que no desaprovecho la ocasión. Esta vez no iba a ser menos. Mientras por la mañana aprendía áridas y tediosas técnicas de cómo construir y/o atacar

servicios web con mediante java - se trataba de un curso de informática, y no de unas maniobras de carácter bélico, como por la descripción podría parecer – por las noches intentaba olvidarme de tan aburridas – en esta ocasión, especialmente – mañanas, y disfrutar de la maravillosa noche madrileña, que siempre ofrece de todo.

En primer lugar, decidí acudir a mi club favorito, el Café Central, donde me llamó la atención que su cartel estaba liderado por alguien que me sonaba mas como actriz que como cantante: Natalia Dicenta.

La hija de Lola Herrera – es lo malo de tener una madre tan buena actriz, y tan conocida, que siempre serás “la hija de” – se presentaba una semana en el Central, con un quinteto, el del pianista Vicente Borland del que, para ser sincero, tampoco había oído hablar.

Reconozco que iba sin demasiadas esperanzas, puesto que no tenia ninguna referencia de ellos, mas que el hecho de que la Dicenta es conocida en el mundo de la farándula teatral, y eso en el mundo de la música no es suficiente.

Sin embargo reconozco que en cuando escuché a Natalia cantar, me di cuenta de que había hecho muy bien en ir. Realmente me sorprendió su voz: potente, afinada y tirando a “negra”, algo sorprendente en esta chica rubia y de ojos azules que, pese a que los años van pasando, tiene una presencia magnífica.

Sobre el escenario se le notaban también las tablas, y eso supongo que se lo da el haberse dedicado al oficio de actriz desde muy joven, y le dio al espectáculo un aire digamos…teatral y hasta cabaretero en ocasiones, que hizo la noche muy amena. La chica sabe que canta bien, y que gusta, y se regodea, llegando a veces a exagerar los gestos y las sonrisas – claro, con esa dentadura blanquita y perfecta, también sabe que puede – pero se le perdonaba cada vez que cantaba, porque tengo que reconocer que lo hace muy bien.

El repertorio también influyó para el éxito de la noche, ya que fue cambiando de estilo con estudiada sabiduría, haciendo temas de Aretha Franklin (“Ain´t no way”), de Billy Joel (“Just the way you are”), de los mismísimos Beatles – o mas bien de McCartney – con una animada versión de “Blackbird”, de Marvin Gaye o standards como el “Summertime” , el famoso “Over the rainbow”, e incluso un popurri de temas de Cole Porter al final del concierto.

Como no puede ser de otra manera, dediqué también mi atención a todos los músicos que la acompañaban y arropaban. El principal, por ser el líder del quinteto, y además el arreglista de todos los temas, era el pianista panameño Vicente Borland. Como pianista no me pareció nada del otro mundo – tocaba muy bien, pero sus improvisaciones no eran nada originales- pero como arreglista me pareció magnífico. Todos los temas tenían un toque especial, y se notaba que estaban muy trabajados. El resto de la banda lo formaban el veterano guitarrista Santiago Reyes, que a pesar de tener algunos problemas de digitación (no se si fue solo esa noche) me pareció un correcto guitarrista, y si que hizo algún solo realmente expresivo, además de un precioso acompañamiento a dúo con Natalia en un tema al comienzo del segundo pase. En el saxo estaba Marcelo Peralta, quien realizó a la perfección su trabajo de acompañante de cantante, dándole la réplica con arreglos muy estudiados, y quien también hizo algún solo de interés. Y en la sección rítmica Christian Perez en el contrabajo y Antonio Calero en la batería, que se mantuvieron en un discreto segundo plano, que para mi es la postura correcta.

Por tanto una nueva noche de disfrute en el Central, esta vez inesperada y quizás por ello mucho mejor saboreada.

1 comentario:

masteatro dijo...

Yo tuve la oportunidad de verla también en el Central hace seis años y es maravillosa. Ojalá algún día grabe un disco.

Hace unos años ya se suponía que iba a grabar uno, se titulaba "Sin miedo" y creo que su padrino iba a ser Miguel Bosé, pero no sé qué pasó que nunca llegó a salir a la venta.