martes, 14 de julio de 2009

John Scofield y Blind boys of Alabama, la noche del Gospel y del espectaculo

John Scofield and Piety Street Band y The Blind Boys of Alabama, Polideportivo de Mendizorrotza, Vitoria, Lunes 13 de julio

La primera noche en Mendizorrotza tenia como título "Concierto de Gospel", y bueno, posiblemente la organización exageró un poco. No se exactamente como podria definir lo que se escuchó anoche, pero quien acudiese buscando gospel, posiblemente no lo encontró exactamente, y quien acudiese buscando jazz, pues probablemente tampoco.

Eso no quiere decir que no hubiese buena música. Sobre todo en la primera parte.

Estando el maestro Scofield en un escenario, es raro no disfrutar. En esta ocasión presentaba su disco "Piety Street", en el que versiona y recrea, a su manera "scofieldiana" temas cercanos a la música de Nueva Orleans y al gospel.



El problema de estos experimentos es que...si no se hacen bien, le explotan a uno en la cara. A mi el CD me gusta como suena, sin embargo el directo no me gustó tanto. La banda que llevaba Scofield, a mi juicio, no le hacia justicia, exceptuando al teclista y cantante, que reconozco que lo hacía muy bien, y lógicamente, al propio John Scofield, que haga lo que haga con la guitarra suena a gloria bendita (por mucho que mi mujer siga empeñandose en que a veces suena "como si se le pisa el rabo a un gato"). Quizas, para mi gusto, Scofield jugueteo demasiado con sus pedales, no siempre con buenos resultados. Hace unos años lo vi a duo con John Medeski en el Teatro principal, y estuvo mas acertado en esas lides. Quizas este no era el contexto donde hacer ese tipo de cosas.

El concierto comenzó como el disco, con el tema "That´s enough", y fué desgranando practicamente la totalidad del CD. Hubo temas super clásicos, como el "Sometimes I feel like a motherless child", o "Somethings got a hold on me". Particularmente estremecedor fué un tema llamado "The Angel of death", y el concierto terminó, tempranito ya que habia empezado a las 20:30, tal y como acaba el disco: con "I´ll fly away", con un sonido verdaderamente country.

El mismo Scofield recomendó lo que venia despues, y así nos fuimos al descanso - el clásico bocadillo de Mendizorrotza - que yo aproveche para saludar a un buen amigo del pasado año, el pianista burgales Adrian Royo, que andaba por las gradas viendo el concierto.

Tras el descanso, aparecieron en escena los famosos "Blind boys of Alabama". Los que me conoceis, sabreis que yo preparo mis conciertos, y no podia ser menos en este caso, asi que hace unas semanas yo ya tenia algun material en mi poder de estos cantantes, a los que solo conocia hasta ese momento por haberlos visto haciendo coros en un concierto de Peter Gabriel (el de su ultima gira, que os recomiendo a todos). El caso es que vi un concierto de Ben Harper, en el que estos "chicos ciegos" le hacian coros, que me dejó encantado, de forma que tenia ganas de ver como sonaban en directo.
Pues bien, me decepcionaron un poco. Ellos solos, como banda, no son gran cosa. Si, tienen una voces sensacionales, y dan espectáculo, pero musicalmente me dejaron bastante frio. De hecho aguante hasta el final, porque habia quedado a la salida, que si no posiblemente me hubiese ido antes, porque llegaron a aburrirme.



Es un tipo de música que divierte - al menos a mi - durante las 2 o 3 primeras canciones, pero despues todo vuelve a repetirse. Para colmo, llegando al final de concierto, el cantante principal - Jimmy Carter, creo que se llama, pero no es el de los cacahuetes - decidió montar su particular "pollo", y de la mano del guitarrista - que no debia estar tan ciego como el - bajo del escenario y se paseo por entre el público, haciendo las delicias del respetable, pero invirtiendo en semejante operación calculo que unos 20 minutos, mientras el resto repetian un cansino riff desde el escenario.

El concierto de anoche creo que es de los que la organización del festival se apunta un tanto, porque obtiene mucho éxito popular. Otra cuestión es la calidad musical. Pero yo comprendo que para hacer un festival tan grande como este, hay que hacer algunas concesiones. Y...bueno, la verdad es que el paseito del ciego fué divertido. De hecho , yo me harté de sacar fotos.

Total, que por fin se acabó el show de los de Alabama, y me encontré al salir con una buena tormenta de verano, de esas del norte. Menos mal que un amigo de mi amigo Adrian (que ya tambien es amigo mio, claro) tenia coche, y nos fuimos los 3 para el centro de Vitoria.

Los que han estado por aqui sabrán que en los clubs del centro, con la excusa del festival, se programan algunos conciertos. Nos fuimos para el World Music, en la Calle San Prudencio, donde tocaba el cuarteto del muy buen saxofonista Kike Guzman, con el que Adrian ya habia quedado.

Resultó que tenia un teclado preparado para que mi amigo Adrian Royo se tocase unos temas con ellos, así que no podia desaprovechar la ocasión de escucharle, y...me zampé el 4º concierto del dia :-). Y por cierto, tocó pero que muy bien, dejando sorprendidos a los clientes del local, por su habilidad y su buen gusto con las teclas.



Al final de la noche reconozco que llegue al hotel bastante cansado, pero...total, tengo las mañanas para descansar, asi que no pienso privarme de nada.

Dentro de un rato me voy al teatro Principal a ver a la cantante Lyambiko, y despues a Mendizorrotza a una de las noches fuertes para los jazzistas: Jimmy Cobb y su banda, haciendo un homenaje al "Kind of blue", y Lee Konitz, Brad Melhdau, Charlie Haden y Jorge Rossy, en la segunda parte. Unos grupos de ensueño. Estos...no pueden decepcionarme.
Pero eso...lo contaré mañana.

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