sábado, 29 de noviembre de 2008

Jaume Vilaseca Quartet: cumpliendo el juramento hipocrático del músico

Jaume Vilaseca Quartet (Jazznesis), 28 de noviembre de 2008, Teatro Apolo (Almería)

Hace poco leia en una revista de jazz una entrevista al legendario pianista Hank Jones, y se me quedó grabada una frase suya "el juramento hipocrático del músico deberia ser: si no puedes mejorar algo, no lo cambies". Cuando hace ya algunas semanas me informé sobre lo que nos presentaban en nuestro festival de jazz de Almería el cuarteto de Jaume Vilaseca, y antes de escucharlos, pensé que puede que estuviesen infringiendo el juramento mencionado por Hank Jones. Se atrevian a arreglar y versionar llevandose al terreno del jazz algunos temas de uno de mis grupos favoritos del rock progresivo: Genesis. Y ademas, retrotrayendose a la época mas gloriosa de esta banda, donde contaban con su formación estelar, a saber: Banks, Rutherford, Hackett, Collins y el genial Peter Gabriel. De hecho, el título de su disco era "Jazznesis: The music of Genesis 1970-1974". "Que descaro" - pensé - "para mi que estos cuatro catalanes se han pasao de la raya".

Busque su página de MySpace y escuché algunos fragmentos de la música que hacian y si, efectivamente, se pasaban...pero de buenos, de originales y de respetuosos con la música que estaban versionando.

Gracias al amigo Germán, que trabaja en Cultura de nuestra corporación local, pude conseguir el disco en cuestión y escucharlo con atención, y quedé totalmente "prendado" de lo que llegaba a mis oidos. Como comprendereis, en ese momento me prometí a mi mismo que si habia un concierto que no queria perderme de este festival, era precisamente el de esos - para mi -desconocidos "Jaume Vilaseca Quartet".

Y anoche llegó el momento. Y es que, como todo músico y/o melómano sabe, donde se demuestra lo que se vale, o se estrellan los talentos, es en el escenario. y ahí queria ver yo a estos cuatro.

La formación, como supondreis por su denominación, se presentaba en cuarteto, y con unos instrumentos totalmente identificados con el jazz y no con la instrumentación original de los Genesis de los 70. Para nada penseis que el pianista, Jaume, iba pertrechado de Mini-moogs, Mellotron, organos hammond o sintetizadores varios. Nada de eso. Un piano de cola, solamente. Le bastaba y le sobraba, dicho sea de paso.

En los vientos, el bilbaino Victor de Diego, con saxo tenor, soprano y flauta travesera, el tambien catalán Dick Them al bajo electrico y Ramón Díaz en la bateria. Una combinación de instrumentos muy habitual en el jazz, pero muy arriesgada para abordar esta música.

Y comenzó el concierto, como lo comenzaban los Genesis en aquella época, con el maravilloso tema "Watcher of the skies", que tambien es el comienzo del que se considera obra cumbre del grupo: "Foxtrot". En lugar del mellotron inicial del original, lo comenzaron con unos solemnes acordes de piano. A partir de ahí, tengo que reconocer que me sumergí en la maravillosa música que sonaba en el escenario del Teatro Apolo, y cuando llegó el final me parecieron 5 minutos en lugar de los creo que 90 aproximadamente que duró el concierto.

Tras el espectacular comienzo, porque ese tema es sobrecogedor, atacaron el "Seven Stones" una maravillosa melodia que Gabriel cantaba en esa obra maestra que es el disco "Nursery Crime", pero que milagrosamente se transformó en una balada con la sensación de estar escrita para ser tocada por cualquier tenor del universo jazzistico, en un pequeño club.

Tras este tema hicieron 3 mas de su disco "Jazznesis":
El maravilloso "White mountain" con el que abren el CD (originalmente en el "Trespass" de Genesis), cuya melodia transformaron en una mezcla entre "bossa" y flamenco, con aires "chickcoreanos", con un buen gusto que no es ni normal.
Del disco "Selling england by the pound", dos de sus joyas: "Firth of fifht" y "After the ordeal". El primero, con unos arreglos cuidadisimos, en muchas partes casi rozando el original, sobre todo en las partes del solo central de teclado (con piano en este caso), pero tambien con espacios para la improvisación, perfectamente encajados en el desarrollo del tema.

Y magnífico tambien el arreglo flamenco de "After the ordeal", que ya me sorprendió en el disco, al incorporar cajón peruano como percusión. En directo lo hicieron con batería, pero sonó igual de bien. Y preciosa la melodia hecha con el bajo en la parte central del tema.

Tengo que reconocer que los arreglos de todos los temas me parecen muy originales, y sobre todo muy trabajados. Y se nota que están hechos con cariño, por alguien que ama la música en general, y no se empecina en rechazar este o aquel estilo. Pero además, para abordar esta música, hay que ser muy buenos instrumentistas, tal y como lo eran los Genesis originales, y estos lo son, y van sobrados.

Tras la primera parte dedicada a su nuevo disco, nos interpretaron tambien un par de temas de sus anteriores grabaciones, con los que tambien demostraron su gran calidad como instrumentistas, y su versatilidad. El primero se titulaba "Alma bayana", y era un "funky" muy animado, donde tanto Victor de Diego como Jaume Vilaseca hicieron 2 improvisaciones fantásticas. Hay que pensar que en los temas de Genesis, al tratarse de arreglos que provienen del rock, no dejan tanto espacio a la improvisación, asi que aprovecharon sus temas propios para dejarse llevar.

El otro tema creo se llamaba "Cañitas", con un aire mas flamenco, y me encantó tambien.

Para terminar el concierto, volvieron a "Jazznesis" y atacaron uno de los temas mas complejos del rock progresivo, a mi entender: "The return of the giant Hogweed", tambien del disco "Nursery crime". Aqui ya me quedé pegado a mi butaca , casi sin respirar - de hecho, hasta me olvidé de sacar alguna foto, cosa que siempre hago en todos los conciertos - hasta el espectacular final con solo de batería incluido.

Pero aún había mas. Como no estabamos dispuestos a que se fuesen tan temprano, nos regalaron 2 bises. El primero...un verdadero lujazo: "In the cage" a piano solo, por un Jaume Vilaseca , que a esas alturas de la noche, estaba tocando de una forma espléndida. La parte central, que en el disco esta reforzada por el violin de Ewa Pyrek, aqui tuvo que asumirla él solo, pero no importó nada. Cada nota estaba en su sitio, y era mágico escuchar ese enfoque del maravilloso tema originariamente grabado en el "The lamb lies down on Broadway", que entremezclaba jazz, rock y clásica, y solo con un piano. Claro que un piano, es como una orquesta al alcance de los 10 dedos de un buen pianista, y este lo es.

Y como colofón, un tema mas sencillo y adecuado para terminar con una sonrisa en la cara: "I know what I like" en versión semi-funky y con un sonido muy "sesentero", con la flauta travesera haciendo la preciosa melodia que nos evocaba la voz de Gabriel.

Y asi llegamos al final, aunque yo hubiese estado ahi toda la noche, y me quedé con las ganas de oir en directo las versions que faltaron del disco -"The musical box" y "The lamia" - pero comprendo que estos chicos tenian que descansar. No era poco lo que acababan de hacer en el escenario.

Tuve la suerte de poder charlar con Jaume y con Dick tras el concierto, y hasta tuvieron el detalle de regalarme el disco "Jazznesis". Tambien ellos acabaron felices por la música que acababan de ofrecernos y satisfechos con la reacción del público, según ellos mucho mas alegre que el que encuentran en otro lugares.

Creo que si cualquiera de los Genesis originales han escuchado lo que estos cuatro músicos han hecho - me consta que le han mandado una copia, pero solo han tenido contestación de sus managers agradeciendoles el envio - , no tendrian mas remedio que aceptar que cumple con el juramento del que hablaba Hank Jones, porque han logrado mejorar - o...enriquecer, como quiera entenderse - lo que parecia inmejorable.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Martin Taylor Quartet: Jazz de cámara

Martin Taylor Quartet, 19 de Noviembre de 2008, Teatro Apolo (Almería)

Como jazz de cámara definiria yo el concierto que tuvimos la suerte de escuchar en nuestro teatro Apolo, el mejor recinto para escuchar jazz del que disponemos en Almería en la actualidad.
Nos visitaba el guitarrista británico Martin Taylor, que aunque para mi no era muy conocido (no puedo "estar en todas"), para algunos amigos guitarristas es todo un referente. La historia de este guitarrista, que me fue relatada hace unas semanas por mi amigo Jose Granados mientras viajábamos hacia Huercal Overa para hacer un "bolo" con nuestro grupo "Color brasil", es de lo mas conmovedora.

Durante algunos años fue la mano derecha del ilustre violinista Stephan Grapelli, y se centró bastante en el estilo de jazz que este practicaba, swing con muchas reminiscencias del famoso Django Reindhart. Cuando Grapelli falleció, Taylor se sumió en una depresión, y decidió dejar de tocar, al menos en público. Se recluyó en su casa, y se dedico a tocar y estudiar, desarrollando una nueva forma de entender su instrumento. Por fin decidió salir de ese autoencierro, y volvió a la vida pública y, visto lo visto en este concierto, ganamos todos.
Lo que nos ofreció me recordó mucho a una frase que hace años le escuché a Charlie Haden en Vitoria, cuando presentaba su concierto: "Lo que vamos a hacer esta noche no es jazz...es 'beautiful music' ". Y eso hicieron los 4 magníficos músicos del cuarteto de Martin Taylor. Mención aparte, ya que en mi condición de pianista no puedo evitar prestar mas atención, para David Newton. Me pareció que tenia una forma bellisima de tocar, elegante, atrevida a veces, rozando el blues en otras, lírica y sin dar ni una nota en falso. Probablemente no pasará a la historia como innovador del piano, pero que gustazo daba escucharlo tocar.

El contrabajista, que no logré retener el nombre, hizo también un magnífico trabajo, teniendo en cuenta que en la ausencia de batería gran parte del peso rítmico recaía sobre el.
¿Y que decir de la cantante Alison Burns?. Es de esas voces que te dejan pegado al asiento, con una afinación perfecta, sin estridencias y también muy elegante. Lo que sobraba por todas partes en ese escenario era elegancia. La versión que nos ofreció del "Sophisticated Lady" de Ellington, me puso la carne de gallina.

El repertorio fue muy variado, comenzando por un tema de swing medio llamado "Making the move", compuesto por el David Newton, y seguido por una super-balada: "Skylark", de Carmichael. Por poner un "pero", faltó algo mas de comunicación con el público, al menos para presentar todos los temas que interpretaron, así que no puedo precisar exactamente sus títulos, salvo los comentados, aunque intuyo que algunos formaban parte del ultimo disco de Taylor, llamado Freternity. Martin además nos regalo 2 preciosos temas en solitario, con los que nos demostró su increíble técnica con la guitarra.
En definitiva, cuando salí del teatro de nuevo pensé en lo afortunados que somos los aficionados a la música por contar con interpretes como los que acabábamos de escuchar.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Arturo Sandoval: Varias y variadas variaciones

Arturo Sandoval, Auditorio Maestro Padilla (Almería), 13-11-2008

Menuda mezcla de estilos nos regaló anoche el señor Sandoval, Don Arturo. Yo siempre lo he tenido por el típico trompetista "caliente" a caballo entre la calidez de la música cubana y el mas puro bop al estilo "gillespie". Sin embargo anoche, el espectáculo que nos ofreció iba un poco mas alla de esos dos conceptos de hacer música, y prácticamente cada número de los que se
interpretaban en el escenario significaba un cambio de estilo.Comenzó con un "standard" (y que no me acuerde yo del nombre!!!) a trompeta y piano solos, pasó por algunos temas muy "boppers", de los cuales el que mas me gustó fue el maravilloso "Joy Spring" de Clifford Brown, hizo algún bolero (pésimamente cantado por él mismo, la verdad), y algún tema eléctrico-funky, como la versión de "Tutu" en la que casi hizo una imitación del sonido del Miles Davis de los 80-90, pero que emocionó al personal. Como demostración del multi-instrumentista que es, ademas de hacer percusión adicional y de algunas improvisaciones con el sintetizador francamente logradas, nos interpretó un tema suyo - "Sureña" - al piano, que sinceramente me dejó asombrado. Muy curiosa tambien la intervención durante ese tema de su percusionista Philbert Armenteros haciendo un solo de maracas. 

Como trompetista - aunque alguno que no lo conociese anoche no lo tuviese muy claro, Arturo Sandoval es, básicamente, trompetista - , hay que reconocer que es un hombre que impacta. Saca lo que quiere de su trompeta, desde las notas mas graves a las mas altas, y tiene un dominio absoluto del lenguaje del bop, y cuando se lanza a ello, no hay quien lo siga.Sus músicos estaban a la altura de las circunstancias, sabiendo todos arropar a la estrella - que indiscutiblemente era Sandoval - y destacando algunos de ellos cuando el maestro les dejaba su lugar y momento para hacerlo.

El pianista, Manuel Valera, me pareció muy técnico y nos regaló algunas improvisaciones muy imaginativas, y además sabia combinar muy bien el sonido del piano acústico con los sonidos eléctricos y/o sintetizados del Yamaha Motif que llevaba como complemento.La sección rítmica, con Mani Patiño en el bajo - que no destacó especialmente, y además se escuchaba muy bajito - Alexis Arce (o algo asi) en la bateria, y el mencionado Armenteros, estuvieron muy bien, consiguiendo tejer esos complejos y endiablados ritmos que a veces requerian los temas tipo "cuban-bop". Y el saxofonista, Daniel Jordan, también muy correcto, aunque a mi personalmente no me gusté su estilo, demasiado explosivo de principio a fin. Normalmente sus improvisaciones eran un torrente de notas, a las que yo no encontré demasiado sentido. Eso si, era una gozada verlo disfrutar de los solos del maestro; se le quedaba mirando embelesado y creo que a veces intuí alguna reverencia hacia su jefe (merecidisima, seguro).

En resumen, un buen concierto, muy divertido - ¿no es la música para divertirse? - con magníficos músicos, con un repertorio un tanto deslabazado, pero siendo positivo podriamos decir que no faltó variación.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Archie Shepp Quartet, mal en la forma y bien en el fondo.

Archie Shepp Quartet, 6 de noviembre de 2008, Auditorio Maestro Padilla (Almería)

Buena noche de jazz la de ayer, aunque con sensaciones muy contrapuestas. Por un lado la música que intepretó el cuarteto de Archie Shepp, de gran calidad y que luego comentaré con algo mas de detalle, y por otro lado el lamentable sonido en la sala.

Empezare por lo malo, para así acabar con buen sabor de boca. No se quien tuvo la culpa, pero nada mas comenzar el concierto el Sr. Shepp ya estaba haciendo indicaciones para que ajustaran el sonido, haciendo ostensibles gestos que yo interpreté sobre todo en el sentido de que le subiesen el volumen del piano en sus monitores. No parecían entenderlo asi los técnicos, porque durante el primer tema (y fue un tema de mas de 10 o 15 minutos) no dejó de hacer los mismos gestos, que reiteradamente "caían en saco roto".
Si los problemas existían en el sonido de escenario, no quiero ni contar los resultados en la sala. Durante gran parte del concierto, el piano casi no se escuchaba, y cuando se escuchó fue de forma lamentable, y no creo que fuese debido a la calidad del instrumento (y mucho menos del instrumentista, que era magnífico), sino a la sonorización, posiblemente no eran los micrófonos adecuados, no lo se.
El contrabajo también sonó muy mal, y como a mitad del concierto dejo de escucharse, haciendo que gran parte de ese tema el pianista tuviese que hacer el acompañamiento de bajos, mientras el contrabajista y después uno de los técnicos "hurgaban" en el amplificador y cables adyacentes, hasta que lograron que sonase de nuevo, pero con mucha peor calidad, si cabe, que al principio. Yo realmente no puedo decir si el contrabajista me gustó o no, porque lo que escuchaba de él me llegaba con un pésimo sonido y casi preferia desviar mi atención y no escucharlo.
La batería sonaba de forma estruendosa, y tampoco se si fue culpa de los técnicos, o si era la forma de tocar del músico, pero el caso es que se "comía a los demás". Y el saxo tampoco sonaba demasiado bien, con un efecto de reverberación exageradisimo, que no se si fue petición del líder de la banda, o de la cosecha del equipo técnico.
En definitiva, lamentable a ese nivel, y muy penoso que algo así ocurra en el auditorio Maestro Padilla. Lo único que se me ocurre para disculpar a los técnicos de sonido es que los músicos no hubiesen hecho la prueba de sonido pertinente, pero me extraña en un concierto de esta categoría.
Ahora vamos a lo bueno: la música, o lo que se dejó oír. Archie Shepp se ha rodeado de 3 muy buenos músicos, y nos ofrecieron un repertorio sobre todo muy variado, por la cantidad de estilos diferentes que acometieron.
Comenzaron con un tema del poco conocido pianista Elmo Hope, cuyo título ahora no recuerdo, con una improvisación muy larga del saxofonista, y en la que, por los motivos que explique antes, no estaba muy centrado.
Después, cambiaron de estilo, y recurrieron a un standard muy conocido, de Red Garland, llamado They Can't Take That Away From Me, en el que ya, al final, Archie dejó el saxo para coger el micrófono y cantar la melodía, con su particular estilo vocal.
Los que menos me gustaron fueron los temas mas cercanos al Rhythm´n´blues, como el tercero de la noche, llamado "Trippin", y no por que no estuviesen perfectamente interpretados, sino porque personalmente es un estilo que no me gusta demasiado.
No quiero olvidarme de mencionar al pianista de la banda, un tal Tom McCann (no se si lo escribo bien, y eso que Shepp lo repitio mil veces, porque tras cada tema presentaba completamente a la banda). Me pareció el mejor músico sobre el escenario, superando en técnica e imaginación incluso al histórico Shepp. Y sobre todo me asombraba la capacidad para adaptarse a los diferentes estilos, ya que tocaron temas modales muy al estilo "coltraniano" o casi free, standards mas clásicos, blues y rhythm´n´blues, y en cada uno de ellos cambiaba en su modo de acompañar y de improvisar, pasando de un estilo muy a lo McCoy Tyner al del Errol Garner, de un tema a otro, y en el siguiente se transformaba en un experimentado pianista de rhythm´n´blues. Ademas, se incluyó en el repertorio un tema de su cosecha - "Burning bright", creo que se llamaba - , y que fué muy de mi agrado. Para mi gusto, lo mejor de la noche, sin duda.
La sección rítmica me pareció buena, obviando los problemas del contrabajista y obviando también la potencia en exceso del batería, que no me pareció muy adecuada para la música que se estaba interpretando.
Hubo momentos hasta para algo parecido al "rap", con un acompañamiento jazzistico, algo que al parecer es habitual en Shepp desde hace mucho tiempo. También nos sorprendió un breve pero gracioso solo de percusión del batería, para el que solo usó su propio cuerpo.
El concierto no se hizo largo - quizas porque no lo fue -, y nos despidieron con un bonito bis: "In a sentimental mood" de Duke Ellington.
Tras la espectacular noche del pasado fin de semana, con los 3 bajistas, en la que las caras a la finalización del concierto en todo el público eran de satisfacción y felicidad, aquí el ambiente fue algo mas frío a la salida, pero casi todos los viejos conocidos jazzisticos - en la habitual e informal tertulia post-concierto - coincidimos en que aunque la forma - el sonido- fue lamentable, el fondo - o sea, la música - estuvo muy bien.

sábado, 1 de noviembre de 2008

SMV (Stanley Clarke, Marcus Miller y Victor Wooten) o cuando dios decidió tocar el bajo

SMV (Stanley Clarke, Marcus Miller y Victor Wooten), 31 de octubre de 2008, Auditorio Maestro Padilla (Almería)

Hay ocasiones en las que mi ciudad, Almería, es sede de acontecimientos de importancia a nivel nacional. Pero para los almerienses, esos momentos casi siempre han sido amargos, pues lamentablemente si saltamos "a la palestra" suele ser debido a noticias que nos sonrojan mas que enorgullernos; sucesos de tinte racista, asesinatos y demás lindezas, que desde que Lorca escribió su "Bodas de sangre" parece que nos persiguen. 
Pero en raras ocasiones, nuestra ciudad acoge acontecimientos grandiosos y sin embargo agradables y para que algo tenga estas características, normalmente debe estar relacionado con la cultura y con el arte, que es quizás de las pocas cosas buenas que ha inventado el ser humano. En esta ocasión, ser la ciudad que cerraba la gira mundial de Stanley Clarke, Marcus Miller y Victor Wooten, y ademas compartir con Madrid y Barcelona ser la sede de los 3 únicos conciertos en nuestro país, hace que alguien como yo "saque pecho" y disfrute de ese honor.
Muchos en Almería cuando durante estos días yo comentaba algo sobre el inminente concierto, me preguntaban "¿y quienes son esos?". "Esos" son 3 de los bajistas mas reconocidos a nivel mundial, sobre todo en el mundo del jazz  en el que, cada uno con su estilo, han sentado cátedra con su instrumento.
Al mas maduro, Stanley Clarke, todos los aficionados al jazz lo tenemos presente desde su época con los Return to Forever, ese "super grupo" que montó Chick Corea en los 70, y con el que revolucionó  - ¿o inventó? - el jazz fussion. El señor Clarke comenzó tocando el contrabajo, pero cuando Corea le dio el giro eléctrico al grupo, el se colgó el bajo eléctrico, e hizo las delicias de todos. Hasta la fecha ha seguido con una exitosa carrera, y es uno de los bajistas-contrabajistas mas respetados del jazz contemporaneo.
Marcus Miller tiene en su haber el colaborar directamente con la creación del sonido del último Miles Davis, el de los 80 y 90.
Y el mas joven, Victor Wooten, ya lleva desde principios de los noventa dejando su maestría por los escenarios, desde su participación en el grupo de Bela Fleck and the fleckstones hasta su carrera actual en solitario, o con colaboraciones como la de este concierto.
Total que, sobre el papel, el espectáculo estaba servido. Pero yo acudo siempre a este tipo de "mezclas" con algo de escepticismo, porque nunca se sabe si es algo que se ha formado de manera natural, por una afinidad y admiración entre buenos músicos, o alguna "componenda" comercial, organizada por algún avispado manager. 
No puedo asegurar como surgió esta unión, pero...si no es por afinidad y admiración entre ellos, entonces es que estos 3 son magníficos actores, porque se respiraba un buen ambiente en el escenario, y una alegría tocando que se transmitía a toda la sala.
El repertorio con el que nos obsequiaron fue muy variado, sobre todo desarrollando algunos de los temas del disco que han grabado - llamado "Thunder" - y si no me equivoco con temas como "Maestros de las frecuencias bajas", "Thunder" o "Milano". 
Pero el repertorio fue lo de menos, porque lo que mas me llamó la atención fue el magistral desarrollo del show, porque de eso se trataba: de un verdadero show. Cada uno tuvo su espacio, empezando por el mas joven, Wooten, que nos deleitó sacando de su bajo sonidos increíbles que yo desconocía que podían salir de ese instrumento.
Marcus nos dio una lección magistral de la técnica de "slap", en la que es un verdadero maestro.
Y Stanley se explayó con el contrabajo, haciendo un solo espectacular.
No puedo olvidarme de los músicos que los acompañaban, porque en todo momento dejaron claro que aquello era una banda de 5 músicos. El batería, Derico Watson, demostró su maestría y su potencia - a última hora destrozó alguna baqueta...y repartió otras - y el teclista Federico Peña me dejó asombrado. Su solo de piano, en el que el resto de músicos le dejaron en solitario, fue de un lirismo sublime, y cuando se trataba de usar los sintetizadores, el piano Fender rhodes y resto de teclados que llevaba se las apañaba muy bien, y siempre dando un soporte perfecto a los 3 protagonistas. Papel muy difícil el de un teclista que toca con 3 de los mejores bajistas del mundo, y que Federico hizo a la perfección.
Tambien mención aparte merece la intervención de Marcus Miller con el clarinete bajo, instrumento que - según dicen los que entienden de vientos - es uno de los mas complejos de tocar. Alucinante la versión que nos regalaron - con Marcus en este instrumento haciendo la melodia principal - del famoso "Tutu", tema de Miller que inmortalizó Miles Davis.
Y así, paso a paso, solo a solo, con diálogos maravillosos entre ellos, con momentos de gran contundencia y de un funky salvaje, y otros de una belleza excepcional, casi sin darnos cuenta se acabo el concierto.
Un solo bis nos regalaron, pero que bis!!!!. El ya standard "School days", de Stanley Clarke, y en el que los 3 monstruos nos convocaron a pie de escenario, bajando ellos las escaleras para acercarse a su público. En el apoteósico final del tema, pude ver como Marcus dejaba que algunos con suerte que estaban delante hiciesen vibrar las cuerdas de su bajo. Vamos...que les dejó tocar. Todo un fin de fiesta, con Federico jaleando en castellano (creo que es uruguayo) a todos, y recordándonos que era su último concierto como banda. 
Sencillamente, inolvidable. Y ocurrió en Almería, ya ve usted que cosas!!!