Archie Shepp Quartet, 6 de noviembre de 2008, Auditorio Maestro Padilla (Almería)
Buena noche de jazz la de ayer, aunque con sensaciones muy contrapuestas. Por un lado la música que intepretó el cuarteto de Archie Shepp, de gran calidad y que luego comentaré con algo mas de detalle, y por otro lado el lamentable sonido en la sala.
Empezare por lo malo, para así acabar con buen sabor de boca. No se quien tuvo la culpa, pero nada mas comenzar el concierto el Sr. Shepp ya estaba haciendo indicaciones para que ajustaran el sonido, haciendo ostensibles gestos que yo interpreté sobre todo en el sentido de que le subiesen el volumen del piano en sus monitores. No parecían entenderlo asi los técnicos, porque durante el primer tema (y fue un tema de mas de 10 o 15 minutos) no dejó de hacer los mismos gestos, que reiteradamente "caían en saco roto".
Si los problemas existían en el sonido de escenario, no quiero ni contar los resultados en la sala. Durante gran parte del concierto, el piano casi no se escuchaba, y cuando se escuchó fue de forma lamentable, y no creo que fuese debido a la calidad del instrumento (y mucho menos del instrumentista, que era magnífico), sino a la sonorización, posiblemente no eran los micrófonos adecuados, no lo se.
El contrabajo también sonó muy mal, y como a mitad del concierto dejo de escucharse, haciendo que gran parte de ese tema el pianista tuviese que hacer el acompañamiento de bajos, mientras el contrabajista y después uno de los técnicos "hurgaban" en el amplificador y cables adyacentes, hasta que lograron que sonase de nuevo, pero con mucha peor calidad, si cabe, que al principio. Yo realmente no puedo decir si el contrabajista me gustó o no, porque lo que escuchaba de él me llegaba con un pésimo sonido y casi preferia desviar mi atención y no escucharlo.
La batería sonaba de forma estruendosa, y tampoco se si fue culpa de los técnicos, o si era la forma de tocar del músico, pero el caso es que se "comía a los demás". Y el saxo tampoco sonaba demasiado bien, con un efecto de reverberación exageradisimo, que no se si fue petición del líder de la banda, o de la cosecha del equipo técnico.
En definitiva, lamentable a ese nivel, y muy penoso que algo así ocurra en el auditorio Maestro Padilla. Lo único que se me ocurre para disculpar a los técnicos de sonido es que los músicos no hubiesen hecho la prueba de sonido pertinente, pero me extraña en un concierto de esta categoría.
Ahora vamos a lo bueno: la música, o lo que se dejó oír. Archie Shepp se ha rodeado de 3 muy buenos músicos, y nos ofrecieron un repertorio sobre todo muy variado, por la cantidad de estilos diferentes que acometieron.
Comenzaron con un tema del poco conocido pianista Elmo Hope, cuyo título ahora no recuerdo, con una improvisación muy larga del saxofonista, y en la que, por los motivos que explique antes, no estaba muy centrado.
Después, cambiaron de estilo, y recurrieron a un standard muy conocido, de Red Garland, llamado They Can't Take That Away From Me, en el que ya, al final, Archie dejó el saxo para coger el micrófono y cantar la melodía, con su particular estilo vocal.
Los que menos me gustaron fueron los temas mas cercanos al Rhythm´n´blues, como el tercero de la noche, llamado "Trippin", y no por que no estuviesen perfectamente interpretados, sino porque personalmente es un estilo que no me gusta demasiado.
No quiero olvidarme de mencionar al pianista de la banda, un tal Tom McCann (no se si lo escribo bien, y eso que Shepp lo repitio mil veces, porque tras cada tema presentaba completamente a la banda). Me pareció el mejor músico sobre el escenario, superando en técnica e imaginación incluso al histórico Shepp. Y sobre todo me asombraba la capacidad para adaptarse a los diferentes estilos, ya que tocaron temas modales muy al estilo "coltraniano" o casi free, standards mas clásicos, blues y rhythm´n´blues, y en cada uno de ellos cambiaba en su modo de acompañar y de improvisar, pasando de un estilo muy a lo McCoy Tyner al del Errol Garner, de un tema a otro, y en el siguiente se transformaba en un experimentado pianista de rhythm´n´blues. Ademas, se incluyó en el repertorio un tema de su cosecha - "Burning bright", creo que se llamaba - , y que fué muy de mi agrado. Para mi gusto, lo mejor de la noche, sin duda.
La sección rítmica me pareció buena, obviando los problemas del contrabajista y obviando también la potencia en exceso del batería, que no me pareció muy adecuada para la música que se estaba interpretando.
Hubo momentos hasta para algo parecido al "rap", con un acompañamiento jazzistico, algo que al parecer es habitual en Shepp desde hace mucho tiempo. También nos sorprendió un breve pero gracioso solo de percusión del batería, para el que solo usó su propio cuerpo.
El concierto no se hizo largo - quizas porque no lo fue -, y nos despidieron con un bonito bis: "In a sentimental mood" de Duke Ellington.
Tras la espectacular noche del pasado fin de semana, con los 3 bajistas, en la que las caras a la finalización del concierto en todo el público eran de satisfacción y felicidad, aquí el ambiente fue algo mas frío a la salida, pero casi todos los viejos conocidos jazzisticos - en la habitual e informal tertulia post-concierto - coincidimos en que aunque la forma - el sonido- fue lamentable, el fondo - o sea, la música - estuvo muy bien.
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