sábado, 1 de mayo de 2010

Jorge Drexler: amando la trama de la vida

Jorge Drexler, Auditorio Maestro Padilla (Almería), 30-04-2010.


Se abrió el telón. La expresión es figurada, porque el escenario del Auditorio Maestro Padilla se encontraba al descubierto, con la magia que a todos los músicos nos fascina: luces tenues, instrumentos esperando ser tocados, cables casi invisibles y alguna figura fugaz, siempre con camisetas negras para hacerse invisibles por el escenario, que última algún detalle, alguna petición de última hora de alguien de la banda. Reconozco que me gusta llegar con un poco de tiempo a los conciertos, para disfrutar de ese bello cuadro durante los minutos previos.
Pero no iba desencaminado con mi comentario sobre el "telón", ya que con un tema así titulado, incluido en su nuevo CD, fié con el que Jorge Drexler se comenzó a ganar al publico que anoche llenó el auditorio. Y salió solo, con su guitarra, su voz y con ese tremendo magnetismo que tiene la suerte de poseer, con el que nos atrapó a todos de principio a fín y las casi 2 horas y media de concierto.
Tras esta bella y arriesgada introducción, poco a poco, con sigilo, la banda fué ocupando su lugar en el escenario, y empezó la magia.


Mi admiración por Drexler viene de unos años atras, justo cuando en mi vida entraron algunos nuevos amigos - y músicos - recien aterrizados de Uruguay. Ernesto Sorensen y Miguel Canale, con los que he compartido y comparto muchos momentos musicales, fueron los que me pusieron sobre aviso respecto a este autor - no le gusta mucho a Jorge el término cantautor - que venía de la misma ciudad de ellos - Montevideo - y del que yo conocía poco mas de la anecdota de su desplante al sistema cuando recogió su oscar por la canción "Al otro lado del rio".


Comencé a escucharlo, y coincidió con su disco en estudio anterior "12 segundos de oscuridad", obra que contó con muchas de mis horas de escucha en aquella época. Me di cuenta de que era una persona especial, un poeta, un grandísimo músico, con una voz cautivadora, y un experimentador constante. Mezclaba los sonidos acústicos con los electrónicos con una maestria que asustaba.


Pensé en aquel momento que ese era su camino, y que ya que habia experimentado con esos sonidos y le habia sonreido el éxito ¿porque iba a cambiar?.
Pues resulta que no. Edita su nuevo CD y cuando cae en mis manos y comienzo escucharlo y a informarme de su creación, vuelve a sorprenderme. Sin renunciar a su sonido caracteristico, resulta que se embarca en la aventura - porque lo es - de reunir una nueva banda, eminentemente acústica, con mucha percusión, con una pequeña sección de metales, con una marimba, y se embarca en la grabación de su disco...EN DIRECTO...pero en un estudio con un público reducido, de unas 20 personas. Hace falta mucho valor para semejante temeridad. Pero Drexler ha logrado hacer unos de sus discos mas redondos. Llevo mas de 10 días escuchándolo, y sigue sin cansarme.
Y además resulta que viene a mi ciudad a presentarlo. No podia perdérmelo.
¿Por donde iba?. Menudas introducciones largas que hago, pierdo el hilo hasta yo. Ah, si. Comenzó con la preciosa e íntima canción "Telón" y comenzó la magia.


Con toda la banda ya en el escenario, comenzaron a sonar los acordes del tema que abre el disco: "Tres mil millones de latidos", con el que ya deja bien clara cual es su nueva propuesta. Mucho mas optimista que en su anterior disco, y con unos arreglos para vientos verdaderamente fantásticos.
Lo meritorio es que para que todo tuviese coherencia respecto a la instrumentación, tambien ha tenido que revisar los arreglos de todos sus antiguas canciones, adaptandolas perfectamente a la paleta de colores musicales de la que ahora dispone, que no es ni mejor ni peor que la anterior, pero si distinta y original.
Me llamó la atención poderosamente, porque reconozco que es uno de esos instrumentos que me fascina, la marimba. La calidez de este instrumento y ese sonido a madera pura siempre me ha atraido, y anoche pude disfrutar de lo lindo, porque en la banda actual de Jorge tiene un gran protagonismo.
Inmediatamente atacaron un tema clásico de su discografía: "Transporte", en el que se constataba perfectamente esta adaptación, ya que sonaba completamente diferente a su versión original, en el disco "Eco".


Visto ahora, desde la distancia que dan las 24 horas transcurridas desde el concierto, tengo que reconocer que este hombre te atrapa, y sus conciertos - no es el primero al que asisto - son como un viaje en el que no te dá respiro.


En ese viaje recalamos "Cerca del mar", nos volvió a sorprender con sus rapeados en "Mi guitarra y vos" o su versión del "Disneylandia" de grupo brasileño Titás, y nos hizo corear a todos sus famosos "Polvo de estrellas" o "Se va, se va, se fué", con aires de tango.


En un momento dado, volvió a quedarse a solas con nosotros, moviéndose com pez en el agua en su trato íntimo con el público.
Ahi se agarró su guitarra y comenzó deleitandonos con una versión en acústico del himnótico tema "Eco". Demostrando que la música es universal, y que no hay mas fronteras que las que un músico - o un oyente - quiera ponerse, nos cantó su preciosa versión del "High and dry" de los Radiohead. Algo tendrá este grupo para que igual los versione Brad Mehldau que Jorge Drexler.


No contento con el fantástico ambiente que creó con su micrófono y su guitarra, Jorge dió un paso mas. Se levantó de su cómodo taburete, y se sentó en las escaleras de bajada del escenario. Así, sin amplificación en la voz - y muy bajita en la guitarra - nos cantó a todos al oido una de sus mas soberbias composiciones, "Milonga del moro judio". Recomiendo a todos su atenta su escucha, porque la letra no tiene desperdicio: es toda una declaración de intenciones respecto a los siglos que llevamos siendo engañados y masacrados por los poderosos y las religiones controladas por todos ellos. Volvió a conseguir ponerme el vello de punta, como cada vez que la escucho.


Y aprovechando esos momentos íntimos quiso dedicar el concierto a la familia Canale - mi amigo Miguel estaba allí, con su esposa e hijas, e imagino el gran orgullo que que pudo sentir en ese momento - y a su hermano - Daniel Drexler -, que estaba asistiendo al concierto como público. Tras invitarlo a subir, interpretaron una canción de Daniel a duo.


Tras estos momentos de extrema intimidad, volvió la banda al escenario. La interpretación del tema "Aquellos tiempos", de su disco "Frontera", volvió a sorprenderme. Tres de los músicos de su banda se fueron hacia la marimba, y entre los tres, a 6 mazas, tejieron todo lo necesario armónica y rítmicamente para que Jorge la cantase. Sencillamente deliciosa esa versión.


Tengo que destacar a dos de los músicos que acompañan a Drexler - sin desmerecer al resto, desde luego - , y que lo llevan haciendo ya algunos años. Uno de ellos es el batería bilbaino Borja Barrueta. He tenido la suerte de verlo en contextos mas jazzisticos, y creo que es uno de los mejores baterías con los que contamos en el panorama nacional. Con Jorge hace un trabajo exquisito, creando constantemente ritmos y ambientes, justo los necesarios que cada tema requiere. Tiene la suerte de que Drexler lo llame, pero yo creo que también Jorge es un privilegiado al contar con el. Es todo un lujo en un escenario.
El otro es un catalán, Campi, un multi-instrumentista muy curioso, que parece hacer muy "buenas migas " con Drexler desde hace unos años, y que le da la posibilidad de jugar con muchos sonidos diferentes.


En concreto anoche a mi me llamaron mucho la atención sus interpretaciones al serrucho - si, he dicho bien - sus sonidos con la caja de musica - creo que durante el tema "Noctiluca", que esta dedicado a su hijo recien nacido, e incluso con un Theremin. Si no sabeis que instrumento es un Theremin, os recomiendo que busqueis en google. Os sorprenderá mucho.


Poco a poco fué llegando el final de concierto, donde volvió a centrarse en su nuevo disco - no lo he dicho antes...se llama "Amar la trama" -, todos ellos de una calidad exquisita: "La nieve en la bola de nieve" - uno de mis favoritos - "Aquiles por su talon es Aquiles", la alegre y comercial "Una canción me trajo aqui", "Las transeuntes", "Toque de queda" - que en el disco está interpretada a duo con Leonor Waitling, su actual pareja - o la genial "La trama y el desenlace". Todas ellas son pequeñas obras maestras de la canción, os lo aseguro. Si no recuerdo mal tambien se escuchó "Soledad" y para terminar su super-conocida "Todo se transforma".


Aunque parecia que ya no iban a volver, la gran ovación que les regalamos debió de influir un poco, y se despidieron todos sentados en las escalera del escenario cantando el ya clásico "Volando voy" de Kiko Veneno, terminando así forma informal y simpática.
Habian pasado casi dos horas y media, y el viaje propuesto por Drexler me habia parecido de cinco escasos minutos. Es lo que tiene poseer tanto talento como el que atesora este uruguayo universal.

2 comentarios:

Cris M dijo...

Qué lindo relato del concierto, como si se pudiese vivir!
Yo escuché el disco de Jorge Drexler el año pasado y me encantó pero terminó asociado a un momento dificil de mi vida; hoy, un año y un poquito después, pude descubrir el optimismo y la vida vivida con sentimientos "saludables" que canta Drexler en cada canción.
Viene el 3 de Octubre a Buenos Aires, pero no podré ir por eso te agradezco tan bonito relato!
Un abrazo,
Cris M

Ramón García dijo...

Gracias por tus palabras, Cris. Una lástima que no puedas ir a verlo, y si con mi humilde crónica consigo suplirlo un poco, pues ya ha servido para algo. Pero...intenta ir a verlo en cualquier otro momento, porque es todo un placer ver en directo a un artista de esa talla. Un saludo desde Almería (España)