El puente se presentaba largo - y tortuoso para algunos, sobre todos los que pretendian volar - de forma que cuando vi anunciado el festival "Manantial de músicas" en Mojacar, inmediatamente se me activaron los mecanismos internos esos que me llevan a acudir a un concierto mas rápido que las famosas cien mil moscas a la miel.
Alicientes tenia muchos: hacer una escapadita con mi mujer a algún hotelito de costa, escuchar al cuarteto de mi amigo Antonio - del que unas veces tengo la suerte de formar parte y otras veces de disfrutar aprendiendo como espectador - y también escuchar en directo a uno de los mejores trompetistas de este país, el valenciano David Pastor.Nos fuimos por la mañana para Mojacar y tras coger el hotel - debo ser de los pocos que agradecen el plante a los controladores aéreos, ya que quizás por eso encontramos habitaciones libres en un puente tan señalado como este - y tomarnos un aperitivo frente al mar nos dirigimos a dar buena cuenta de una paellita estupenda que nos prepararon en un típico lugar de allí, llamado "El puntazo".
Lo que no sabíamos es que una mesas mas allá, en el comedor de al lado, estaban ya algunos de mis colegas músicos cogiendo fuerzas para la prueba de sonido. Así que al salir nos encontramos con los almerienses Pablo Mazuecos y Eduardo Mortensen, que iban a ser pianista y batería de David Pastor esa noche, y con el bajista Joan Masana que hacia doblete ya que iba a tocar el bajo eléctrico en el cuarteto de Antonio Gomez, y el contrabajo en el de David. Cuando un músico es bueno no le falta el trabajo, está claro.
A mitad del café llegó David Pastor y nos demostró que además de ser un magnífico trompetista - eso lo íbamos a comprobar después - es un excelente conversador. En un tiempo record nos hizo un tratado completo sobre todos los tipos de paella de su tierra, demostrando ser tan buen conocedor de ese tema como del jazzistico.
Como es lógico los músicos se marcharon a la prueba de sonido y nosotros a una reponedora siesta, para estar despejaditos con vistas al doble concierto.
El lugar no me convencía mucho en principio, ya que se trataba de un centro de usos múltiples que tiene Mojacar justo a la entrada de pueblo. Hace unos años estuve viendo allí una ópera, y me pareció un lugar algo frió, demasiado grande quizá para un concierto de jazz. Pero me equivoqué. El lugar es grande, si, pero lo habían dotado de calefacción, con lo que el ambiente era agradable. En lugar de colocar los asientos por filas, estaban puestos en grupos de 4 o 5 , y con una mesa delante, para poder estar comodamente sentados y tomando una cervecita o una copa mientras nos deleitábamos con la música. Por delante se nos presentaban unas 3 horas de concierto con un breve descanso en medio y eso ayudó bastante a que la velada se pasase volando.
Justo antes de sentarnos vi que estaba por allí un enamorado de Mojacar y de Almería en general, el buen amigo Jorge Pardo. Aunque no me lo aseguró, él y yo sabíamos que acataría en el escenario. Almería, jazz y buenos amigos son un aliciente demasiado fuerte para que Jorge pueda resistirse.
En primer lugar salieron al escenario el cuarteto de Antonio Gomez. En esta ocasión Antonio presentaba a dos músicos con los que no se ha prodigado mucho por Almería, David Leon y Juan Galiardo - aunque si por otras partes de Andalucía - y a otro, Joan Masana, que es colaborador habitual suyo.
El repertorio de la noche fue muy variado, comenzando con una maravillosa adaptacion de "La tarara", que dejó muy claro lo que se nos venia encima.
De inmediato atacaron algunos de los temas de su último disco, "Aires de mar", como sus ya clásicos "Blues en tabernas", "De día". También sonó un curioso tema compuesto por Antonio - y sin incluir aún en disco- llamado "Porque te Vals", en el que disfruté muchisimo con la original y sutil improvisación que el pianista Juan Galiardo nos ofreció.
También hubo tiempo para algunos de los arreglos del próximo proyecto discográfico de Antonio Gomez, dedicado al mundo del cine, y disfrutamos con esa magnífica versión de "Los siete magníficos", con un muy buen solo de bajo de Joan Masana, así como con la maravillosa balada de Mancini "Two for the road".
La noche iba a estar llena de agradables sorpresas y durante el desarrollo de la estupenda versión del Romance Anónimo que casi nunca falta en los conciertos de Antonio, de repente una flauta comenzó a sonar desde el fondo del escenario...y en unos segundos éste se llenó con la presencia del maestro Jorge Pardo. Contar con este músico en un escenario es garantía de musicalidad, imaginación, swing y "duende".
Para terminar otro clásico de Antonio, el tema "In fraganti" en el que especialmente pudo lucirse, y de que manera, el batería ceutí David León, que fue otro descubrimento para mi esa noche.
Como final del primer concierto y con Jorge en el escenario era lógico que sonase otro de los clásicos del señor Gómez: "Plaza vieja", ese tema que está basado en unas notas del Fandanguillo de Almería.
Ya solo con ese concierto nos hubiese merecido la pena el viaje, desde luego. Pero, sin embargo, aún quedaba la segunda parte del festival, que también prometía lo suyo.
Y efectivamente, no me equivoqué mucho. Desde que David Pastor y su banda aparecieron supe que me iba a divertir tanto o mas que con el concierto precedente. Un jazz diferente a lo que acabábamos de oír - eso es lo bueno de esto - con temas originales de David, con un sonido moderno pero cercano al mejor hard-bop de los 50. Arreglos trabajados - y a un tiempo record, ya que no tocaba con su banda habitual - y excelentes solos por parte de toda la banda.
Comenzaron el concierto con un tema muy "funky" llamado "Sonny Rollins Stone", que creo no hace falta comentar a quien está dedicado. La melodía me recordaba mucho al "Mr. Pc" de Coltrane. Al final del tema, sin que dejasen de tocar, fue presentando a los musicos que lo acompañaban esa noche, que para mi eran bien conocidos ademas de buenos amigos: el almeriense Pablo Mazuecos, en el piano, a quien cualquiera que esté "en el ajo" del jazz en Almería conocerá. No hay proyecto interesante en el que no se meta, y normalmente - a costa de esfuerzo y horas robadas al sueño - los saca adelante. La Big Band de Clasijazz, colaboraciones con la Orquesta de Almería, la Banda de Dixieland, el cuarteto de Noemí Pérez. Podria seguir. Incombustible y un estupendo pianista. Estaba nervioso - ¿cuando no esta nervioso Pablo? - pero feliz anoche. No todos los días se presenta la ocasión de tocar con músicos de la talla de Pastor.
En la batería otro gran conocido del circulo jazzistico almeriense, y alguien con quien he tenido el placer de compartir muchos kilometros y escenarios: Eduardo Mortensen. Batería sólido, serio - todo él es seriedad, aparentemente - y solvente donde los haya. Su trabajo anoche me pareció excelente, y mas sabiendo el poco tiempo con el que contaron para prepararse el repertorio. Y en el contrabajo, y repitiendo, Joan Masana. ¿Que decir de Joan?. Es un animal de escenario. Se le ve disfrutar con todo lo que toca. Y sabe transmitir esa felicidad a los que están con el. Últimamente está prodigándose cada vez mas con el contrabajo, y creo que está consiguiendo dominarlo ya con la misma pericia que domina el bajo eléctrico.
Supongo que David Pastor se rodea habitualmente de magníficos músicos pero no creo que anoche tuviese la mas mínima queja con la banda que lo respaldó. Para mi fue todo un orgullo verlos ahí, y disfruté muchísimo de ello.
Continuando con el repertorio, siguieron con otros originales de Pastor como "Visto desde arriba" o "1974". Y entre tanto original se coló uno de mis "standards" favoritos, "Stella by starlight".
Y una versión del "Concierto de Aranjuez" fue esta vez la excusa para volver a llamar a Jorge Pardo. Mucha razón tuvo David cuando comentó algo así como que Jorge es "historia del jazz en nuestro país". Nada mas cierto. Lleva ya mas de 30 años en esto, y posiblemente después de Tete Montoliú no haya nadie mas valorado y apreciado nacional e internacionalmente como Jorge. Pues ahí estaba, con su flauta y su leonina melena, nuevamente dispuesto a disfrutar y hacernos disfrutar a nosotros. ¡¡¡ que lujo !!!.
Como fin de fiesta el simpático David - que se ganó al público de inmediato - prometió "una sopresita" si aplaudíamos lo suficiente. Lógicamente, fuimos obedientes y le hicimos caso.
La sorpresa no por previsible fue menos celebrada: ¡¡¡todos los músicos arriba!!! (bueno, todos menos Pablo...porque solo había un piano desgraciadamente, aunque estoy seguro de que lo disfrutó desde el público).
El tema elegido "Get up Stand Up" famoso tema compuesto por Bob Marley y Pete Tosh a principios de los 70 y que es todo un himno de la música reggae. Como es natural con los músicos que había sobre el escenario la versión caminó desde el reggae hasta el funky mas salvaje, según quien estuviese improvisando. Y os aseguro que aquí todos "echaron el resto". Este tipo de temas Antonio Gomez está "en su salsa", y no digamos David Pastor. Y muy bueno el solo de teclado de Juan, con ese sonido tipo rhodes con efectos tan apropiado para ese tipo de tema.
Tan agustito estaba David Pastor que hasta se arrancó con el cante y logró que el público lo siguiese.
No se si a nivel comercial y de beneficios el festival ha sido un éxito - esperemos que si, ya quesu organizador, Angel Vicente, se lo merece por el esfuerzo realizado - pero desde luego a nivel artístico la noche de jazz fue inmejorable.
Toda una fiesta para el jazz lo que anoche ocurrió. Si, efectivamente, un manantial de música cayó sobre Mojacar.
Hay ocasiones en la que uno tiene que multiplicarse si quiere acudir a todo lo que noche almeriense ofrece, que últimamente hay que reconocer que nos sorprende gratamente. Uno que lleva aquí toda la vida sabe muy bien que en otras épocas la sequía cultural en nuestra capital
Como gran músico que es, esa noche se enfrentó al publico almeriense como lo hacen los grandes maestros: solo ante el peligro. Con su guitarra, su fantástica voz y sus habilidades como percusionista vocal. Ah, y sus dotes como bailarín, ya que en algún momento no pudo contenerse y realizó alguna pequeña coreografía.
Los dos vientos, el saxofonista Yosvany Terry y el trompetista Mike Rodríguez también acertadisimos en sus respectivos instrumentos. Yosvany, que aportaba algunas piezas compuestas por él, también demostró una enorme sensibilidad y sus solos estaban realmente bien construidos. Y Mike sacó un sonido verdaderamente hermoso de su trompeta, instrumento que ya de por sí tiene la caracteristica de unir muy bien lo latino con lo mas puramente jazzistico. Si quien la toca se apellida Rodriguez, pues posiblemente la fusión es mas evidente.
Le pregunté a mi hija mayor – que por cierto fue la que mas insistió – si tenía noticias sobre si el espectáculo llevaba músicos para el directo, y me reconoció no saberlo. La idea de pasarme 2 horas y pico viendo a un imitador de Michael Jackson y su cuerpo de baile haciendo “playback” sobre una bonita y perfecta música enlatada no me llamaba nada la atención. Busqué información por internet, para ver si en algún artículo en el que hablasen del espectáculo hacían referencia a los músicos. Nada. Cero. Negativo. Evidentemente, en este país se le da muy poca
Pero tranquilo del todo no estaba. Ya son muchos conciertos vistos – y oídos – en el auditorio Maestro Padilla, de los que he salido con el mal sabor de boca de un sonido pésimo. De hecho, en la mayoría de las ocasiones suele ocurrirme. Así que, como no terminaba de creerme que aquello funcionase pensé “seguro que va a sonar fatal”.
Pues bien, la otra mitad de MJ era el cantante Mampuele. Físicamente con menos parecido a la estrella, aunque muy bien caracterizado, este artista sí que cantaba, imitando bastante bien la voz de Michael, sobre todo en las baladas. Aunque no fue la voz que más me gustó del espectáculo – las de Samuel Gómez, Alejandra Barella y Carolina Serrato me parecieron mucho mas afinadas y agradables – hay que reconocerle a Mampuele que su interpretación en conjunto es muy buena, teniendo en cuenta que debía que ocuparse de cantar, bailar e imitar los gestos del mito, todo en uno sin perder la compostura. Realmente meritorio lo de este artista.








Hace unos meses, charlando con el buen guitarrista almeriense
En el bajo, otro conocido para los almerienses, Esteban Vargas, que también toca en bandas como "Malas compañias" o "La extraña enfermedad de Sarah Perkins". Como todos los bajistas, su trabajo es menos llamativo pero en ocasiones se trata del mas importante, pues si el bajista no es seguro y solvente, la banda no funciona, y muchas veces uno no sabe muy bien porque. Este no era el caso, porque Esteban realizó también un trabajo sólido e impecable en cada uno de los temas de la banda.