Banda "Homenaje a The Doors", La Cueva (Almería), 19-06-2010
Tras el concierto del día anterior, con la banda de Al Di Meola dejándonos a todos los asistentes totalmente estupefactos, el sábado se presentaba con una oferta completamente distinta, aunque también muy interesante.
Hace unos meses, charlando con el buen guitarrista almeriense
Antonio Verdegay, en uno de los conciertos del grupo "Malas compañias", este me puso sobre aviso de que formaba parte de un proyecto en preparación de una banda que realizarían un homenaje a "The Doors". Inmediatamente pensé en que "The Doors" era - y sigue siendo - el grupo favorito de mi hija mayor - y, quizás de tanto "machacarle" el oído su hermana - también ya de mi hija menor, por lo que me prometí a mi mismo estar al tanto de esa información en fechas venideras, por que podría estar bien un "concierto en familia".
Y resulta que gracias a este fenómeno tan curioso - y útil en muchas ocasiones - de la redes sociales, la pasada semana me llega una invitación de Facebook al concierto "Homenaje a The Doors" en La Cueva, conocido local almeriense que goza del prestigio de ser el punto de reunión de la gran mayoría de los muchos músicos de la capital.
Por otro lado, aparte de esta motivación "familiar", también reconozco la expresión "Homenaje a..." siempre despierta mi atención. Ya lo he comentado en anteriores ocasiones, y lo repito, cuando un grupo realiza un homenaje o "cover" de otra banda - o artista - me merece todos mis respetos, y siempre hay que dar una oportunidad para ver lo que muestran, con la esperanza de que esos músicos hayan realizado un trabajo serio de estudio y ejecución de la obra de otros artistas anteriores a ellos. No es mas que lo que hacen los músicos clásicos cuando interpretan obras de Bach, Bethooveen o Liszt: interpretan algo ya compuesto, tratando de hacerlo con sentimiento y honradez. En el caso del rock también puede hacerse, lo que pasa es que sustituimos esos excelsos nombres antes citados por otros no menos respetables como Queen, The Beatles o, como en este caso, The Doors.
La "papeleta" que tenia por delante esta banda - cuyo nombre, ahora que caigo, no conozco...o no lo tienen - no era nada sencilla, porque interpretar los temas de la banda de Morrison son palabras mayores.
Aunque nunca tuve demasiada afición a esta banda cuando era joven - no puede uno estar en todo - haciendo memoria - aprovecharé mientras me siga funcionando tan bien para estos temas musicales - resulta que en mi adolescencia si que me compré un disco de vinilo de ellos: "The soft parade". Reconozco que durante años formó parte de mi discoteca particular pero sin ser de mis discos favoritos, ya que mis preferencias por aquella época se inclinaban mas al rock progresivo y sinfónico, con grupos como Genesis, Yes, Camel o King Crimson y mas tarde, cuando di "el salto" pasé directamente al jazz, dejando un poco de lado muchos grupos interesantes de finales de los 60 y principios de los 70 como Cream, Allman Brothers o la banda que nos ocupa, The Doors. Esto no quiere decir que nunca los haya escuchado, pero si que no tengo un profundo conocimiento de su discografía, cosa que estoy tratando de remediar poco a poco.
Pues, dicho esto, llegamos a la noche de la presentación. El lugar, La Cueva, y haciendo honor a su nombre, las noches de concierto su sótano se transforma en un garito abarrotado de humos, olores - mas o menos agradables - y cervezas. Como debe ser, por otra parte. Echándole valor para atravesar el ya numeroso gentío que llenaba el sótano, logramos mis dos retoños y yo colocarnos bastante cerca del escenario, algo esquinados - debía de ser mi sino este fin de semana - pero en buena posición para disfrutar de los decibelios necesarios en un buen concierto de rock.
La banda - seguiré llamándola así, salvo que me saquen del error de que no tiene aún nombre - estaba compuesta por varias caras bien conocidas para mi, y otras no tanto.
Comenzaré de mayor a menor, y no me refiero a la edad. En la batería, mister Antonio Díaz, para mi gusto el mas completo batería de rock que tenemos por aquí. He tenido la suerte de compartir algunos escenarios con el, ya que es el batería de nuestro grupo homenaje a Paul McCartney "Band on the run". Además también este año hemos coincidido en estudio durante la grabación del nuevo disco de Rosendo Alvarez, de cuya banda vamos a formar parte en breve para la presentación de dicho CD en directo. Vamos, que empuñando las baquetas sabia yo ya que había un valor tan seguro como los bonos del tesoro - o, con los tiempos que corren yo diría que más. Nada mas comenzar el concierto - y hasta el final - me corroboró que yo estaba en lo cierto. Impecable su trabajo en los tambores. Se nota que este es el estilo que mas le atrae, y su cara de felicidad anoche era comparable a la que pone cuando toca con otro de los mejores grupos de rock de Almeria: "La Raspa".
En la guitarra, Antonio Verdegay. Otra garantía. Yo lo he visto con el grupo homenaje a Sabina "Malas Compañias", y en algunos vídeos del homenaje a Pink Floyd, y no tenia que escuchar mas para saber que se trata de un buen guitarrista. En este caso, además, y como la ocasión se prestaba, también me ha demostrado que tiene "el blues" dentro, y que es un
excelente improvisador, al menos en lo que al rock se refiere. Grande su trabajo en el grupo.
En el bajo, otro conocido para los almerienses, Esteban Vargas, que también toca en bandas como "Malas compañias" o "La extraña enfermedad de Sarah Perkins". Como todos los bajistas, su trabajo es menos llamativo pero en ocasiones se trata del mas importante, pues si el bajista no es seguro y solvente, la banda no funciona, y muchas veces uno no sabe muy bien porque. Este no era el caso, porque Esteban realizó también un trabajo sólido e impecable en cada uno de los temas de la banda.
Y llegamos a los desconocidos, al menos para mi. El teclista, Angel Salazar, tenia por delante tambien una gran responsabilidad, ya que si el indiscutible líder de The Doors fue Jim Morrison, no es menos cierto que parte del sonido característico de la banda se debió al teclista Ray Manzarek, con sus órganos y pianos eléctricos. Aquí sinceramente tengo que hacer alguna crítica, pero siempre constructiva. A nivel de sonido, los teclados dejaron bastante que desear por dos motivos muy claros: en primer lugar el bajo volumen que salia de escenario y en segundo y mas importante, la baja calidad del teclado en si. No pude ver la marca, pero los sonidos dejaban mucho que desear. Lo primero se soluciona sencillamente dándole mas caña al canal de la mesa donde iba el teclado. Lo segundo ya cuesta unos cuantos euros mas, pero también tiene solución. No obstante, y en tan poco favorables condiciones, Angel logro crear el ambiente que los temas requerían.
Y llegamos a la pieza fundamental en esta banda: el cantante. Esto si que me inquietaba. Hay grupos donde el vocalista es secundario, o al menos, no tan importante - los mismos Pink Floyd, por ejemplo - pero en The Doors, si no hay un buen "Morrison" no hay nada que hacer. Miguel Moreno - aunque todos le llamaban Micky - tuvo la responsabilidad de cantar y recordarnos a Jim. Y, para mi gusto, lo consiguió. Le puso sobre todo fuerza y "feeling", aunque sin descuidar la entonación, que fue bastante aceptable. Digamos que se metió perfectamente en el papel, y nos hizo disfrutar a todos de ello.
Pues bien, esta banda hizo un recorrido cronológico por la legendaria - y, lamentablemente, escasa - discografia del grupo americano. Llegados a este punto, tengo que reconocer que aquí he contado con la ayuda de mis dos hijas. Paula, la mayor, por su conocimiento de la banda, y Marta, la menor, por su gran memoria. Ambas me han echado una mano a la hora de recordar el "setlist" de la noche.
Comenzaron con temas del primer disco "The Doors", como "Break on through" - creo que comenzaron con esta - la conocidisima y en su día controvertida "Light my fire" y "Alabama song" (esta última yo la recuerdo mucho mas en una curiosa versión de David Bowie que os recomiendo escuchar).
Del LP "Strange Days" sonaron "People are strange" y "Love me two times", del "Waiting for the sun" los temas "Love Street" y y la potente "Five to one".
De otro de sus clásicos "Morrison Hotel", dejaron caer temas como "Peace Frog" o el blues lento "The spy", y finalmente del ultimo disco "L.A. Woman" nos ofrecieron temas como "Love her madly", la también exitosa "Riders on the storm" -con efectos especiales de tormenta incluidos -, el blues "Car hiss by my windows", y para terminar, la que da título al disco "L.A.Woman".
Un buen recorrido por su discografía que imagino irán aumentando si el proyecto sigue adelante - comentaron un futuro concierto en el teatro Apolo de la capital, que espero no perderme - pero suficiente para un concierto de presentación.
Ante las reiteradas peticiones del "respetable" y dado que - cosas que pasan, lo se por experiencia - el repertorio se había agotado, como bis tuvieron que repetir el "Light my fire", y tampoco nos importó mucho, ya que realmente es lo que nos pedía el cuerpo. Cuerpo, por mi parte, bastante maltrecho ya después de casi tres horas de plantón, cerveza en mano, y con los ojos bastante enrojecidos por el abundante humo que invadía el local. Es lo que tiene la música en directo.
Tras el concierto, y mientras intentábamos "escapar" y respirar algo de aire puro, pude ir saludando a muchas caras conocidas que tampoco se perdieron el evento: otro magnifico guitarrista, Javi Maresca, el bajista Javi Dominguez ("El vecino"), el cantante Abelardo Navarro, el percusionista Jose Villodres, el flautista Pedro Caro, el gran melómano Nico, o el batería Tati Lopez. En fin, una buena representacion de la música almeriense que, como esta mandado, acuden a ver a sus colegas, y además se lo pasan "como los indios". ¿De eso se trata, no?
(Fotos by Paula García)
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