jueves, 15 de noviembre de 2007

Joshua Redman Trio, la armonia "entre lineas"

Noviembre es un buen mes para el aficionado al jazz almeriense. Puede que sea el equivalente al mes de agosto para los aficionados a la tauromaquia, y anoche me sentí de forma parecida a mi padre - que es un taurino donde los haya - en esos dias en que disfruta de una buena corrida y después se va a una tertulia, donde sigue estando en "su salsa". Anoche sentí una cierta sensación de "festival", como eso que notas en Vitoria, cuando tras salir de Mendizorrotza te marchas a algún local del centro a seguir "degustando" música. Y eso en una ciudad como Almería, se agradece.
Y de todo esto, en primer lugar, tuvo la culpa un tal Joshua Redman. Gran gran concierto el que pudimos presenciar anoche en el Auditorio Maestro Padilla.


Redman volvía a nuestro auditorio 5 años después de su primera visita en la que nos deleitó con su "banda elástica", en aquella ocasión con el batería Jeff Ballard y el organista Sam Yahel, y con un sonido muy eléctrico, rodeado de tecnología. Pero anoche el Redman que nos visitó, aún siendo el mismo, era otra cosa. Nos presentaba su nuevo disco "Back East", y los que ya lo habíamos escuchado sabíamos lo que nos iba a ofrecer: Jazz en estado puro, con una tremenda fuerza, sin artificios, sin electrónica (esa que le gusta tanto a él, con sus pedales de efectos), y con un dominio de ritmo realmente apabullante.
Para semejante operación tenia que acompañarse de gente solvente, y los miembros de su trío realmente lo son: En el contrabajo Reuben Rogers, que nos deleitó con algunos solos de "cortar la respiración" y el potentísimo (y negrísimo, que a veces ... costaba distinguirlo) Gregory Hutchinson, que demostró que se puede ser sensible con unas escobillas y a la vez "una mala bestia" con unas baquetas en las manos. Yo pensaba que vendría el espectacular Antonio Sánchez como batería, que fue el que estuvo por aquí este verano con el trío de Redman, pero al minuto de comenzar el concierto, ya no lo volví a echar de menos.
El resultado del sonido del trío es tan sólido que - y lo dice un aprendiz de pianista - en
ningún momento se echaba de menos un instrumento armónico. La armonía estaba ahí, siempre presente. En ciertos momentos de éxtasis musical, daba la sensación de que cualquier cosa que hiciesen, cualquier nota que tocasen iba a resultar la adecuada. Todo estaba "dentro".
El repertorio fué muy variado, comenzando con una originalísima versión del "Mack The Knife", con la que demostraron que se puede coger un "standard" de lo más sobado, y reinventarlo, haciendo que suene totalmente actual.


Por desgracia no recuerdo los títulos de todos los temas - no me gusta ir con libretita a los conciertos - pero desde luego ahí sonaron algunos de su nuevo disco, como "Indonesian", o "Wagon wheels", para el que cogió su saxo soprano. No faltó una preciosa balada (que memoria la mía, ahora tampoco recuerdo su título), ni el enérgico tema que da título a su nuevo disco "Back east". Fue este el último tema del concierto, pero tras la petición de respetable, salieron y nos regalaron un "funky" muy alegre, que comenzaba de forma muy similar a su famoso "Hide and seek".
Sensación de llevar solo cinco minutos de concierto es la que se nos quedó a mas de uno cuando encendieron las luces del auditorio, signo inequívoco de que "se acabó lo que se daba". Como decía un buen amigo y guitarrista a la salida "podrían haber empezado otra vez desde el primer tema”, y muchos nos hubiésemos quedado ahí hasta que quisieran dejar de tocar.
Por tanto, estupenda continuación de nuestro festival ,que habiendo dejado el concierto de Antonio Gómez Grupo muy alto el listón, el trío de Joshua Redman no tuvo dificultades para satisfacernos de igual forma a los aficionados.


Y tras el festival oficial, y volviendo a lo que comentaba al principio, aún nos quedaba un poco mas de noche musical, en el Freedom Café con los "Acoustic Soul Trio", pero eso lo dejo para la siguiente crónica.

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