
Blog sobre los conciertos a los que voy asistiendo, para quien le pueda interesar mi opinión.
sábado, 29 de noviembre de 2008
Jaume Vilaseca Quartet: cumpliendo el juramento hipocrático del músico

jueves, 20 de noviembre de 2008
Martin Taylor Quartet: Jazz de cámara
Martin Taylor Quartet, 19 de Noviembre de 2008, Teatro Apolo (Almería)
Como jazz de cámara definiria yo el concierto que tuvimos la suerte de escuchar en nuestro teatro Apolo, el mejor recinto para escuchar jazz del que disponemos en Almería en la actualidad.
Nos visitaba el guitarrista británico Martin Taylor, que aunque para mi no era muy conocido (no puedo "estar en todas"), para algunos amigos guitarristas es todo un referente. La historia de este guitarrista, que me fue relatada hace unas semanas por mi amigo Jose Granados mientras viajábamos hacia Huercal Overa para hacer un "bolo" con nuestro grupo "Color brasil", es de lo mas conmovedora.
Durante algunos años fue la mano derecha del ilustre violinista Stephan Grapelli, y se centró bastante en el estilo de jazz que este practicaba, swing con muchas reminiscencias del famoso Django Reindhart. Cuando Grapelli falleció, Taylor se sumió en una depresión, y decidió dejar de tocar, al menos en público. Se recluyó en su casa, y se dedico a tocar y estudiar, desarrollando una nueva forma de entender su instrumento. Por fin decidió salir de ese autoencierro, y volvió a la vida pública y, visto lo visto en este concierto, ganamos todos.Lo que nos ofreció me recordó mucho a una frase que hace años le escuché a Charlie Haden en Vitoria, cuando presentaba su concierto: "Lo que vamos a hacer esta noche no es jazz...es 'beautiful music' ". Y eso hicieron los 4 magníficos músicos del cuarteto de Martin Taylor. Mención aparte, ya que en mi condición de pianista no puedo evitar prestar mas atención, para David Newton. Me pareció que tenia una forma bellisima de tocar, elegante, atrevida a veces, rozando el blues en otras, lírica y sin dar ni una nota en falso. Probablemente no pasará a la historia como innovador del piano, pero que gustazo daba escucharlo tocar.
El contrabajista, que no logré retener el nombre, hizo también un magnífico trabajo, teniendo en cuenta que en la ausencia de batería gran parte del peso rítmico recaía sobre el.
¿Y que decir de la cantante Alison Burns?. Es de esas voces que te dejan pegado al asiento, con una afinación perfecta, sin estridencias y también muy elegante. Lo que sobraba por todas partes en ese escenario era elegancia. La versión que nos ofreció del "Sophisticated Lady" de Ellington, me puso la carne de gallina.
El repertorio fue muy variado, comenzando por un tema de swing medio llamado "Making the move", compuesto por el David Newton, y seguido por una super-balada: "Skylark", de Carmichael. Por poner un "pero", faltó algo mas de comunicación con el público, al menos para presentar todos los temas que interpretaron, así que no puedo precisar exactamente sus títulos, salvo los comentados, aunque intuyo que algunos formaban parte del ultimo disco de Taylor, llamado Freternity. Martin además nos regalo 2 preciosos temas en solitario, con los que nos demostró su increíble técnica con la guitarra.
En definitiva, cuando salí del teatro de nuevo pensé en lo afortunados que somos los aficionados a la música por contar con interpretes como los que acabábamos de escuchar.
viernes, 14 de noviembre de 2008
Arturo Sandoval: Varias y variadas variaciones
interpretaban en el escenario significaba un cambio de estilo.

Como trompetista - aunque alguno que no lo conociese anoche no lo tuviese muy claro, Arturo Sandoval es, básicamente, trompetista - , hay que reconocer que es un hombre que impacta. Saca lo que quiere de su trompeta, desde las notas mas graves a las mas altas, y tiene un dominio absoluto del lenguaje del bop, y cuando se lanza a ello, no hay quien lo siga.Sus músicos estaban a la altura de las circunstancias, sabiendo todos arropar a la estrella - que indiscutiblemente era Sandoval - y destacando algunos de ellos cuando el maestro les dejaba su lugar y momento para hacerlo.
En resumen, un buen concierto, muy divertido - ¿no es la música para divertirse? - con magníficos músicos, con un repertorio un tanto deslabazado, pero siendo positivo podriamos decir que no faltó variación.
viernes, 7 de noviembre de 2008
Archie Shepp Quartet, mal en la forma y bien en el fondo.
Buena noche de jazz la de ayer, aunque con sensaciones muy contrapuestas. Por un lado la música que intepretó el cuarteto de Archie Shepp, de gran calidad y que luego comentaré con algo mas de detalle, y por otro lado el lamentable sonido en la sala.
Empezare por lo malo, para así acabar con buen sabor de boca. No se quien tuvo la culpa, pero nada mas comenzar el concierto el Sr. Shepp ya estaba haciendo indicaciones para que ajustaran el sonido, haciendo ostensibles gestos que yo interpreté sobre todo en el sentido de que le subiesen el volumen del piano en sus monitores. No parecían entenderlo asi los técnicos, porque durante el primer tema (y fue un tema de mas de 10 o 15 minutos) no dejó de hacer los mismos gestos, que reiteradamente "caían en saco roto".
Si los problemas existían en el sonido de escenario, no quiero ni contar los resultados en la sala. Durante gran parte del concierto, el piano casi no se escuchaba, y cuando se escuchó fue de forma lamentable, y no creo que fuese debido a la calidad del instrumento (y mucho menos del instrumentista, que era magnífico), sino a la sonorización, posiblemente no eran los micrófonos adecuados, no lo se.
El contrabajo también sonó muy mal, y como a mitad del concierto dejo de escucharse, haciendo que gran parte de ese tema el pianista tuviese que hacer el acompañamiento de bajos, mientras el contrabajista y después uno de los técnicos "hurgaban" en el amplificador y cables adyacentes, hasta que lograron que sonase de nuevo, pero con mucha peor calidad, si cabe, que al principio. Yo realmente no puedo decir si el contrabajista me gustó o no, porque lo que escuchaba de él me llegaba con un pésimo sonido y casi preferia desviar mi atención y no escucharlo.
La batería sonaba de forma estruendosa, y tampoco se si fue culpa de los técnicos, o si era la forma de tocar del músico, pero el caso es que se "comía a los demás". Y el saxo tampoco sonaba demasiado bien, con un efecto de reverberación exageradisimo, que no se si fue petición del líder de la banda, o de la cosecha del equipo técnico.
En definitiva, lamentable a ese nivel, y muy penoso que algo así ocurra en el auditorio Maestro Padilla. Lo único que se me ocurre para disculpar a los técnicos de sonido es que los músicos no hubiesen hecho la prueba de sonido pertinente, pero me extraña en un concierto de esta categoría.
Ahora vamos a lo bueno: la música, o lo que se dejó oír. Archie Shepp se ha rodeado de 3 muy buenos músicos, y nos ofrecieron un repertorio sobre todo muy variado, por la cantidad de estilos diferentes que acometieron.
Comenzaron con un tema del poco conocido pianista Elmo Hope, cuyo título ahora no recuerdo, con una improvisación muy larga del saxofonista, y en la que, por los motivos que explique antes, no estaba muy centrado.
Después, cambiaron de estilo, y recurrieron a un standard muy conocido, de Red Garland, llamado They Can't Take That Away From Me, en el que ya, al final, Archie dejó el saxo para coger el micrófono y cantar la melodía, con su particular estilo vocal.
Los que menos me gustaron fueron los temas mas cercanos al Rhythm´n´blues, como el tercero de la noche, llamado "Trippin", y no por que no estuviesen perfectamente interpretados, sino porque personalmente es un estilo que no me gusta demasiado.
No quiero olvidarme de mencionar al pianista de la banda, un tal Tom McCann (no se si lo escribo bien, y eso que Shepp lo repitio mil veces, porque tras cada tema presentaba completamente a la banda). Me pareció el mejor músico sobre el escenario, superando en técnica e imaginación incluso al histórico Shepp. Y sobre todo me asombraba la capacidad para adaptarse a los diferentes estilos, ya que tocaron temas modales muy al estilo "coltraniano" o casi free, standards mas clásicos, blues y rhythm´n´blues, y en cada uno de ellos cambiaba en su modo de acompañar y de improvisar, pasando de un estilo muy a lo McCoy Tyner al del Errol Garner, de un tema a otro, y en el siguiente se transformaba en un experimentado pianista de rhythm´n´blues. Ademas, se incluyó en el repertorio un tema de su cosecha - "Burning bright", creo que se llamaba - , y que fué muy de mi agrado. Para mi gusto, lo mejor de la noche, sin duda.
La sección rítmica me pareció buena, obviando los problemas del contrabajista y obviando también la potencia en exceso del batería, que no me pareció muy adecuada para la música que se estaba interpretando.
Hubo momentos hasta para algo parecido al "rap", con un acompañamiento jazzistico, algo que al parecer es habitual en Shepp desde hace mucho tiempo. También nos sorprendió un breve pero gracioso solo de percusión del batería, para el que solo usó su propio cuerpo.
El concierto no se hizo largo - quizas porque no lo fue -, y nos despidieron con un bonito bis: "In a sentimental mood" de Duke Ellington.
Tras la espectacular noche del pasado fin de semana, con los 3 bajistas, en la que las caras a la finalización del concierto en todo el público eran de satisfacción y felicidad, aquí el ambiente fue algo mas frío a la salida, pero casi todos los viejos conocidos jazzisticos - en la habitual e informal tertulia post-concierto - coincidimos en que aunque la forma - el sonido- fue lamentable, el fondo - o sea, la música - estuvo muy bien.
sábado, 1 de noviembre de 2008
SMV (Stanley Clarke, Marcus Miller y Victor Wooten) o cuando dios decidió tocar el bajo
