sábado, 18 de octubre de 2014

Leiva, o el pecado de ser popular

Vaya, pues resulta que, a mi edad, no dejo de sorprenderme con esto de la música. Ahí esta lo bueno ¿no?. Esta historia empieza hace tres o cuatro días, cuando me encuentro por algún lado el cartel de Leiva que anuncia un actuación suya en mi ciudad. Consumidor de música las 24 horas del día, o casi, sin saber muy bien que tipo de canciones hace este zagal, y con un desconocimiento casi absoluto - después he visto que no tanto, porque algunos temas me sonaban vagamente - sobre su grupo matriz, Pereza, decidí que me apetecía concierto en directo el viernes por la noche, y con las mismas me encaminé a comprar las entradas. Todo lo decide en escasos quince o veinte minutos, os lo aseguro.
Portada del último disco
de Leiva: "Pólvora"
Pero resulta que en los tres días que han transcurrido entre mi aparentemente irracional decisión y el concierto han pasado cosas, si. No sabia yo que iba a dar tanto de sí mi decisión.
Creo que ya he explicado otras veces que una vez decido ir a un concierto, puede sonar raro para mucha gente, pero yo me lo tomo cual examen de oposiciones: me lo preparo. ¿Para que? Pues muy sencillo, para disfrutarlo al máximo. Ya son muchas "horas de vuelo" y se con certeza que si acudes a ver a un artista en directo, y no sabes muy bien que te va a ofrecer, es difícil que disfrutes al máximo. Hay excepciones, como siempre, y alguna vez he ido a un concierto sin saber a que iba, y he salido sorprendido y encantado. Cuando digo "preparar el concierto" no me refiero a buscar mas conciertos de ese artista por internet y zampármelos todos antes "sin ton ni son", sino de intentar conocer bien el disco que presenta, informarme de que temas esta tocando en la gira actual, buscar información sobre los músicos que tocan, etc. Ya os digo, como si tuviese que examinarme, con la diferencia de que para mi esos exámenes son un verdadero placer para los sentidos, y los encaro siempre con ilusión.
Leiva, en concierto.
(c) Foto de Javier Morcillo.
Y eso es lo que hice con Leiva, y tenia poco tiempo para "estudiar". De entrada, se me ocurrió poner la típica foto de mis manos cogiendo las entradas en mi muro de Facebook, anunciando a mis amigos que iba a ir a ese show, y ahí me encontré con las primeras opiniones, bastante contradictorias, y que me animaron mucho mas.
Algunos amigos/as, de entrada, se sorprendieron de mi decisión respecto a acudir al concierto. Bueno, para ser justo, la primera que comentó la foto fue mi querida hermana, y tengo que reconocer que empezaba diciendo algo que me encanta que digan de mi: literalmente dijo: "no conozco persona con un gusto musical más amplio que el tuyo, hermanito". Me encanta que me digan eso, para que os voy a engañar. Acto seguido definía a Leiva como "un plasta de mucho cuidao". Vaya!!. La primera opinión, ya me echaba un poco para atrás. Pero eso no fue todo, el segundo comentario a mi foto venia de una amiga, bastante aficionada a la música, que me soltaba un sincero "...me has dejado muerta".
Típica pose rockera.
(c) Foto de Javier Morcillo.
Comenzaba a preocuparme seriamente. A todo esto, aun no había podido escuchar nada del interfecto, y ya me lo estaban poniendo "a los pies de los caballos". Pues si que estábamos buenos.
De repente, supongo que por esas leyes del azar que hacen que todo se compense, veo también por Facebook que un buen amigo, y a la sazón, cantante de la banda Cables Cruzados, Ivan Navas, comenta en su muro que no va a perderse el concierto y que todavía no ha olvidado la maravillosa experiencia del concierto en Almería en su gira anterior. Bueno, bueno, me tranquilizó un poco. Como imaginareis, a esas alturas, mi foto con las entradas seguía dando juego y generando mas comentarios, con las consiguiente polémica. Si esto no fuese así, que gracia tendría esta jodida "red social". Ante los dos primeros comentarios negativos, se alzaron voces discordantes, como la del diseñador Matu Santamaría, que me recomendaban el concierto por la gran banda y la energía que desprendían, otros que me advertían sobre la posible avalancha de quinceañeras, aunque recomendándome centrarme en la música, que iba a ser buena. Buena recomendación esta última, del amigo Guillermo Chavarria, que de música entiende un rato largo,  pero que, en mi caso, no suele ser necesaria. Yo voy a los conciertos - supongo que parecerá raro a mucha gente, ya que algunos van y se pasan el concierto charlando o mirando para otro lado - por la música. Soy un tío raro, lo se.
Lo de las quinceañeras reconozco que me preocupó un poco, sobre todo porque acudir a un concierto con cientos de chicas alrededor en estado de éxtasis tiene un peligro: que no te dejen escuchar la voz del cantante, totalmente sepultada por los grititos "progesterónicos" de las muchachas que, por muy fans que sean, normalmente no han nacido para cantar. Pero solo me preocupa por eso y me explico: que un artista tenga un publico adolescente, en su mayoría femenino, y siempre gritón es algo que no me preocupa nada respecto a la calidad de dicho artista. Y ¿porque?. Pues muy sencillo: porque me gustan "The Beatles". Hace poco leí que en alguna parte que Bob Geldof decia que en los conciertos de los 4 de Liverpool en sus mejores momentos - supongo que asistió a alguno - , el olor que prevalecía era el de la orina. Si, si...como os lo cuento: las fans se "meaban toas por la patilla", por la emoción y sus propios gritos. Según esa simplista teoría de "grupo con fans adolescentes=niños tontos que no saben hacer buena música", los Beatles no hubiesen pasado del "She loves you", que ya es un tema "del copón", por otra parte, por mucho que despierte en una quinceañera ganas de gritar y de "soltar lastre".
Curioso momento del concierto:
Leiva con un emocionado espectador
(c) Foto de Javier Morcillo.
Así que, ni corto ni perezoso, e incluso espoleado por esta simpática polémica que yo mismo había desatado sin querer, me dediqué en escasas 48 horas a ponerme al día con el tipo delgado del sombrerito, de nombre Miguel y apellidado Conejo y que, creo que con buen criterio, decidió prescindir de ese mas que respetable pero curioso apellido para pasar a ser conocido como Leiva.

Primera acción, la mas lógica para mi: escuchar sus discos. Tiene dos en solitario: "Diciembre", y el nuevo "Polvora", que es el que venia a presentar. Primera reacción: me gustan. Buen sonido, buena producción, sonido muy "americano", magníficas guitarras, teclados y organos hammond "en su punto justo", buena sección rítmica, e incluso algunos temas con arreglos de metales Sin mariconadas, a mi entender. La voz de Leiva no es gran cosa, pero no me disgusta. Las letras, sin ser geniales son originales, cuentan cosas, quizás no me emocionen pero están bien construidas. Buenas canciones. Si a veces, la cuestión es esa: no hay que hacer "putas obras maestras" sino un puñado de buenas canciones. Inmediatamente noto que ciertos temas tiene esa característica curiosa que consiguen que los tararees a la segunda o tercera audición, y ya voy comprendiendo lo de las fans jovencitas. Este tío, aunque tiene pinta mezcla entre roquero alternativo y bardo medieval, es bastante comercial en lo que hace. Posiblemente eso es lo que le hace antipático ante los ojos de algunos. A mi esas cosas me dan igual, la verdad. Me resbala la imagen, suelo centrarme en la música. Por eso podréis encontrarme igual en un concierto de un grupo de free jazz que en uno de Bunbury - que me encanta - o del mismísimo Raphael, al que reconozco tengo muchas ganas de ver algún día en directo, y que me parece un artista como la copa de un pino. A mi lo que me gusta es la música, no las etiquetas y, de entrada, no tengo prejuicios en lo tocante a este tema.
También tenia que escuchar algo de "Pereza", sobre todo porque supuse que en su concierto incluiría algún éxito de su antigua banda ¿quien no hace eso?. Bueno, Peter Gabriel no lo hace, pero ese es un caso aparte: es dios.
El hermano de Leiva, Juancho, también miembro de la banda,
con el percusionista al fondo.
(c) Foto de Javier Morcillo.
Pues nada, me puse a buscar algún setlist reciente de esta gira, y me lo preparé para la escucha, y ahí iban incluidas algunas de su banda seminal. Prueba conseguida. Mas de veinte temas que fueron a mi mp3 para ser escuchados cada vez que tuviese un rato.
Para complementar, me busque por esos "mundos radiofonicos" algunos podcast de entrevistas al artista, porque también me gusta conocer que piensa, como habla, cuales son sus referentes musicales, etc. Bueno, el tipo es curioso: chulito...porque es de "Madriz" y claro...eso marca. Y ademas, roquero. Joder, hay que ser chulo. Pero me gusta lo que dice: de repente me entero de que uno de sus máximos referentes es el maestro Petty. Si, Tom Petty, ese tipo que es "la ostia en verso" pero que en España no lo conoce casi nadie, y él...supongo que como venganza, nunca ha venido a tocar aquí. Pues al Leiva le gusta mucho. También nombra a los Stones, y a The Faces. Los primeros, es obvio que le gustan mucho. Los segundos, apuesto a que casi nadie sabe quien son. Yo, gracias a varios amigos (Fran Garcia e Ivan Navas, sobre todo) si que los conozco bastante bien. Pues nada, tras escuchar varias entrevistas suyas, e incluso ver su participación en "Un lugar llamado mundo" defendiendo un par de temas con la acústica, constato que el tipo tiene talento, tablas y que "sabe de lo que va la cosa.
Ya solo quedaba la última prueba, la que hace que para mi un artista siga en mi lista de "gente a la que tengo que seguir siempre la pista" o le relegue al olvido: su directo.
Así que me encaminé ayer al Auditorio Maestro Padilla, con las 20 o 30 canciones de sus discos mezclandoseme en mi cabeza - no había tenido tiempo para asimilar tanto material - y con la ilusión de escuchar un buen concierto.
Un servidor con Carmen, mi mujer, y mi compañera
Mari Carmen con su hija Paula, a la puerta del auditorio
 minutos antes del concierto.
(c) Foto de Javier Morcillo.
En la entrada, mi "compa" Mari Carmen, con su hija mayor - ¡¡¡¡ que bien ver a niños tan jovencitos acudir a ver conciertos !!!! - que ya me había comentado que acudiría a la cita, declarándose también bastante "fan" del muchacho. Y ya dentro, en el hall de auditorio, encuentro con mis amigos de "Cables cruzados", Ivan, Manolo y Juan Luis, que se declaran, sin complejos, grandes seguidores de este tipo, y acudían con la seguridad de presenciar un buen concierto de rock.
Que si, que si...que me centro en el concierto, que ya es hora:
A ver, de entrada, si hay algo que me guste son esos momentos previos a un concierto: luces tenues, escenario vacío con muchos instrumentos: batería, set de percusión, varios micros - que indican que "la peña" hará coros - teclados, amplificadores. Como complemento ideas, alfombras por cubriendo casi todo el suelo. Para mi es mágico. Tengo la suerte de vivirlo en ocasiones desde el mismo escenario y es maravilloso, pero sigue flipandome verlo como espectador también.
Manuel Moretti, de la banda argentina "Estelares",
que actuó como invitado al inicio de concierto.
(c) Foto de Javier Morcillo.
El concierto empezó tranquilo, con un invitado-telonero, el cantante de la banda "Estelares", Manuel Moretti. Difícil tarea la del telonero, porque la mayoría del público quiere que acabe rápido para ver al artista por el que ha pagado. Bien lo debe saber el propio Leiva, que este verano teloneó a los mismísimos Stones. Aun así, el tipo tenia tablas y buenas canciones, así que se marco cinco buenos temas con su acústica, que me dejaron buen sabor de boca, y espero que acuda algún día con su banda completa. Iré a verlo, seguro.
Y prácticamente dos o tres minutos después salió la banda de Leiva al escenario - la "Leiband" - y empezó el espectáculo. Joder, si tuviese que definirlo con una sola palabra, esta seria "energía". Hacia tiempo que no veía que una banda lograse mantener ese nivel prácticamente durante todo un concierto.
Tal y como esperaba, el show empezó con el primer tema de su nuevo CD, "Los cantantes", su homenaje a la profesión. Buenísimo tema en si mismo, y genial para empezar un concierto. Me recordó a ese concierto de Bunbury que vi en Madrid, que comenzó con la genial "El club de los imposibles", otro temazo digno para encabezar el setilist de cualquier concierto.
Los hermanos Conejo, Juancho y Miguel,
con el batería, Jose Bruno, al fondo.
(c) Foto de Javier Morcillo.
A partir de ahí, lo que mas me sorprendió fue que aunque fue alternando entre temas mas potentes y rockeros, y otros que casi podrían considerarse baladas, u oscilaban entre la balada y el tiempo medio, en ningún momento la banda dejó de transmitir fuerza y energía. Hay algo fundamental en un escenario: que la banda se lo pase bien. Y anoche, o son muy buenos actores, o estos tipos se lo estaban pasando de puta madre anoche. Especial mención al teclista, que era, con diferencia, el que parecía pasárselo mejor. Los pianistas, y me incluyo, solemos ser ese miembro soso de la banda, que solo mueve las manos, y a veces pasa desapercibido. Este no. Lástima que no se le escuchaba mucho - fallito técnico que a mi me afectó bastante, porque me gusta oír los teclados bien - pero el tipo se lo pasó "como los indios". No paraba de cantar, gesticular, se levantaba e iba con sus compañeros en los metales (si, si, la banda llevaba también para el directo a un saxofonista, Tuli - según me comenta mi amigo Manolo Carmona, ya iba con él en los tiempos de Pereza - , y un trompetista, Gato Charro), bailaba con ellos. Al final, hasta cogió una guitarra acústica. Correcto como teclista y magnífico showman. Cesar Pop se llama, tomad nota.
Como yo esperaba fueron cayendo temas de ambos discos del Leiva: "Palomas", "Ciencia ficción", "Eme", "Afuera en la ciudad", "Aunque sea un rato", la melancólica "Polvora" -  la única en la que el teclado se escuchó bien -, "Vértigo" o "Mi mejor version".
Leiva, casi al final de concierto, firmando desde el mismo escenario.
(c) Foto de Javier Morcillo.
Como era de esperar, no faltaron sus guiños a Pereza, y si no recuerdo mal sonaron "Miedo", la stoniana "Superhermanas", la conocidisima "Animales" y la que cerró el concierto, "Lady Madrid". Para el fin de fiesta dejaron algunas de las mas conocidas de "Pólvora": "Mirada perdida" y "Terriblemente cruel", que lamentablemente sonó "terriblemente mal", porque aunque el sonido fue medianamente aceptable durante algunos momentos para ser nuestro auditorio - que esta normalmente reñido con el rock - al final a los técnicos se les fue la mano, y ya prácticamente no se distinguían las melodías, y todo era una gran bola sónica. Aun me pitan los oídos, lo juro.
Me encantó el guiño final a una banda que también a mi me fascina: "Los Rodriguez". Quizás no tocaron su mejor tema, pero si el mas conocido e indudablemente perfecto para fin de fiesta: "Mucho mejor" (para los que no controlen a "Los Rodriguez", diré que es el de "hace calor..mucho calor" ¿a que ya si lo reconocéis?). Aunque tengo que disentir de la opinión de Leiva: para mi no son Los Rodriguez los principales responsables de la popularizacion total del rock en castellano, sino precisamente una banda anterior, "Tequila", donde ya estaban dos de sus miembros, y que curiosamente durante mucho tiempo fue también "acusads" de hacer música para adolescentes. Cosas que pasan. Para mi los Tequila, quizás por mi edad, hicieron grandes cosas por el rock en castellano sin lugar a dudas. Sin olvidarnos del maestro Miguel Rios. Y Los Rodriguez también, pero después.
Cesar Pop (teclista), el saxofonista Tuli, Leiva
y su hermano el guitarrista Juancho,
saludando tras finalizar el concierto.
(c) Foto de Javier Morcillo.
Casi dos horas de energía roquera, si, hasta que llegó ese "Lady Madrid" que comentaba, despedida de los músicos y salida de la sala con el "Superstition" de Stevie Wonder acompañándonos. Que importante es en un concierto la música previa y la posterior que suena por los altavoces de ambiente, y que poca importancia se le suele dar. Otro punto a favor del buen show de anoche. Parecerán chorradas, pero para mi son importantes. Me ha pasado personalmente estar esperando en un "garito" para tocar jazz, y que el dueño durante la media hora previa se haya dedicado a poner temas como "El baile del gorila" de Melody o algo de Bisbal. Con mis respetos para ambos...no ayudaba mucho a crear el ambiente propicio ¿no creeis?. Antes de empezar el concierto de Leiva sonaron algunas versiones del "Abbey Road", por cierto. ¿Casualidad? No lo creo.

Conclusión final: Veintiún euros (por dos, porque fui con mi mujer, Carmen) muy bien invertidos, satisfacción por haber descubierto a otro artista que merece la pena seguir la pista, que se lo monta muy bien en el escenario, que lleva una banda de buenos músicos, y que parece vivir con ilusión ese mundo del  "rock y la carretera".
Su pecado: gustarle a mucha gente. El mismo que cometieron "The Beatles", fíjense.


NOTA IMPORTANTE: Todas las magníficas fotografías que ilustran esta entrada de mi blog - salvo la primera, que es la portada del disco del último disco de Leiva - están realizadas por el fotógrafo y diseñador gráfico Javier Morcillo Padilla 

1 comentario:

MCarmen García dijo...

Bueno, pues ya me he leído la crónica (en tres veces ha tenido que ser, porque larga es un rato, que hasta que empiezas con el concierto en sí das más vueltas que un molino, y yo este finde he estado ocupadilla). Y me he leído todos los comentarios, polémicos o no. Y he pasado un buen rato con todo ello. Gracias por citarme nuevamente en una de tus crónicas musicales; las veces anteriores creo que fue siempre por acompañarte a conciertos, incluido aquel de Supertramp al que te invité y que tan poco te gustó. Yo no tengo, ni mucho menos, tan buena boca musical como tú, por eso admiro tanto eso de ti; ni tengo una décima parte de la cultura musical que tienes tú; ni tampoco esa falta de prejuicios tan difícil de ver por el mundo. Te envidio todo eso mucho, hermano. Y quizá porque no tengo todo eso no me basta con la música. Para mí un músico es un todo, no es sólo su música ni sólo su actitud ni sólo su historial ni sólo nada. Es todo, y eso es lo que me hace que me llegue o no al final. Así que me encantan Los Rodríguez y me revienta Leiva. Y sobre todo me hace feliz que haya para todos los gustos. Ah, oye, las tildes ¿te las dejaste en el Maestro Padilla? .